JOSÉ FÉLIX DÍAZ BERMÚDEZ | EL UNIVERSAL
domingo 12 de julio de 2015 12:00 AM
No puede evaluarse la moderna política internacional
venezolana con respecto al Esequibo sin considerar la actuación como
diplomático y estadista del Presidente Rómulo Betancourt.
Un aporte significativo contra el colonialismo en América Latina y el establecimiento de los principios rectores del sistema internacional regional fue el discurso de Betancourt ante la IX Conferencia Interamericana de Bogotá (1948) en el cual delineó: "el problema de la libertad en América y la irritante pervivencia del coloniaje en el continente", rechazando que se: "haya dejado persistir el dominio de potencias colonizadoras sobre vastas porciones del hemisferio" sin haber modificado: "el status colonial en América" cuando en ese tiempo en otras regiones del mundo había logrado superarse.
Betancourt, además de haber sostenido la postura venezolana a favor del respeto a la autodeterminación de los pueblos coloniales y a la garantía de los derechos del hombre, no dejó de defender: "el derecho de ciertas naciones de América a obtener determinadas porciones de territorio hemisférico, que en justicia le puedan corresponder; ni renunciamos los venezolanos, llegado el caso de una serena revalorización histórica y geográfica de lo americano, pudieran hacer valer en pro de sus aspiraciones territoriales sobre zonas hoy en tutelaje colonial y que antes estuvieron dentro de nuestro propio ámbito geográfico".
Sus discursos políticos en ese encuentro internacional -en el cual se suscribió la Carta de la Organización de Estados Americanos-, fueron de tal magnitud que influyeron no solamente en materia de condena al colonialismo y el planteamiento de la reivindicación de los derechos territoriales venezolanos afectados por el mismo, sino también en la consagración de las libertades y derechos democráticos en el continente como normativa esencial de tal instrumento jurídico y del orden político continental.
La obra de gobierno de Betancourt (1959-1964) sobre el reclamo del Esequibo destacó en diversos escenarios nacionales e internacionales y en especial en estos últimos por la actividad diplomática emprendida por el embajador Carlos Sosa Rodríguez ante la 130 reunión de la Cuarta Comisión de las Naciones Unidas el 22-02-1962 y la trascendente declaración del Canciller Marcos Falcón Briceño ante la 348 Sesión de la Comisión de Política Especial de la ONU el 12-11-1962, con lo cual se impulsó, con sentido nacionalista y democrático, la formal reclamación de nuestro irredento territorio oriental.
La expresa manifestación que durante esa época realizó el Congreso de la República el 04-04-1962 de: "Respaldar la política de Venezuela sobre el diferendo limítrofe entre la posesión inglesa y nuestro país en cuanto se refiere al territorio del cual fuimos despojados por el colonialismo; y, por otra parte, apoyar sin reservas la total independencia de la Guayana Inglesa y su incorporación al sistema democrático de vida", constituyó un digno precedente para nuestra política internacional y representó un ejemplo de unidad en torno a nuestro histórico reclamo y en cuanto a: "que Venezuela tiene derechos irrenunciables sobre un territorio arrebatado por el laudo arbitral de 1899, a todas luces injusto, dictado por el interés de expansión colonialista de la Inglaterra victoriana", como bien se indicaba en uno de sus considerandos.
A las gestiones diplomáticas de democracia venezolana de ese tiempo se debe entonces el avance de nuestro proceso de reivindicación territorial sobre el Esequibo y que Inglaterra y su sucesora Guyana reconociesen, por primera vez de manera formal y obligante mediante el Acuerdo de Ginebra (1966), la existencia de una controversia de necesaria solución y que como bien previamente refirió Betancourt en su mensaje presidencial del 07-03-1964, debe tener como consecuencia: "la reincorporación al territorio nacional de una zona que desde un punto de vista jurídico-histórico jamás dejó de pertenecer a Venezuela", y cuyo reclamo: "en nada entorpece las aspiraciones del pueblo de Guayana Británica a su independencia", así como también su propio desarrollo que no puede fundamentarse en el despojo y en desconocimiento de los legítimos de derechos de Venezuela como nación soberana víctima de un acto infame del colonialismo inglés.
@jfd599
Un aporte significativo contra el colonialismo en América Latina y el establecimiento de los principios rectores del sistema internacional regional fue el discurso de Betancourt ante la IX Conferencia Interamericana de Bogotá (1948) en el cual delineó: "el problema de la libertad en América y la irritante pervivencia del coloniaje en el continente", rechazando que se: "haya dejado persistir el dominio de potencias colonizadoras sobre vastas porciones del hemisferio" sin haber modificado: "el status colonial en América" cuando en ese tiempo en otras regiones del mundo había logrado superarse.
Betancourt, además de haber sostenido la postura venezolana a favor del respeto a la autodeterminación de los pueblos coloniales y a la garantía de los derechos del hombre, no dejó de defender: "el derecho de ciertas naciones de América a obtener determinadas porciones de territorio hemisférico, que en justicia le puedan corresponder; ni renunciamos los venezolanos, llegado el caso de una serena revalorización histórica y geográfica de lo americano, pudieran hacer valer en pro de sus aspiraciones territoriales sobre zonas hoy en tutelaje colonial y que antes estuvieron dentro de nuestro propio ámbito geográfico".
Sus discursos políticos en ese encuentro internacional -en el cual se suscribió la Carta de la Organización de Estados Americanos-, fueron de tal magnitud que influyeron no solamente en materia de condena al colonialismo y el planteamiento de la reivindicación de los derechos territoriales venezolanos afectados por el mismo, sino también en la consagración de las libertades y derechos democráticos en el continente como normativa esencial de tal instrumento jurídico y del orden político continental.
La obra de gobierno de Betancourt (1959-1964) sobre el reclamo del Esequibo destacó en diversos escenarios nacionales e internacionales y en especial en estos últimos por la actividad diplomática emprendida por el embajador Carlos Sosa Rodríguez ante la 130 reunión de la Cuarta Comisión de las Naciones Unidas el 22-02-1962 y la trascendente declaración del Canciller Marcos Falcón Briceño ante la 348 Sesión de la Comisión de Política Especial de la ONU el 12-11-1962, con lo cual se impulsó, con sentido nacionalista y democrático, la formal reclamación de nuestro irredento territorio oriental.
La expresa manifestación que durante esa época realizó el Congreso de la República el 04-04-1962 de: "Respaldar la política de Venezuela sobre el diferendo limítrofe entre la posesión inglesa y nuestro país en cuanto se refiere al territorio del cual fuimos despojados por el colonialismo; y, por otra parte, apoyar sin reservas la total independencia de la Guayana Inglesa y su incorporación al sistema democrático de vida", constituyó un digno precedente para nuestra política internacional y representó un ejemplo de unidad en torno a nuestro histórico reclamo y en cuanto a: "que Venezuela tiene derechos irrenunciables sobre un territorio arrebatado por el laudo arbitral de 1899, a todas luces injusto, dictado por el interés de expansión colonialista de la Inglaterra victoriana", como bien se indicaba en uno de sus considerandos.
A las gestiones diplomáticas de democracia venezolana de ese tiempo se debe entonces el avance de nuestro proceso de reivindicación territorial sobre el Esequibo y que Inglaterra y su sucesora Guyana reconociesen, por primera vez de manera formal y obligante mediante el Acuerdo de Ginebra (1966), la existencia de una controversia de necesaria solución y que como bien previamente refirió Betancourt en su mensaje presidencial del 07-03-1964, debe tener como consecuencia: "la reincorporación al territorio nacional de una zona que desde un punto de vista jurídico-histórico jamás dejó de pertenecer a Venezuela", y cuyo reclamo: "en nada entorpece las aspiraciones del pueblo de Guayana Británica a su independencia", así como también su propio desarrollo que no puede fundamentarse en el despojo y en desconocimiento de los legítimos de derechos de Venezuela como nación soberana víctima de un acto infame del colonialismo inglés.
@jfd599
2005 La
Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar Primera Edición
Nota del
editor del blog:
Al referenciarse a la República Cooperativa de
Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste
del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en
Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el Gobierno
Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos
sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966
al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como
territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del
río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva
expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
LA GUAYANA ESEQUIBA
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2008/01/la-guayana-esequiba.html
Terminología sobre cómo referenciar la
Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Mapa que señala el
Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09
de Julio de 1968
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