http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/11/131125_china_japon_nueva_zona_aerea_ng.shtml
Tomado de:
Jonathan Marcus
Corresponsal
diplomático, BBC
Última
actualización: Martes, 26 de noviembre de 2013
La Zona de
Identificación de Defensa Aérea china sobre las islas en disputa entró en
vigencia el sábado.
La declaración
china de una "zona de identificación de defensa aérea" sobre las
islas en disputa en el mar de China Oriental, es el más reciente paso de Pekín
para hacer valer sus pretensiones sobre las islas conocidas como Senkaku, en
Japón, y Diaoyu en China.
El secretario
de defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, describió la medida como "un
intento de desestabilización para alterar el status quo en la región".
El sábado, casi
como subrayando los riesgos que implicaba la decisión, autoridades japonesas
anunciaron que tenían listos dos aviones de caza F-15 para interceptar dos
aviones de vigilancia chinos que se acercaban a las islas.
La política más
firme de China y la aparente voluntad de Japón de contenerla, aumenta la
posibilidad de provocar un conflicto más amplio, que sería más por accidente
que por diseño.
Todos los
puntos de fricción necesarios están ahí. En enero Japón había insistido en que
una fragata china apuntó su radar de tiro contra un buque de guerra japonés
cerca de las islas en disputa. China negó el hecho.
En los últimos
meses Japón ha enviado un número récord de aviones de guerra a interceptar los
que considera intrusos chinos.
Tanto China
como Japón, además, han desplegado ejercicios militares que simulan la toma o
la defensa de islas remotas.
Después de
haber buscado establecer líneas de demarcación en el mar, China ahora busca
hacerlo en el aire.
El resultado
podría ser de gran inestabilidad y con el peligro siempre presente de que un
incidente entre buques de guerra o aviones pueda precipitar un conflicto
localizado entre China y Japón.
Con las
consecuencias siempre de que una escalada en el conflicto termine atrayendo a
otras potencias.
"Carta maestra"
Islas en
disputa
El archipiélago
está formado por cinco islas deshabitadas y tres arrecifes
Japón, China y
Taiwán reclaman su soberanía, pero son controlados por el Japón y hacen parte
de la prefectura de Okinawa
El empresario
japonés Kunioki Kurihara era dueño de tres de las islas pero se las vendió al a
Japón en septiembre de 2012
Las islas
habían sido también el centro de una disputa diplomática importante entre Japón
y China en 2010.
Aunque China
lleva a cabo una rápida modernización de sus fuerzas aéreas y navales, en un
conflicto localizado podría estar en desventaja en comparación a la moderna y
probablemente más capaz flota japonesa.
La cuestión
real es cómo podría manejarse esa crisis. Cómo podría contenerse, y de hecho,
si esa contención sería posible.
Zonas de
Identificación Aérea
Las zonas no
necesariamente coinciden con el espacio aéreo, el territorio soberano o
reivindicaciones territoriales.
Los estados
definen zonas y estipulan las reglas que las aeronaves deben obedecer. Su base
jurídica no es clara.
Durante la
Segunda Guerra Mundial, EE.UU. estableció un perímetro aéreo y ahora mantiene
cuatro zonas separadas en Guama, Hawai, Alaska y la zona continental contigua.
Reino Unido,
Noruega, Japón y Canadá también tienen zonas de identificación aérea.
Al respecto hay
una preocupación creciente de que las herramientas tradicionales de manejo de
crisis puedan ser menos efectivas que en el pasado.
A principios de
noviembre se realizó un ejercicio de guerra en el Centro para Estudios
Estratégicos e Internacionales, un centro de investigación estadounidense, en
el que se simuló un escenario que involucraba a China y Japón.
El enfoque del
juego era ver cómo EE.UU. reaccionaría ante la crisis. A medida que la
situación se iba complicando entre China y Japón, los diferentes jugadores que
estaban actuando en sus roles de altos oficiales estadounidenses, se
resistieron a utilizar el poder militar de EE.UU. ante el miedo de que la
crisis empeorara.
Pero luego, los
jugadores que representaban a los chinos comenzaron a escalar el juego de
guerra de manera significante. Misiles de largo alcance chinos fueron puestos
en alerta máxima y tropas fueron despachadas a las islas en disputa.
EE.UU se vio
forzado a actuar. Se hizo la recomendación de enviar dos grupos de
porta-aviones listos para actuar en el Mar de China Oriental.
En este punto
se creyó que la simulación de guerra habría terminado; EE.UU jugó su carta
maestra con los pesos pesados de su poderío naval, asumiendo que así la crisis
se disiparía.
Pero Robert
Haddick, experto estadounidense en estrategia que sigue muy de cerca los
acontecimientos en la región advirtió que tales suposiciones son obsoletas.
Las islas conocidas como Senkaku, en Japón y
Diaoyu en China, se encuentran bajo el control de Japón pero su soberanía es
reclamada también por Taiwán y China.
En el pasado,
según dice, el envío de grupos de portaviones era visto como la jugada maestra
en la escalada del conflicto, porque había muy poco que los potenciales
adversarios pudieran hacer.
Antídoto
Sin embargo, la
creciente estrategia china de negación de acceso busca explícitamente poner
esos activos estadounidenses en peligro.
Misiles
balísticos antibuques de alto alcance están diseñados para atacar a los
porta-aviones de EE.UU..
En el futuro,
el despacho de uno o dos porta-aviones podría no ser suficiente para contener
la crisis, advierte Haddick.
Puede más bien
incentivar a China a que los ataque.
Las crecientes
tensiones entre China y Japón son sólo un aspecto de los enfrentamientos en la
región, que pueden estar empeorando por cuenta de las estrategias chinas y
estadounidenses.
Un antídoto es
mejorar el entendimiento entre los militares de EE.UU. y China, tema en el que
ha habido algún progreso recientemente.
Pero en el
sentido amplio la doctrina estratégica de EE.UU. en la región –apodada
"Batalla Naval Aérea", parece diseñada para contener el creciente poder
militar chino, mientras la estrategia china de negación de acceso parece
apuntar a obstaculizar la capacidad de las fuerzas aéreas y navales de EE.UU
para hacer intervenciones significativas en las aguas que considera como su
jardín trasero estratégico.
Es por esto que
un enfrentamiento chino-japonés le pone a tantos expertos los pelos de punta.
Contenido
relacionado
Temas relacionados
No hay comentarios:
Publicar un comentario