Con modelos climáticos que proyectan más sequías en el
Amazonas en el futuro, la pérdida potencial de vegetación y de carbono
almacenado asociado puede acelerar el cambio climático global.
Un estudio de la NASA asocia un declive en el
verdor de la Amazonia oriental y sudoriental en los últimos 13 años con una
disminución en las precipitaciones en la zona en la última década.
Con modelos climáticos que proyectan más sequías en el
Amazonas en el futuro, la pérdida potencial de vegetación y de carbono
almacenado asociado puede acelerar el cambio climático global.
El se basó en una nueva forma de medir el "verdor"
de plantas y árboles mediante satélites. Mientras que un satélite de la NASA
midió hasta un 25 por ciento de disminución de las precipitaciones en dos
tercios de la Amazonía entre 2000-2012, un conjunto de diferentes instrumentos
de satélites observaron una disminución del 0,8 por ciento en el verdor sobre
el Amazonas, como se muestra en la imagen. El estudio ha sido publicado en
Proceedings.
Mientras la disminución de la vegetación verde fue pequeña,
la zona no se vio afectada: 5,4 millones de kilómetros cuadrados, lo que
equivale a más de la mitad del área continental de Estados Unidos. Los bosques
tropicales del Amazonas son uno de los sumideros más grandes para el dióxido de
carbono en la atmósfera del planeta.
"En otras palabras demás, si el verdor disminuye, esta
es una indicación de que hay menos carbono retirado de la atmósfera. El
almacenamiento de carbono de la cuenca del Amazonas es enorme, y la pérdida de
la capacidad de tomar la mayor cantidad de carbono podría tener implicaciones
para el cambio climático mundial", declaró el autor principal, Thomas
Hilker, especialista en teledetección en la Universidad Estatal de Oregon en
Corvallis.
Las plantas absorben dióxido de carbono como parte de la
fotosíntesis, el proceso por el que las plantas verdes cosechan la luz solar.
Se calcula que la cuenca amazónica alamacena por este proceso
120.000 millones de toneladas del carbono de la Tierra, que es aproximadamente
3 veces más carbono del que los humanos emiten a la atmósfera cada año. Si la
vegetación es menos verde, será absorbido menos carbono. Como resultado, más
cantidad del emitido por el ser humano permanecería en la atmósfera, aumentando
el efecto invernadero que contribuye al calentamiento global y altera el clima
de la Tierra.
Utilizando el instrumento MODIS (Moderate Resolution Imaging
Spectroradiometer) a bordo de los satélites Terra y Aqua de la NASA, Hilker y
sus colegas desarrollaron un nuevo método para medir el verdor eliminando las
nubes y otras fuentes de error de los datos.
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