Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966,
La decisión del plazo hasta el próximo diciembre no es un ultimátum,
aunque pareciera serlo
Rafael Sureda Delgado
En medio del impacto de los 100 y la falta a tiempo del “cono”,
cierre de fronteras con Colombia y Brasil para que no regresen, la deplorable
actitud de la canciller tratando de entrar “por la puerta grande”, no por la
“ventana” como aseguró el presidente, a una reunión del Mercosur sin haber sido
invitada bajo los gritos “derecho de la mujer”, unido a los de Maduro llamando
“ladrón y cobarde” a su homólogo argentino Mauricio Macri y este calificando al
gobierno venezolano de lo mismo por mantenernos en el total abandono; la crisis
general en la MUD; la Iglesia exigiendo “revocatorio presidencial” sustituyendo
la labor de la oposición, tendremos el tema de la reclamación del Esequibo a
partir de mañana primero de enero.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en forma confusa
y faltándole días para entregar su cargo, da a conocer de común acuerdo con su
sustituto Antonio Guterres, que Guyana aceptó continuar, como insistía
Venezuela, con la mediación del “buenoficiante”,
pero sólo hasta diciembre de 2017, salvo que se logre “un avance significativo”
para resolver la controversia, caso contrario intervendrá la Corte Internacional
de Justicia (CIJ), a menos que “de manera conjunta” ambas partes decidan que
“se abstenga (el secretario) de hacerlo” y, de llegar a esta situación, se “evaluará”
qué hacer al respecto.
Sin restarle mérito al pacto que el gobierno logró con
Guyana, la mediación del “buenoficiante”
comenzó en 1983 y nada resolvió, pero da un respiro al gobierno nacional, dado
los ingentes problemas que no encuentra cómo resolver, unido a la pésima imagen
en el exterior y la creciente preocupación de si la Casa Amarilla está en buenas
manos, y no porque sean de mujer, sino por los resultados negativos del trabajo
y la ineficiente labor del cuerpo diplomático, con las salvedades que siempre
existen.
La decisión del plazo hasta el próximo diciembre no es un ultimátum,
aunque pareciera serlo; veamos, el Acuerdo de Ginebra no fija lapsos
perentorios para llegar o acercarse a una solución, salvo la vieja Comisión
Mixta (1966-70), pero en marzo pasado Maduro aseveró que “Venezuela quiere resolver
la disputa limítrofe mediante el mecanismo del buen oficiante, aunque no
descartó que el consenso con Guyana diera lugar a “otras fórmulas" y, una
de ellas precisamente es la vía judicial, sobre la cual insiste Guyana.
Si el secretario general habló de fijar un período, es obvio entonces
que ambos países lo acordaron y luego de los doce meses acudirán a la CIJ, para
dirimir el asunto; todo “consensuado” como lo prometió Maduro; aunque por esta
vía el gobierno acepta que la solución no sea “práctica” ni “satisfactoria” a
los intereses de ambos Estados y menos a los de Venezuela, por ser el país que
reclama lo que no detenta, pues los tribunales no dictan sentencias que satisfagan
a todos. ¿Qué movió a Maduro, como responsable de dirigir las relaciones exteriores,
a tomar esta decisión?
En el ámbito interno, este panorama que presentó el
secretario general ha debido tener, pues es de su competencia, el aval de la “Comisión
Presidencial de Estado para la Garantía de la Integridad Territorial y Asuntos
Limítrofes”, presidida por el vicepresidente ejecutivo e integrada por la
Canciller, los ministros de Estado para la Nueva Frontera de Paz, de la
Defensa, la presidenta del TSJ y demás representantes de los Poderes Públicos;
igualmente, debió recibir la garantía desde la Casa Amarilla del jefe de la
Oficina Especial de Guyana, el director de Fronteras y la Consultoría Jurídica.
Todos responsables por la posible pérdida definitiva del Esequibo.
Pero, insistimos, Ban habló en forma difusa al agregar que llegado
diciembre 2017 y para no ir a la CIJ, debe haberse producido un “avance
significativo” con el trabajo del “buenoficiante”, resultado impredecible pero
¿qué sucedería de no lograrse ese “progreso”
y Venezuela no aceptara la vía judicial, tal como acaba de ser oficialmente
comunicado al secretario, según la Canciller y sin haber siquiera comenzado la
labor del “buenoficiante”, aceptando de antemano que no habrá ningún “progreso”
antes del próximo diciembre?, pues que el trabajo de la secretaría, según el Acuerdo
de Ginebra, dejaría de tener sentido, y quedaría al arbitrio de la “democracia
de paz” de Maduro y del duro presidente Granger, quien tendría vía libre para
acudir a la CIJ.
De llegar a la Corte surge la inquietud que nada tiene que
ver con patriotismo, nacionalismo o venezolanismo, sino puro fundamentalismo
jurídico: ¿Venezuela estaría preparada, frente a la demanda guyanesa, para
demostrar ante los jueces nuestros derechos soberanos sobre el Esequibo, sobre
los cuales aparentemente nadie duda en Venezuela, y demostrar además, que el
Laudo Arbitral de 1899 fue un fraude entre potencias, es decir, un robo a mano armada,
todo ello luego de más de 117 años de vigencia del Laudo usurpador, nunca
solicitada su nulidad por Venezuela?
rafael_sureda@yahoo.com
*Publicado en el Diario “La Razón” del Domingo 1° de Enero de
2017
2005 La Guayana
Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar
Primera Edición
La Guayana Esequiba Zona en
Reclamación
Terminología sobre cómo referenciar
la Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Nota del editor del blog:
Al referenciarse a la República
Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de
territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de
Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de
febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el
Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservó sus
derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo
de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce
como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha
del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva
expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que señala el
Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de
Julio de 1968
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