El Comando Militar de la Amazonia en
conjunto con agencias gubernamentales lleva a cabo acciones sorpresa para
combatir los delitos transfronterizos.
Andréa Barretto/Diálogo | 5 mayo 2017
CAPACITACIÓN Y DESARROLLO En alianza
con el IBAMA, el Ejército confiscó 3.359 metros cúbicos de madera en la región
sur del estado de Roraima. (Foto: Ejército de Brasil)
Con 984 militares dispersos a lo
largo de 1.920 kilómetros de la frontera brasileña con Venezuela y Guyana, la
Operación Curaretinga da seguimiento a una serie de actividades llevadas a cabo
por el Comando Militar de la Amazonia (CMA), para combatir los delitos
transfronterizos. Realizada entre el 23 de marzo y el 3 de abril, esta fue la
novena edición de la Operación Curaretinga que ejecuta la 1.ª Brigada de Infantería
de Selva, con sede en Boa Vista, capital del estado de Roraima. En la
operación, el Ejército estuvo presente en los 15 municipios del estado, que
tiene más del 46 por ciento de su territorio demarcado como tierra indígena.
Con la Policía Federal, los militares
identificaron una actividad ilegal de minería en las orillas del río
Uraricoera. Fueron confiscados 1.790 gramos de oro en poder de 12 personas.
(Foto: Ejército de Brasil)
Pero los militares no actuaron de
forma aislada. Como es típico de esta operación, las actividades tuvieron lugar
en alianza con 86 profesionales de 26 agencias gubernamentales, entre las
cuales está la Policía Federal, la Policía Federal de Carreteras y el Instituto
Brasileño del Medioambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA). “Esto
promueve una suma muy importante, porque cada uno actúa dentro de su
especificidad, lo que contribuye para que la operación sea más eficaz”, afirmó
el Mayor Rodrigo Luiz Soares Evangelista, oficial de Comunicaciones de la 1.ª
Brigada de Infantería de la Selva.
Las operaciones interagenciales ya
eran una práctica de las Fuerzas Armadas, pero la disposición para adoptar este
modelo fue reforzada por el Decreto N° 8.903, firmado en noviembre de 2016 por
el presidente Michel Temer. Este instituyó el Programa de Protección Integrada
de Fronteras, con el objetivo de fortalecer la prevención, el control, la
vigilancia y la represión de los delitos transfronterizos. El documento definió
como una de sus directrices “la actuación integrada y coordinada de los órganos
de seguridad pública, los organismos de inteligencia, la Administración Federal
de Ingresos Públicos, el ministerio de Hacienda y el Estado Mayor Conjunto de
las Fuerzas Armadas”.
En la Operación Curaretinga, se
llevaron a cabo acciones conjuntas como por ejemplo, las patrullas fluviales.
Durante una de ellas, los militares del Ejército y los policías federales
arrestaron a 12 personas con 1.700 gramos de oro extraído ilegalmente, además
de un motor utilizado para extraer el metal precioso y un teléfono satelital.
En el balance final de la operación fueron confiscados 2.733 gramos de oro y
fueron detenidos 28 civiles involucrados en la minería ilegal, practicada
dentro de la Tierra Indígena Yanomami.
Junto al IBAMA, el Ejército confiscó
3.359 metros cúbicos de madera, también extraída de forma ilegal en la región
sur de Roraima. Con la Policía Federal de Carreteras, la atención estuvo
enfocada en la vigilancia de las vías terrestres que unen a Brasil con los
países vecinos. Para ello, fueron armados 47 puestos de bloqueos y control de
carreteras, durante los cuales los policías y los militares revisaron casi
6.000 vehículos.
Medios empleados
De los 984 militares que participaron
en la Operación Curaretinga, la mayoría eran de la 1.ª Brigada de Infantería de
la Selva, pero la acción también contó con participantes del 6.º Batallón de
Ingeniería de Construcción y del 4.º Batallón de Aviación del Ejército, todos
subordinados al CMA.
Tanto los militares del Batallón de
Ingeniería como los de Aviación jugaron un papel clave para facilitar la
movilidad de los equipos. “Roraima tiene zonas muy desiertas, de difícil
acceso, principalmente dentro de las tierras indígenas”, dijo el May. Rodrigo
Luiz. “Los miembros del Batallón de Ingeniería ayudaron a recuperar los caminos
y los puentes para mejorar nuestro acceso, [así como el de los pobladores].
Asimismo, los miembros del Batallón de Aviación ayudaron en el transporte de
tropas por medio de sus aviones”, añadió.
Niños y adultos residentes en la zona
fronteriza de Roraima resultaron beneficiados con acciones de cuidado personal
y estética durante la Operación Curaretinga. (Foto: Ejército de Brasil)
Los helicópteros también fueron
utilizados en patrullas aéreas, lo que permitió la identificación de
actividades sospechosas en tierra, como los focos de degradación ambiental en
el medio de la selva, que llamaron la atención a la posible extracción ilegal
de madera. El 4.º Batallón de Aviación usó cuatro aviones en la Operación
Curaretinga. Para las actividades de patrullaje en los ríos, fueron movilizadas
11 embarcaciones, principalmente lanchas. El Ejército también empleó 115
vehículos para transportar sus tropas por todo el territorio de Roraima.
Médicos y dentistas del Ejército
también atendieron más de 3.400 casos sanitarios en las comunidades que viven
en las zonas fronterizas. Las actividades de carácter social, en ocasión de la
operación, también ofrecieron cortes de pelo y otros cuidados estéticos para
niños y adultos, además de recreación.
Atención a los límites amazónicos
Otra Operación Curaretinga debe
llevarse a cabo en 2017, así como una Operación Curare, que es más amplia.
“Pero no podemos revelar el período en el que están previstas estas acciones
porque puede comprometer la eficacia de la operación”, dijo el May. Rodrigo
Luiz.
Por lo tanto, la realización de
operaciones de carácter sorpresa es una decisión estratégica del CMA.
“Actualmente, está previsto que este tipo de acciones [operaciones fronterizas]
sean realizadas en períodos cortos de manera inadvertida, con gran apoyo de
actividades de inteligencia y, cuando sea posible, con el apoyo de los órganos
de seguridad pública y las agencias gubernamentales”, afirmó el General de
División Antônio Manoel de Barros, comandante del Centro de Operaciones del
CMA.
Con estas características, en 2017
fueron llevadas a cabo la Operación Abraço y la Operación Relâmpago. La
primera, realizada por cerca de 50 militares del 61.º Batallón de Infantería de
Selva (61.º BIS), que usó de forma simultánea, tropas del CMA y del Comando
Militar del Oeste para llevar a cabo una amplia vigilancia a lo largo de toda
la región fronteriza con Bolivia y Perú. Esta operación abarcó del 15 al 24 de
febrero, cuando inició la Operación Relâmpago, todavía sin fecha prevista para
terminar.
La Operación Relámpago cuenta con 70
militares del 61.º BIS concentrados exclusivamente en la frontera con Perú.
“Las operaciones están justificadas por el hecho de que la región fronteriza de
Brasil, que abarca los estados de Rondônia y Acre, es reconocida por su uso
como ruta para el narcotráfico internacional, un acto delictivo que, si no es
combatido adecuadamente, genera problemas de seguridad pública en los grandes
centros urbanos del país y del extranjero”, subrayó el Gral. de Div. Barros.
Rondônia y Acre limitan con Bolivia y Perú, respectivamente. La intención del
CMA “es intensificar las acciones con estas características, con el objetivo de
aumentar la eficiencia y la eficacia de las actuaciones para restringir la
libertad de acción de organizaciones delictivas que operan en la zona”, afirmó.
El CMA tiene como responsabilidad un
área de 9.762 kilómetros de frontera con cinco países: Bolivia, Perú, Colombia,
Venezuela y Guyana. Para llevar a cabo la seguridad de esta zona, la unidad
cuenta con alrededor de 20.000 hombres y mujeres organizados en cuatro
brigadas, seis batallones, una compañía especial de frontera y 23 pelotones
especiales de frontera, seis de los cuales están en el estado de Roraima, donde
fue realizada la operación Curaretinga.
Las operaciones complementan las
actividades de los pelotones en la frontera, que actúan 24 horas al día y todos
los días del año, principalmente destinadas a combatir los crímenes
transnacionales.
2005 La Guayana
Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar
Primera Edición
La Guayana Esequiba Zona en
Reclamación
Terminología sobre cómo referenciar
la Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Nota del editor del blog:
Al referenciarse a la República
Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de
territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de
Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de
febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el
Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservó sus
derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo
de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce
como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha
del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva
expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que señala el
Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de
Julio de 1968