1896- 1962 Carta Corográfica de la Región Esequibo – Cuyuni y Amacuro que señala el despliegue de la Comisaria General del Cuyuni y sus Afluentes y de la Comisaria General del Amacuro. Copia fiel de la de 1896 Colección Fundación La Guayana Esequiba
Martes, 17 de julio de 2012
Oscar José
Márquez
El Dorado
A partir del 17 de Marzo de 1894,
oficialmente se comienza a colocar en las diferentes comunicaciones el nombre de “El
Dorado”, en remplazo de él “El Cuyuni”
como sitio de asiento de la Comisaria General del Cuyuni y sus Afluentes
situada en la margen izquierda del Cuyuni.
Sub Comisarias de Acarabici
y del Botanamo
El 04 de mayo de 1894 el General
Domingo Sifontes, mediante comunicación
No 31,
al MRI le indica la importancia
de establecer una Sub Comisaria en Acarabici: “…del Acarabici,
al señalar puesto que juzgo de suma
importancia… …”. una vez más procede a referir consideraciones reservadas y
confidenciales.
Da cuenta de la expedición de
efectivos militares, trabajadores y marinos a cargo del Sub Comisario del Yuruán General Nicolás
Mesa: “…de situarse en el punto que, por
sobre la boca del Botanamo, sea más conveniente para establecer la Sub
comisaria del mismo nombre… señala a su vez que…la expedición estará el 8 en el
punto indicado, dando principio a los trabajos que se le ordenaron ejecutar…”. Indica
que el Coronel Silveira, Sub comisario del Botanamo, trabaja en la apertura del camino que por
tierra partiendo de Tumeremo, servirá para surtir de víveres a dicha estación
cuando las grandes crecidas del Cuyuni hagan imposible hacerlo por agua. Como
podemos de apreciar se habían tomado las precauciones para cualquier
contingencia en esos remotos lugares inhóspitos.
En este orden de ideas procede a
señalar el General Sifontes, de que
considera indispensable organizar ante que todo el Puesto que servirá de apoyo al de Acarabici, del cual quedara distante solo a cuatro días.
Y que debido a las circunstancias se practicara una bajada de exploración por
el río Acarabici.
Concluye su comunicación que tan
pronto como le sea posible se emprenderá la exploración del Alto Cuyuni: “…daré
oportunamente cuenta, sometiendo a su consideración las indicaciones que el
patriotismo me sugiera, después de las observaciones que sobre el terreno pueda
hacer y los datos que adquiera de habitantes de esas comarcas… ….” Una vez más
se hacen consideraciones de carácter confidencial y reservado.
Línea
Telegráfica al Cuyuni…
Para el 12 de mayo el General Domingo
Sifontes informó al MRI, según
comunicación No 35. Que: “…La línea telegráfica confiada a mi dirección está
activada. Como dos mil postes de escogidas maderas y cortados en la buena
estación, principian a pararse; y los materiales, alambre, aisladores, etc.,
etc., están en camino y distribuyéndose … …Esa línea podrá estar pronto lista
hasta Tumeremo; pero aquí llegara tarde, pues para efecto, forzoso es abrir
convenientemente las doce leguas de montaña que separan este punto de Súa-súa…
…Aunque sin autorización bastante, he emprendido la apertura de esta vía, no
limitándome solo a desechar las dificultades que hacia sus extremos existen,
constituidos por dos grandes bajos, de dos y tres leguas de extensión, que
rebalsan el Yuruari, el Yuruán y el Cuyuni, sino haciéndola integra. Sólo ha
existido aquí una pica de pasar cargas, con dificultad, lo que hace imposible
poner el hilo telegráfico en tales condiciones…”
Concluye Sifontes su
comunicación señalando: “...El camino
emprendido es carretero, lleva nueve y diez varas de ancho y los arboles y
raíces van cortadas a flor de tierra… ….Espero que una vía así, facilitando el
tráfico, contribuirá al fomento de este lugar, bautizado con el nombre de El
Dorado, por ser este nombre histórico…” nuevas consideraciones de carácter
confidencial y reservado y concluye que “ …También está en fábrica la casa para
la Estación Telegráfica de Tumeremo…”
Sub
Comisaria de Chicanang
El 28 de mayo se procede a crear una
nueva Sub Comisaria Nacional, situada en la margen izquierda del Cuyuni por
debajo de la desembocadura del río Chicanang,
la cual se denominara Sub Comisaria Nacional del Chicanang, conformada
al igual que las otras, se nombra al Ciudadano
Canuto Gordon, como Sub comisario y responsable de la misma.
Para el 16 de junio ya se había concluido
la edificación de la Comisaria General del Cuyuni y sus Afluentes así como los
diques de protección dejando un área despejada de quince mil metros cuadrados
para otras construcciones.
Incidencias
venezolanas frente a la usurpación inglesa y su objetivo, de avanzar hacia el Orinoco
Al crearse la referida Comisaría Nacional del Cuyuni, y sus
Afluentes, para frenar el constante
avance de la línea fronteriza por los británicos o ingleses. Entre las instrucciones que se le habían dado al
General Domingo Sifontes, se encontraba la siguiente: “…no permitir por
ningún motivo la fijación de establecimientos ingleses, ni el ejercicio de
ningún acto de autoridad por personas de aquella nacionalidad en ningún punto
de la margen izquierda del Cuyuni. En cuanto a la Margen derecha, el Comisario
y sus hombres no provocaran conflictos de ninguna naturaleza y tampoco
iniciaran ninguna especie de trato con ellos…”.
Sin embargo a pesar de estas
instrucciones y de la tolerancia hasta cierto punto de los diferentes gobiernos a partir de 1885, de dejar que los ingleses avanzaran a partir del Esequibo hacia el Orinoco, mientras se enfrentaban a ellos en
el campo diplomático. Preservando seguramente así la supervivencia de la Nación venezolana. Pero ante la ignominia y
usurpación británica el enfrentamiento, o el choque entre venezolanos e ingleses estaba latente subyacente era una cuestión de
tiempo.
Es así que al pretender los ingleses
a principios del segundo semestre de 1894, de ejecutar las instrucciones
del Foreign Office, sobre la nueva fase
de su extrema aspiración de
continuar seguramente su usurpación hasta los Montes de Upata, o al mismo Orinoco con su ocupación
efectiva. Ocurren una serie de incidencias que culminaran con el incidente del Yuruán o del Cuyuni. La primera incidencia ocurre al pretender el Inspector de policía D.D. Barnes, prohibirle
al ciudadano venezolano Loreto Lira, propietario de un conuco en la orilla
derecha del Cuyuni desde 1870. Sus trabajos de labranza bajo la amenaza
eminente de remitirlo al Demerara bajo arresto. Ver en el croquis del Cuyuni
Yuruán el conuco de Lira.
1894-1895
Plano Topográfico de la Estación venezolana del El Dorado. Como se puede
observar en el plano de la época esta señalado el pequeño conuco de Loreto
Lira en la margen derecha del Cuyuni,
así como el de la Sra. Manuela
Casaña y las Estaciones de Policía
(Colección de la Fundación de la Guayana Esequiba)
Por lo que el humilde campesino
acudió al Comandante de el Dorado (antiguo Cuyuni), General Domingo A. Sifontes quien tenía sus propias ideas frente al avance de los ingleses desde el Esequibo
ya que le había dicho al
Presidente Joaquín Crespo: “… los ingleses
se han apoderado de la margen derecho del río porque se les ha abandonado. Si ésta no
es aceptada en derecho ¿por qué ha de
serlo en el hecho? Si pasamos a la
margen derecha nadie puede impedirlo…”.
Como bien lo señala Enrique Bernardo Núñez,
el General Sifontes, pensaba que todo se limitaría a una protesta y
luego en vez de guerra la diplomacia entraría en acción y vendría el arbitraje.
Si por lo contrario los ingleses
bombardeaban los puertos, como en estos abundaba el comercio extranjero, todo concluiría en la
intervención. Continua Enrique Bernardo Núñez: “…como se ve Sifontes tenía su
diplomacia fundada en razones de pura lógica y en cierto modo pensaba y
procedía en El Dorado como Ministro de Relaciones Exteriores. No vacilo en
llevarla a la Práctica…”
Lo cierto de caso es que ante la
pedimento de ayuda del labrador venezolano. El General Sifontes indudablemente
que procedió a aprovechar esta oportunidad
al suministrarle hombres y abastecimientos para que continuase en
posesión de su siembra en la margen derecha del Cuyuni.
Gráfico tomado de la obra de Harding Richard Davis. Three Gringos in Venezuela and Central America. colección de la Fundación La Guayana Esequiba
El 05 de julio los efectivos del
puesto policial o Estación venezolano se dispusieron a celebrar el día de la independencia. Hicieron veintiuna detonaciones con dinamita
y no contentos con izar la bandera venezolana en el Dorado, Sifontes ordena a su vez izarla en la margen opuesta,
en la humilde casa de Loreto Lira, y en la de una indígena, dueña de otro conuco
de nombre Manuela Casañas y vitorearon a la Republica y al General Joaquín
Crespo. Procediendo a su vez a quitar un
aviso en idioma inglés con fecha de 1°de abril de 1893, fijado en un árbol, que
decía licencia No 433, para cultivar la tierra en aquel sitio y concedida al Sr. Hugh Sprostosigu.
Como podemos apreciar para esa época
entre el Cuyuni y el Esequibo era y es una inmensa selva, (hoy intervenida por
infinidad de concesiones mineras y forestales). Sin vías de comunicación a
excepción de cómo señaláramos anterior
mente de diez y seis picas o senderos, región está habitada solo por indígenas y precisamente en
un área en la que ya existían desde 1870.
Nueve posesiones con seis casas en la orilla izquierda y tres en la derecha.
Constituidas estas últimas, dos con
sus respectivas labranzas, que fueron fundadas en 1870, por José Francisco y
Loreto Lira Miguel Ángel González y Lorenzo Rivas. Y la otra construida en 1890, por un súbdito
británico llamado Mc Turk, frente a la desembocadura del Yuruán, y en la cual
residían seis individuos de la misma nacionalidad, ocupados en los trabajos de
un pequeño conuco, y, desde abril o mayo, bajo las ordenes del titulado
Inspector Barnes.
Apreciamos que los ingleses una vez
más habían actuado de mala fe, la primera potencia del mundo que según ellos se ufanaban de tener la primara Carta
Magna de mundo, que tenia miles
de kilómetros de territorios coloniales en sus manos. Habían montado toda una tramoya para quitarles o despojar a dos humildes campesinos
venezolanos unos cuantos metros de sus labranzas. Para incitar así seguramente a la violencia
por parte de Venezuela y crear un incidente internacional y poder
ejecutar una acción armada, de castigo
bloqueando o bombardeo a sus puertos.
Porque es inverosímil que la Gran
Potencia de esa época a través del
Foreign Office, el Colonial Office y las autoridades coloniales del Demerara (Guayana
Británica) hayan concedido la licencia No 433, de fecha 1°de abril de
1893 fijándola a un árbol para
cultivar la tierra concedida al Sr. Hugh Sprostosigu. En medio de unos pobres y miserables conucos
de campesinos venezolanos. Cuando tenían 159.500 Km2 de territorios a partir
del oeste del río Esequibo, o entre el Esequibo y el Cuyuni y proceden a
otorgar esta licencia bajo su estrategia
ejecución de la posesión efectiva esto
fue simple y llanamente una provocación.
Sin embargo el General Domingo Sifontes,
había procedido con cautela y sentido
común de imponer su autoridad sin llegar a ejercer la violencia contra los ocho
representantes de la corona inglesa. Que usurpaban la territorialidad
venezolana en tan remotas e inhóspitas regiones del la desembocadura del Yuruán
con el Cuyuni. Los ingleses entendieron
que se habían topado y dieron con el despliegue venezolano a la margen izquierda del rio
Cuyuni, con una población y con personas
decididas a enfrentarlos pertenecientes a la Comisaría Nacional del Cuyuni, y sus
Afluentes, con las Subcomisarias, del
Yuruán, Botanamo y Acarabici. Además con una población que le era adversa.
Contrario a lo que se suele señalar,
criticar, condenar, se logro detener el
avance hacia Upata de los británicos o ingleses o al mismo Orinoco. La Nación que representaba a la barbarie detenía así el avance y las pretensiones de la
primera potencia mundial y naval de esa
época, de la pérfida Albión de la era
victoriana impidiendo que terminaran de apoderarse de todos los territorios
ubicados entre el Esequibo y el
Orinoco.
En este mismo sentido desde el punto
de vista de la administración de justicia en esos lejanos territorios el 02 de
agosto el MRI, procedió a girar
instrucciones a las Comisarias Nacionales del Cuyuni y Amacuro en
referencia a los juicios ordinarios en lo civil y criminal señalando que las
causas iniciados por estas proseguirán en los Tribunales del Estado
Bolívar.
Se resolvió que la justicia se administrara sumariamente en
toda la jurisdicción, que comprendan las Comisarias Nacionales del Cuyuni y
Amacuro por los respectivos Comisarios Generales, o por los Sub Comisarios, en
sus correspondientes demarcaciones.
Igualmente se dieron instrucciones de acuerdo a la legislación vigente, para los diferentes juicios civiles,
mercantiles, juez de Paz. Para los hechos punibles se “…procederán a la prevención limitándose a
instruir el sumario, y a la prisión o
arresto del indiciado de algún delito o
del acusado de alguna falta que merezca pena
corporal, pasando luego en los casos criminales, todo lo actuado con el cuerpo
del delito y con el sumariado, si hubiere
sido aprendido y dentro de los diez primeros días del procedimiento, al Juez de
1° Instancia en lo criminal, de Ciudad
Bolívar. Así como otra serie de
procedimientos. Quedaba así sellada una
línea de defensa policial, militar y administración de Justicia.
El General Domingo Sifontes procedió el 08 de agosto de ese año de 1894, a informar al Gobierno nacional de las
referidas incidencias al señalar: “…la
ocupación de la margen derecha del Cuyuni a fin de emprender labranzas, lo cual
hará ostensible el propósito de establecerse de modo solido y sin vacilación
alguna. Espero, concluye, las quejas o protestas de los usurpadores que no tardaran en apercibirse de
nuestros trabajos…”.
El 24 de agosto de ese año de 1894 el General Sifontes,
ordena ocupar el conuco de Manuela Casañas. El Inspector ingles D. D. Barnes,
procede a protestar y Sifontes responde: “… que como empleado de la República
tiene el deber de fomentar la población de sus dominios en la parte que se encuarta
bajo su mando…”. Ver Plano Topográfico del Cuyuni
Yuruán.
El Inspector D. D. Barnes procede a
protestar señalando: “…que Manuela Casañas
no pude vender su conuco sin permiso de las autoridades británicas…” Sifontes le
responde “…que manuela Casañas
pude vender lo que pertenece…”. En un
supuesto negado que esto fuese así era imposible que Manuela Casañas, se dirigiera al Demerara río abajo por el
Cuyuni en un viaje que duraba semanas, y además ella solo había conocido la autoridad
venezolana en esas regiones desde niña.
En la fotografía de la época podemos observar de paisano al inspector D. D Barnes de paisano. Gráfico:tomado de la obra de Harding Richard Davis. Three Gringos in Venezuela and Central America. colección de la Fundación La Guayana Esequiba
El 12 de octubre el Inspector ingles D.D.Barnes, procede a quejarse ante el Comisario General
del Cuyuni, que en una siembra de su propiedad. Se habían producido daños atribuyendo el vandalismo a soldados
venezolanos ya que desde la plaza de “El Dorado”, estos le
seguían con la vista y se reían a
carcajadas de la manera más insultantes mientras jugaban. Ver Plano Topográfico del Cuyuni Yuruán. El Puesto Colonial aparece como casa de unos ingleses.
Sifontes, procede a contestarle que
ha realizado una investigación al respecto y que no ha podido determinar
quiénes fueron los autores, que posiblemente haya sido algún indígena. En
referencia a las risas prefiere creer en un error de Barnes, señalándole “…y no que sin motivo alguno pudieran ser
ellos los autores de este acto indecoroso y reprensible. De ser cierto no lo habría dejado pasar sin la debida
corrección, mucho más tratándose de
persona amiga y de las condiciones sociales de usted…”. El Inspector
ingles se declara satisfecho ante esta explicación.
Al mismo tiempo el Inspector Barnes
le solicita una entrevista al General Domingo Sifontes, la cual le es negada. Posteriormente Barnes, le explica que la entrevista era para averiguar la
situación de dos ciudadanos
estadounidenses Stevens y Anderson que fueron detenidos en el río Cuyuni, al oeste de
la confluencia del Acarabici, por viajar sin licencia en aquella región. Y que
ni uno ni otro Gobierno tenían derecho a detener a viajeros pacíficos, y le da
las gracias a Sifontes por su intervención en el insulto que le habían hecho en
su conuco.
Domingo Sifontes le responde que: “…ninguna Nación
consiente el trafico por vías no habilitadas de su territorio, sin el permiso
de las autoridades respectivas. Los americanos fueron detenidos por contravenir
una orden recibida de la Comisaria General…”.
Otras de las incidencias se producirá
a mediados de octubre cuando por instrucciones de la colonia del Demerara, nuevamente el referido Inspector ingles Barnes, paro los trabajos de construcción de una
casa y labranza, sobre la margen derecha, de un joven de nacionalidad alemana de nombre Guillermo
Faull, haciéndole retirar junto con sus peones, de la misma. Guillermo Full procede
a
quejarse ante la Comisaria
venezolana y fue por está autorizado
para llevar un número mayor de peones con sus respectivos machetes de
trabajo. Ante tal cantidad de personas armadas de machetes el inspector británico
Barnes, opto por retirarse
a su puesto, sin mayores inconvenientes.
A
la mañana siguiente la posesión de Guillermo Full, fue ocupada nuevamente por los agentes ingleses, esta vez armados de rifles. Full una vez más procede a
quejarse ante el Comisaria venezolana. Es
propio General Domingo Sifontes
quien relata los hechos: “…Un tanto molestado por tan inexplicable tenacidad y
odiosa pretensión, ordene poner a las ordenes de Full ocho hombres armados también, y a toda
eventualidad. Lo mismo que el día anterior
los ingleses fueron desalojados, sin causarles daño alguno, y a la vez fueron notificados de que
no intentasen la repetición de aquella
instrucción…”.
A partir de esta acción de
reafirmación de la soberanía nacional el General Domingo Sifontes, procedió a dejar un
piquete de siete policías (recordemos que era personal de la Fuerza Armada
Nacional). Con las instrucciones de
vigilar estrechamente el río “…para impedir a todo trance el tráfico de
contrabando, que antes se hacía de acuerdo con los mismos ingleses…”
Ante esta situación el inspector
Barnes, procede a protestar el 23 de
octubre señalándole al Comisario General del Cuyuni Domingo Sifontes que: “…por el desembarco de soldados
venezolanos. Que tiene el deseo de preservar la paz entre las
dos naciones. Por tanto tiempo como sea posible, no obstante que los hombres
bajo su mando estaban bien armados no hizo ninguna resistencia, pero se halla en
el caso de prevenirle que él (Sifontes) es ahora responsable por las muy serias
consecuencias internacionales que deben resultar de semejante violación de
territorio británico…”
El General Sifontes procede a
contestarle al Inspector inglés señalándole que: “…En el uso del Derecho de la República sobre un territorio que indudablemente le pertenece,
he concedido permiso al súbdito alemán Guillermo Full para hacer casa y
labranza en esa margen derecha del Cuyuni, donde usted habita con gusto de
todos los que comprendemos la conveniencia de poblar este suelo fértil y
hospitalario…”.
Concluye Sifontes su repuesta que:
“…Ningún derecho tiene la colonia de Demerara sobre la parte del territorio
legítimamente venezolano, puesta bajo mi mando; por consiguiente, rechazo la
frase violación del territorio británico por usted empleada, pues en este caso,
ya que usted se atribuye un carácter oficial que desconozco, los que han
traspasado el Esequibo son los que han violado el territorio venezolano.
Probablemente usted ni ignora eso…”
Esta incidencia según lo reseñado por
el General Domingo Sifontes: “…no altero mis buenas relaciones con Barnes,
quien por su fino trato, se capto mi aprecio personal…”.
El 08 de noviembre de 1894 el
Ministerio de Relaciones Interiores, le ordena por telégrafo, hasta
donde este funcione o este expedido, y de allí por postas, al General Sifontes la urgencia de que el Sub
Comisario del Acarabici “…disponga lo conveniente para que se proceda con toda
preferencia a los trabajos de la pica mandada abrir desde dicha Estación hacia
el Alto Amacuro, comunicando esta orden
al Comisionado Especial, ciudadano César
S. Urdaneta H, si actualmente está en esa Comisaria, para su debido
conocimiento, y debiendo usted esperar nuevas instrucciones...”.
El 10 de noviembre el MRI, procede a
exigirles a los Comisarios del Amacuro y del Cuyuni, la
apertura de la referida pica debiéndose de hacerla al mismo tiempo a partir de
ambas regiones para que se termine lo
más pronto posible. Se ordena el establecimiento de nuevos “…puestos de policía, del Acarabici
en el Cuyuni y del Guaunó en el Amacuro, con dotaciones que se y situados de 20 en 20 kilómetros, y
aumentando en 500 bolívares mensuales la asignación acordada para la
construcción en cada una de las comisarias…”.
Como podemos de apreciar a pesar, de la severa cris económica y financiera que padecía la Venezuela de 1894 el Gobierno estaba decidido a no
dejar avanzar más a los ingleses sobre el territorio nacional, no escatimo
las erogaciones que se debían de hacer para tal efecto.
El 12 de noviembre la Gran Bretaña
procede a reclamarle a Venezuela a través de la Legación Imperial de Alemania
en Caracas encargada a su vez de la protección de los intereses británicos en
Venezuela, quien a su vez procede a comunicarle al Ministro de
Relaciones Exteriores la presencia de efectivos venezolanos en el
rio Cuyuní expresando el deseo del Gobierno inglés de que : “…el oficial que
manda las tropas venezolanas en el río Cuyuní recibirá la orden de prohibir a
sus soldados que atraviesen el río, así como que cortasen arboles en su margen
derecha…”.
Como podemos de apreciar la escalada
iba en aumento tanto en las relaciones domesticas o de vecindad como en lo
diplomático. Indudablemente que en cualquier momento se produciría un
enfrentamiento.
La Repuesta venezolana no se hizo esperar
señalándole el 14 del referido mes y año el Ministro P.
Ezequiel Rojas: que: “…que desde que Inglaterra determino, hace
poco tiempo ocupar de hecho la porción de territorio en disputa, en la cual no
se hallaba al principio comprendida la región del Cuyuní a la que se
refiere… …Así en 20 de febrero de 1887,
en 15 de junio y 29 de octubre de 1888, en 16 de diciembre de 1889, en 1° de
septiembre de 1890, en 30 de diciembre de 1891, y , finalmente, en 26 de agosto
y 6 de octubre de 1893; es decir, cada vez que una medida cualquiera de
las autoridades coloniales apareció extendiendo el radio de la ocupación, con
transgresión manifiesta del status quo convenido en 1850, Venezuela
se opuso con la voz del derecho de un territorio que la Republica considera de
su pertenencia , apoyada en documentos geográficos e históricos de
incontestable valía, en autoridades de alto nombre, mucha de ellas inglesas, en
tradiciones de localidad, dignas de respeto, y en hechos de jurisdicción de los
comisarios o agentes de su Majestad Católica…”.
El 13 de noviembre el Inspector
ingles Barnes, procede a enviarle al
encargado de la Comisaria del Cuyuni Capitán Andrés Avelino Domínguez, en vista
que el General Domingo Sifontes, había caído
gravemente enfermo con fuertes fiebres, que lo obligaron a separarse de su cargo siendo trasladado en hamaca al
Buen Retiro, a unas veintitrés lenguas
de El Dorado.
Señalando Barnes, que hacía ya dos meses
que Manuela Casañas, había vendido su
casa y conuco y que había dado un plazo al comprador para sacar a los enceres y en vista que han pasado dos meses: “… por consiguiente
pongo en conocimiento de usted que, los frutos que quedan, casa, etc., etc.…deben
ser quitados de dicho conuco antes del 31 de diciembre de 1894. – En 1° de
enero de 1985 tomare de hecho posesión del mencionado conuco y de todo cuanto
el contenga, en nombre del Gobierno de la Guayana Británica; y no permitiré a
nadie entrar en él sin mi permiso…”.
El 17 de noviembre se ordena aumentar
el personal de la Sub Comisaria de Acarabici, y el 18 se ordena la instalación
de una nueva Sub Comisaria Nacional, situada en la margen izquierda de dicho
río, en un punto conveniente que se elija intermedio entre las Sub comisarias
del Botanamo y del Acarabici, por encima o por debajo, según convenga del río
Paraná, con el nombre por el momento de Sub Comisaria de Paraná, destinada a servir de apoyo a la del
Acarabici y de intermedio de comunicación con las del Botanamo y Cuyuni. Bajo las mismas condiciones de las otras.
Nombrando al General Matías Cañas encargado de la misma.
A finales de noviembre el Ing. José Francisco Grillet,
exploraba entre el Acarabici y el
Amacuro con el objeto de estudiar el terreno por donde debe de continuar la
pica que unirá la Comisaria del Amacuro con la del Cuyuni.
Finaliza así el año de 1894 sin
mayores incidencias, recordemos que El General Sifontes había izado el pabellón
nacional en los conucos de Loreto Lira y Manuela Casañas y colocado ocho
hombres armados en el de Guillermo Full. Ante una serie de rumores de planes
revolucionarios el General Sifontes le había dejado instrucciones a su segundo
en el mando Capitán Andrés Avelino Domínguez,
de que ante cualquier contingencia se retirarse a la margen
izquierda, pusiera a la guarnición a buen abrigo para evitar cualquier sorpresa. Ver Plano Topográfico del Cuyuni Yuruán.
Al retirar el Capitán Andrés Avelino Domínguez, los efectivos a finales de diciembre, por las festividades
del nuevo año y por los rumores revolucionarios, procedió a dejar izada la
Bandera Nacional. El 1 de enero de 1895 a las seis de la mañana el Inspector
Barnes y sus hombres bajaron el Cuyuni y observaron que el puesto había sido evacuado.
En la mañana del 2 volvieron a bajar
por el río, y al ver que el referido puesto estaba desocupado mas no abandonado,
procedieron a arriar el Pabellón venezolano e izaron la inglesa o de la Unió Jack. Este acto de agravio a la
Nación venezolana, fue realizado a la vista de los efectivos venezolanos que
hacían ejercicios en la margen izquierda.
El Capitán Andrés Avelino Domínguez,
sin pérdida de tiempo repaso el río, procedió a bajar a su vez el pabellón
británico izando nuevamente la bandera
nacional. El Inspector D.D Barnes y el sub Inspector Baker y el resto de sus hombres
fueron capturados y conducidos a la sede de la Comisaria General del Cuyuni y
sus Afluentes.
Ver la versión del General Domingo A.
Sifontes “CUYUNI”
CUYUNI
- El Incidente del Cuyuni o del Yuruán
Del
02 de enero de 1895, el apresamiento de ocho ingleses por al arrear el
pabellón nacional de una estación policial
Continuara…
Como
citar este artículo
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to cit this article
Márquez,
Oscar J. Como la Nación venezolana detuvo la usurpación o
avance británico hacia el Orinoco II. Parte,
Entrada
del Miércoles 25 de Julio de 2012, consultado el xx / xx/
2012. URL:
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2012/07/como-la-nacion-venezolana-detuvo-la_25.html
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2012/07/como-la-nacion-venezolana-detuvo-la_25.html
Bibliografía
Cabrera Sifontes,
Horacio. El Abuelo (ensayo) vida y Ambiente del General Guayanés Domingo
Antonio Sifontes. Caracas: Talleres gráficos de Ávila Arte, S.A. 1988, 297 Págs.
Curtis Eleroy
Williams. Venezuela a lan where its
Always´s Summer. New York: Haarper &
Brother Publisher 1896. With Map 309 Pág.
Diario el
Tiempo No 629 del 22 de Abril de 1895 Cuyuni
Harding
Richard Davis. Three Gringos in
Venezuela and Central America. New York: Herper & Brothers 1896, 300 Págs.
Núñez
Enrique Bernardo. Tres Momentos en la Controversia de límites de Guayana – El
Incidente del Yuruán – Cleveland y la Doctrina Monroe. Caracas.
Sifontes
Domingo, Antonio. El Incidente del
Cuyuni. Ciudad Bolívar: Imprenta la Empresa. 1898
-------------------------. Limites Guayaneses. Caracas. Tipografía La Religión 1901.
Venezuela. Historia Oficial de la Discusión entre
Venezuela y la Gran Bretaña.
---------------------------------
Ministerio de relaciones Interiores Correspondencia
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domingo, 8 de julio de 2012
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