Esequibo, del
Acuerdo a la Corte Internacional
Rafael Sureda Delgado
El Gobierno venezolano aceptó la
propuesta de dar unos meses para “avanzar” o la CIJ para resolver
Desde que el secretario general
de la ONU admitió el cometido del Acuerdo de Ginebra y designó al primer
representante personal (buenoficiante), han pasado más de 30 años tratando de
aplicar la bilateralidad, para la solución “satisfactoria” y “práctica” de la reclamación
venezolana de soberanía sobre la Guayana Esequiba, en poder de la colonia
Guayana Británica desde hace casi 118 años por el Laudo usurpador de 1899, hoy independizada
desde mayo de1966.
El “buenoficiante” cuenta para su
trabajo con la “ayuda” adicional, a sus propios expertos, de venezolanos y
guyaneses nombrados por sus respectivos países para que, supuestamente,
trabajen codo a codo con él.
A finales del pasado año se
acordó, aparentemente, una última oportunidad con el “buenoficiante” noruego
Nylander, pero solamente hasta diciembre de 2017, de llegar esta fecha y no lograrse
“avances significativos”, a partir de enero 2018 habrá que lidiar con la Corte
Internacional de Justicia (CIJ) salvo que Venezuela y Guyana, conjuntamente,
rechacen la vía judicial. Los dos, no uno sólo.
El gobierno venezolano aceptó la
propuesta de dar unos meses para “avanzar” o la CIJ para resolver. Analicemos
los hechos, pues pareciera que la Corte no será el punto final de esta
historia, si releemos, pacientemente, la propuesta.
Stéphane Dujarric, vocero del
secretario general, indicó, al dar a conocer la nueva metodología que se
aplicaría, lo siguiente, rogamos leer despacio porque no tiene desperdicio
alguno: "Si hacia finales de 2017,
el secretario general concluyera que no se ha logrado un avance significativo
hacia un acuerdo completo para la solución de la controversia (ojo con la
siguiente frase) elegirá la CIJ como el próximo medio de solución (el
próximo pues, pudiera no ser el definitivo), a menos que los gobiernos de Guyana
y Venezuela (ojo otra vez con esta aseveración), de manera conjunta
solicitaran que se abstenga de hacerlo". Guyana aplaudió e igual hizo
Venezuela.
¿Es cierto?
Sí. Felices ambos de haber
enredado el tema.
Regresemos a la frase que expresó
el portavoz Dujarrie, que provoca más dudas razonables, sobre todo para quienes
no hemos sido diplomáticos y desconocemos las formas, palabras, calificativos, gestos
que en su conjunto podrían decir mucho o, quizá, dada la velocidad con que debe
moverse la diplomacia (expertos nos enseñaron que los Estados defienden
intereses, no amistades), pudieran no decir nada; pues bien, de no lograrse
–dijo Dujarric-“avances” el secretario (obvio que sería luego de recibir el
informe final del fracaso redactado por el propio Nylander) “elegirá la CIJ como
el próximo medio de solución”, a menos que los dos gobiernos se nieguen.
¿Cómo es la cosa?
Para Guyana y Venezuela,
aparentemente, la Corte podría no representar la solución definitiva del
reclamo venezolano, pues el secretario escogería, llegado enero 2018, “el
próximo medio de solución” que sería el camino judicial; es decir, ¿pudiera
haber otro y otro y otro medio?, ¿pero la CIJ no sería la etapa final?
Pareciera ser que no.
Las interrogantes fluyen a
borbotones, después de recorrer el camino judicial ¿qué vendrá?, ¿estará el
gobierno venezolano en capacidad de visualizar el futuro cercano que nos viene
en siete meses?. Habrá que esperar si es que queda alguien interesado al llegar
la Navidad, pero tenemos la osadía “injerencista” de preguntar ¿el gobierno de Maduro
convencerá a Guyana de rechazar conjuntamente la CIJ?
Volvamos al secretario. Al
recibir el informe final de la actuación de su representante, sin haber
alcanzado ningún “avance”, actuará en consecuencia enviando la controversia a
la CIJ, pero el problema, por ahora, no debería centrarse, como lo hemos hecho,
en la selección del medio pues lo
extraño fue:
1°) el lapso perentorio hasta diciembre
de este año; ¿daba por sentado que no se produciría algo positivo?, ¿por qué,
si no había comenzado la labor del “buenoficiante” y ni siquiera había sido
designado?, ¿para qué entonces nombró al noruego?, ¿por el hecho que ayudó en
la solución del conflicto Colombia-Farc de más de 50 años con decenas de miles
de muertos, secuestros y desaparecidos que todos casi conocemos?, ¿equiparó
esta guerra fratricida, hoy aparentemente resuelta, con una controversia que ha
estado discutiéndose, con espacios vacíos, por 51 años y más de 80 días, sin solución
y sin conflicto, al menos armado? o ¿lo hizo por formalidad diplomática?,
¿pretendía que en tan pocas semanas se produjera un parto prematuro?, ¿se
sentía seguro que la solución de la controversia llegaría?, ¿lo convenció
Guyana luego de denunciar por “agresión” en la ONU al gobierno venezolano?. Más
preguntas, más confusión.
2°) ¿Imponer por decisión propia que el
rechazo a la vía
judicial debía venir de los dos
países?. No, si se ve como una orden. Sí, por aceptación bilateral.
El gobierno venezolano deberá
aclarar esta situación del rechazo a dos, si alguien tiene alguna duda, que las
hay en demasía, pues el planteamiento del secretario fue claro, contundente y
lo envió, como debía ser, a Maduro y a su colega guyanés David Granger.
¿El inquilino de Miraflores se
quedó con los ojos claros, pero sin vista?.
No, sabía lo que se le presentaba
y estuvo de acuerdo.
Continuaremos.
Publicado en el Diario “La Razón” del Domingo 14 de Mayo de 20017
2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico
Simón Bolívar
Primera Edición
La
Guayana Esequiba Zona en Reclamación
Terminología
sobre cómo referenciar la Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Nota
del editor del blog:
Al
referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta
los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con
el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de
Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios
estos sobre los cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación
venezolana se reservó sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba
en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por
lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa
al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad
internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía
territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado
río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual
Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el
nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste
desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se
reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto
Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968
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