Antecedentes inmediatos de la Cuestión de Limites con Guayana
La verdad ante el reclamo la Guayana Esequiba y la
campaña psicológica de desinformación ante
la reclamación, reivindicación,
recuperación, integración, anexión, o
unificación de los territorios ubicados al Oeste del río Esequibo conocidos
como la Guayana Esequiba o Zona en
Reclamación por parte de operadores políticos funcionarios, asesores y consultores desatada por
cuestiones eminentemente ideológicas y
de poder .
¿A qué acuerdo llego el Presidente Hugo Rafael
Chávez Frías, ante la reclamación de la Guayana Esequiba? Parte I
¿A qué acuerdo llego el Presidente Hugo Rafael
Chávez Frías, ante la reclamación de la Guayana Esequiba? Parte. II
¿A qué acuerdo llego el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías,
ante la reclamación de la Guayana Esequiba? Parte. III y última
Tomado de:
Darío Morandy: “El Esequibo es más que un pedazo de tierra
Jun 14, 2015
Para el diplomático Darío Morandy, la orientación de derecha
del nuevo gobierno guyanés, la influencia del Departamento de Estado y la
intención de las trasnacionales de “golpear a PetroCaribe” han configurado la
posición “agresiva” de Guyana
Andreina García Reina
Tras el decreto presidencial 1.787 del 27 de mayo, en el que
Venezuela respondió a la instalación de la plataforma Liza-1 de la Exxon Mobil
en el territorio marítimo que disputa con Guyana con la definición de sus
límites territoriales, se puso de relieve la disputa que enfrenta a ambos
países suramericanos desde hace más de 100 años.
El diplomático Darío Morandy, sociólogo y embajador de
Venezuela en Georgetown entre 2007 y 2012, explica en profundidad lo que
califica como la crisis diplomática “más compleja que podría enfrentar la
Unasur desde su creación”.
Para el profesor jubilado de la Universidad de Oriente, la
orientación de derecha del nuevo gobierno guyanés, la influencia del
Departamento de Estado y la intención
de las trasnacionales de “golpear a Petro Caribe” han configurado la posición
“agresiva” de Guyana y un plan para dejar a Venezuela sin acceso al Atlántico.
¿Qué hay detrás de la explotación petrolera en Guyana?
— Desde 1982 Guyana ya tenía una valoración de los recursos
naturales del Esequibo. En el 2000 Guyana le concedió a la empresa CGX Energy
una concesión en el río Courantyne, frontera con Surinam. Esa concesión trae un
serio problema porque es un territorio en disputa y, en ese momento, Surinam
tomó la decisión por la fuerza de echar la plataforma de CGX Energy de sus
aguas territoriales. Eso generó un conflicto entre los dos países. Guyana
acudió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en el año 2007 un
tribunal arbitral en materia de derechos del mar le concedió la razón a Guyana.
Esa es la primera decisión que habría que analizar para entender este proceso.
En ese momento se dejó ver que detrás se estaban moviendo inmensos intereses
trasnacionales que iban a afectar las relaciones con Venezuela, Surinam y
Brasil.
En 2009 ya estaban las trasnacionales planteando en los
medios internacionales que en Guyana había la posibilidad de crear una inmensa
industria petrolera, que pudiera compararse con lo que ocurrió con Angola en
2007. Comenzaron exploraciones abiertamente en el Esequibo. En 2010 visita a
Guyana el coordinador de asuntos energéticos internacionales del Departamento
de Estado de Estados Unidos, David Goldwyn. Se puso en evidencia que el
Departamento de Estado tenía las manos metidas allí y se podía saber que Guyana
era incluida en un inmenso programa del Departamento de Estado que se llama
“Iniciativa para la gestión y capacitación energética”. Hasta ese momento
nuestra Cancillería no dio respuesta.
“Nuestra embajada perdió la fuerza política y ha perdido
progresivamente la trascendencia en el mundo diplomático”
Un grupo de empresas pequeñas, norteamericanas, de las que
destaca la Anadarko de capital texano auspiciado por el Departamento de Estado
y coordinado por la Misión Diplomática de los Estados Unidos en Georgetown y
que es beneficiaria de uno de los bloques en concesión en el Delta, planteó la
necesidad de montar una pequeña refinería para garantizar el mercado petrolero
de Guyana y del Caribe Oriental, que está plenamente bajo el control y los
beneficios del acuerdo energético PetroCaribe. Allí comenzó la estrategia para
desmontar PetroCaribe. Hoy PetroCaribe pudiese estar en riesgo con esto que
está ocurriendo y ese es uno de los objetivos.
¿Qué papel juegan las trasnacionales en este plan que
menciona?
— Es que es un plan montado por las empresas trasnacionales
más fuertes, más sólidas y con mayor penetración y arraigo al Departamento de
Estado norteamericano, que pone nuevamente en peligro nuestra salida al
Atlántico. Lo peligroso del comunicado [emitido por Guyana el pasado lunes] es
que pone en evidencia la disposición de Guyana a defender los intereses del
capital trasnacional. Hay que explicar que el bloqueo de la salida al Atlántico
pone en riesgo la salida de nuestros productos de las empresas básicas y del
petróleo explotado en la Faja Petrolífera del Orinoco al Atlántico.
La Exxon Mobil llegó a esta estrategia silenciosamente, nunca
había aparecido en las primeras licitaciones. Siempre apareció Canacol Energy,
Repsol, Tullow Oil. La Exxon es la que ha venido dibujado la estrategia, por
eso es beneficiaria de un inmenso bloque de petróleo que ni siquiera está en el
Esequibo y el problema es ese. Más allá de los límites marítimos entre los dos
países, el problema es que el bloque Stabroek, el bloque Roraima y el bloque
Pomeroon entran dentro del territorio marítimo venezolano y ocupan el espacio
del Delta del Orinoco.
Se ha dicho que 25% de la explotación del bloque Stabroek lo
hará la empresa CNOOC
¿Qué papel juegan los capitales chinos?
— El capital chino, que es un capital privado, aparece como
convidado para atender suministros subsidiarios. No es un beneficiario directo.
Ni siquiera aparecen como suscriptores de las concesiones de manera directa.
¿La crisis con Guyana podría afectar nuestra relación con los
capitales chinos instalados en la Faja Petrolífera del Orinoco?
— De manera directa no. Tampoco vamos a actuar de manera
inocente. Todos sabemos que en el mundo diplomático y político deben moverse
todos los elementos necesarios para formar las decisiones. En este caso
Venezuela lo que reclama es un acto de justicia frente al despojo histórico del
Imperio Británico, que fomentó el silencio de la IV República*. El fondo del
problema es que tenemos que ver cuál es la relación que tenemos con todo ese
capital que está allí y ver cómo desarrollamos esa relación.
¿Cuáles cree que han sido los errores históricos de Venezuela
en el manejo de las relaciones con Guyana?
— El error histórico es no haber entendido lo había ocurrido
en el Esequibo en 1899. El error es haberle dado un trato exclusivo de disputa
y haberse quedado en lo elemental, pensar que la disputa del Esequibo era una
disputa por un pedazo de tierra, por 159.000 kilómetros cuadrados. Resulta que
no, el Esequibo es algo más que un pedazo de tierra, el Esequibo es un sitio
maravilloso donde hay relaciones sociales de producción históricas, poblaciones
que han nacido y se han desarrollado allí, donde conviven expresiones sociales
de distinta naturaleza. Hay seis etnias no solo del Caribe sino de toda
América. Lo que en algún momento fue identificado como la familia Caribe tiene
su representación allí. Esas comunidades y ancestros están allí asentados.
Nuestra historia es parte de la historia de Guyana. Por eso hay que ver el
Esequibo como algo mucho más profundo.
Ese territorio está lleno de una riqueza enorme que no ha
sido desarrollada. Me refiero a las reservas de oro, a la reserva forestal que
es inmensa y es parte de la Amazonía, es parte del pulmón vegetal del mundo, y
una riqueza hidrográfica enorme. Nosotros podemos construir allí centros de
producción hidroeléctrica más grandes que la represa de Guri. El Esequibo es
algo estratégico, no solo para Venezuela, no solo para Guayana sino para el
capital trasnacional que anda buscando la manera de apropiarse de eso.
Lo que nos queda en este momento es solicitar de inmediato el
nombramiento del nuevo Buen Oficiante, un señor que con la confianza del
Secretario General de las Naciones Unidas y el visto bueno de los dos países
comience a actuar para construir una salida. Hay muchas y no son ni la
militarista ni la colonización social que plantean algunos. Decir vamos a
partir de cero y nos dividimos el Esequibo no resuelve nada, allí hay gente que
requiere y exige el reconocimiento de su condición humana y eso Venezuela lo
valora más que cualquier otro país.
Las empresas trasnacionales han configurado la posición
“agresiva” contra Venezuela
¿Por qué no actuar de inmediato y nombrar al nuevo Buen
Oficiante?
Porque nuestra embajada ha estado prácticamente paralizada desde el
año 2012, perdió la fuerza política, perdió el carácter integrador, los
vínculos sociales con el pueblo de Guyana y ha perdido progresivamente la
trascendencia en el mundo diplomático.
¿Qué ocurrió en 2012, por qué se perdió esa fuerza política?
— El presidente Chávez era muy cuidadoso a la hora de nombrar
a sus embajadores y estaba claro de que un embajador no es sencillamente un
diplomático que cumple con labores del rigor. Un diplomático es alguien que
tiene profunda formación política, conocimientos geoestratégicos de lo que está
ocurriendo, la disposición al estudio permanente y al mismo tiempo el
compromiso con la defensa del país. Yo creo que nuestra embajadora allá reúne
alguna de esas condiciones, pero no tiene lo básico: la formación, la fuerza y
el fogaje político para entender lo que significa esa embajada de Guyana en el
contexto internacional. Esa embajada es tan importante como la embajada de
Venezuela en los Estados Unidos.
¿No resulta contradictorio que el presidente Maduro habiendo
sido Canciller durante casi siete años no se preocupe por seleccionar mejor a
sus embajadores?
— Creo que es una selección respetuosa, tratando de buscar, a
lo mejor, más adelante el fortalecimiento de eso, pero no ha dado los
resultados. Los embajadores deben ser evaluados permanentemente y no pueden
permanecer mucho tiempo en los cargos. La percepción que ellos (Guyana) tienen
de nosotros es de debilidad, de una misión diplomática muy frágil y de un
gobierno que quiere ocuparlos.
¿Cuál sería el papel político que jueguen en la crisis países
como Cuba o Brasil que han sido aliados de Venezuela en los últimos 15 años?
— Uno de los países más generosos con Guyana en términos de
apoyo y cooperación ha sido Cuba. En este momento las relaciones son
excelentes, probablemente con este nuevo gobierno comiencen las diferencias,
aunque son muchos los programas que comprometen a Guyana con Cuba. Por eso el
papel de Cuba de fundamental. Es interesantísimo eso de que Cuba sea nuestro
aliado en la ALBA, porque Guyana también pidió su ingreso al ALBA.
Brasil hizo un puente sin consultar a Venezuela y eso generó
muchos conflictos con el comandante Hugo Chávez, que no fueron públicos. Hubo
reclamos de Chávez a Lula Da Silva de manera privada. Ese puente lo construyó
Brasil para comunicar el último pueblo del nordeste brasileño, Bonfim, con el
primer pueblo de Guyana, Lethem, y allí cada quien instaló un consulado y eso
lo bautizaron como el Portón del Caribe para el Nordeste Brasileño. Uno ve a
diario un desfile de camiones de productos brasileños, que son los que
alimentan la economía guyanesa. Esa estrategia del Esequibo y lo que tiene que
ver con los dos extremos es lo que necesitamos estudiar.
Es tan complejo que Brasil está firmando un acuerdo para la
construcción de 400 kilómetros y cuatro puentes desde Lethem hasta Linden, un
pueblo negro de Guyana, donde se explota la bauxita, que hoy está en concesión
a una empresa rusa y tiene un carácter importantísimo, y de allí lo vincularían
directamente con el sitio escogido para construir un puerto de aguas profundas.
¿Cómo beneficiaría ese puerto de aguas profundas a Venezuela?
— Ese puerto de aguas profundas tendría que estar vinculado a
nuestra producción en el sur del país, específicamente la de Guayana y de la
Faja Petrolífera del Orinoco, para eso nosotros planteamos la construcción de
una carretera que saldría desde El Bochinche, una zona minera del municipio
Sifontes, para llegar hasta Georgetown, pasando por varios ríos y el puerto de
Parika. Eso nos vincularía de manera directa con el mundo del puerto de aguas
profundas en la desembocadura del río Berbice, otra parte de Guyana donde todos
tienen puesto el ojo para la construcción de ese proyecto. Los únicos que han
presentado propuestas para construir ese puerto de aguas profundas son las
trasnacionales.
¿Qué opina sobre el decreto 1787?
— Es un decreto con un profundo sentido geoestratégico y
social. Ese decreto del presidente Nicolás Maduro no ha sido discutido ni
explicado a la gente. Con ese decreto lo que se hace es poner en funcionamiento
las Zodimain y constituye la Zodimain de la fachada Atlántica, que significa
defender nuestro Delta del Orinoco y respetar, hasta donde tenemos que
respetar, la controversia territorial para que avance por la vía que debe
avanzar, como estamos haciendo a través de los buenos oficios, pero impedir por
encima de todo la ocupación del territorio del Delta. Eso hay que explicarlo en
las universidades, liceos, en todas las instancias políticas que tiene el Psuv,
en las Unidades de Batalla Hugo Chávez (UBCH), en los comandos de luchas
populares. La canciller ha tenido dos intervenciones públicas sobre ese tema
pero no lo ha explicado.
“Los únicos que han presentado propuestas para construir ese
puerto de aguas profundas son las trasnacionales”
Esa respuesta del presidente Maduro al crear las Zodimain es
producto de que algunos factores de la FANB conocen el tema con profundidad y
tienen claro cuál es el paso que hay que dar para la defensa de nuestra
soberanía. Hay que decirlo, reconocerlo, apoyarlo.
¿Qué opina sobre el comunicado que emitió la Cancillería? ¿Es
correcto? ¿Estuvo a destiempo?
— El comunicado es absolutamente correcto en su contenido
porque mantiene incluso un lenguaje respetuoso y manifiesta la preocupación.
Pero también habría que precisar que lo peligroso es el plan que pretende
defenderse con ese comunicado. Habría que explicar cómo se ha confabulado el
capital trasnacional. La provocación no está en el lenguaje, está determinada
claramente por el juego geopolítico de las trasnacionales y eso que hay que
explicarlo en profundidad. Un canciller nuestro tiene que tener pleno
conocimiento para explicar que ahí hay un juego geopolítico. La gente tiene que
saber que el Delta del Orinoco y nuestra salida al Atlántico está en peligro, también
el desarrollo de PetroCaribe, que causa la mayor preocupación a EEUU. La única
recuperación que ellos pueden hacer de su espacio político en el Caribe es
golpeando a PetroCaribe y poner, a través de las trasnacionales, un proceso de
colonización en un contexto moderno, un contexto mejor acabado, un contexto que
le permita no solo sacar petróleo sino controlar a los países del Caribe.
¿Es normal que Guyana marque la agenda diplomática
venezolana?
— Es inconcebible que el canciller de Guyana, acabándose de
instalar en Takuba Lodge, como se conoce a la cancillería guyanesa, convoque
públicamente y de inmediato al embajador de Venezuela para que le explique el
decreto 1787. ¿Qué es eso? Ese decreto es de Venezuela, ese decreto tiene que
ver con nosotros. Ese señor nos marcó la pauta. Eso ocurrió con él llegando y
nosotros que estamos establecidos y tenemos pleno control administrativo y
político de la cancillería no hemos convocado todavía al embajador y nos
planteamos que Venezuela pida una reunión con el canciller. Venezuela tiene que
exigirla, porque ese gobierno de Guyana es agresivo y está al servicio de las
trasnacionales, está perjudicando la paz en la región y pone en peligro a
PetroCaribe.
La posición desde Georgetown es que Venezuela está “socavando
sus posibilidades de desarrollo económico”
¿Es esto cierto?
— Si alguien ha logrado sacar a Guyana del socavón económico
es Venezuela. Guyana tenía un acuerdo de comercialización de arroz, a través de
la Unión Europea, con algunos países como Portugal. Tenían las peores
condiciones, con el Reino Unido en las peores condiciones. Venezuela le dio las
mejores condiciones para que los productores de arroz, que son parte
fundamental de esa economía, se desarrollaran. Venezuela le suministra el 50%
del consumo de combustible a Guyana. Es lo que alimenta el alumbrado de las
calles de Guyana. Estamos hablando de 5.200 barriles diarios. Somos el primer
cooperador directo de Guyana. ¿Cómo es posible que permitamos que David
Patterson, el ministro de Infraestructura Pública de Guyana, emita una
comunicación que le impida a Conviasa volar? Esa es una conexión que costó
muchísimo trabajo. Ese señor toma esa decisión porque supuestamente la empresa
no ha pagado algunos elementos propios del intercambio de la comunicación.
Vamos a revisar las cuentas de PetroCaribe para ver si están actualizadas. Eso
no lo entiende mucha gente de la oposición que es tan miserable que está muda,
porque no entiende lo que ocurre y es incapaz de defender la patria porque
tendría que chocar con Exxon, la Texaco, CGX.
Sin embargo el Psuv tampoco ha hecho muchos comentarios sobre
lo que ocurre en Guyana. No se han organizado como ocurrió con la campaña
#ObamaDerogaElDecretoYA
— Resulta más fácil construir un discurso rápido, con el
carácter de una batalla contra el imperialismo de manera directa. Cuando tienen
que construir un discurso que implica estudios, debate, oír a los especialistas
y escuchar las distintas opiniones, entonces prefieren quedarse en lo básico.
Allí hay un problema profundo, de fondo, que tiene que ver con la política
mundial, con la definición de nuestros límites con Estados Unidos, que tiene
que ver con nuestra relación con El Caribe, que tiene que ver con Isla de Aves.
Todo hay que incluirlo en el debate. Entonces el Psuv, como lo dices, se ha
quedado encasillado en las cuestiones más elementales. Comienza a parecerse a
mucha gente del pasado que no ha abordado en profundidad los temas. Emulamos el
comportamiento político de la vieja dirigencia de la IV República. Yo soy militante
del Psuv y no me canso de repetirlo públicamente, a riesgo de que me llamen
fastidioso, quinta columna o contrarrevolucionario.
El plan de dejar a Venezuela sin salida al Atlántico, “ha
sido implementado por el ala cívica del PPP, con la anuencia de Bharrat Jagdeo,
presidente de Guyana hasta 2011″, explica Morandy.
¿Pudo haber tenido que ver la actitud blanda de Chávez con
los gobiernos guyaneses con esta crisis que se desarrolla?
— Creo que el comandante Hugo Chávez tenía la percepción y la
interpretación más clara de cómo debían ser las relaciones con Guyana. Él
profundizaba el tema, no se quedaba en lo aparente, en la banalización de los
hechos históricos, de los hechos sociales. Él lo dijo, “no podemos ser
obstáculo para que el Esequibo se desarrolle”. Una cosa es que esté en
controversia y otra que pueda desarrollarse. Nosotros no somos obstáculo para
que ningún pueblo se desarrolle.
El comandante Chávez dijo que no se iba a instalar la base
satelital y no se instaló, al mismo tiempo Guyana venía haciendo algunas cosas
que tenían que ver con las concesiones de madera, oro y en algún momento
comenzaron a hacerlo de manera inconsulta lo que impidió que eso se
desarrollara plenamente.
¿Qué postura cree que asuma la Caricom, la Unasur e incluso
la Common Wealth, de la que es parte Guyana?
— La Common Wealth tiene una relación absolutamente
colonialista con esos países, la reina Elizabeth II es aún la presidenta de
muchos. La fuerza que puedan tener es muy remota. Van a actuar a través de las
trasnacionales. Aquí lo importante es Caricom. La comunidad del Caribe no es
totalmente homogénea en torno a los planteamientos de Guyana, han aprobado
históricamente algunas cosas, pero allí hay gente que es miembro del Alba, que
tiene unas relaciones profundas con Venezuela. No solo en lo diplomático, sino
en lo económico y en lo político. Nosotros tenemos que prepararnos para tomar
la iniciativa e ir a ese debate ¿Qué estamos esperando? Que Guyana se presente
a la Caricom. La sede de su secretaría permanente es Guyana.
Unasur va a exigir la profundidad del debate y va a ser el
factor clave para la estabilidad no solo democrática sino de la paz de la
región. Esta es una de las crisis diplomáticas más complejas que enfrentaría
Unasur desde su creación porque tiene demasiadas aristas políticas y
económicas.
Le reitero la pregunta sobre Cuba, ¿a quién apoyará?
Además
de las buenas relaciones históricas con Guyana, en los últimos meses ha
florecido una nueva relación con EEUU
— El papel de Cuba es determinante. No creo que la posición
sea ponerlos de allá o de acá. Frente a las trasnacionales Cuba está clarita.
Si alguien puede interpretar lo que ocurre en El Caribe es la diplomacia
cubana. No veo una nueva relación entre Cuba y EEUU. Lo que veo es que hay una
derrota histórica de EEUU ante la actuación inteligente que ha tenido Cuba,
producto de una realidad económica y social y una lucha que ha mantenido
durante muchos años.
¿Qué es lo que más se puede temer de la reacción de Guyana, y
su “gobierno de extrema derecha”, ante el comunicado de la Canciller y de las
próximas acciones que tome Venezuela en los organismos internacionales?
— La embajada de EEUU en Guyana es la que está marcando la
pauta del gobierno, y es la que define su política internacional. La respuesta
que den dependerá de lo que ordene la embajada norteamericana en Georgetown. En
este momento nos corresponde buscar contenido, fuerza, tener la cautela y la
inteligencia necesarias porque si esto se convierte en un intercambio de
comunicados probablemente llegue un momento en el que se exacerben los
comunicados, se caldeen los ánimos y comience a ir más allá de lo diplomático.
No podemos tampoco estar en la onda militarista, pero no
podemos dejar de entender que Guyana hoy está participando con la cuarta flota
de los Estados Unidos en algunos ensayos militares en San Cristóbal y Nieves en
el Caribe Oriental, y tendrán que hacerlo muy cercano al Delta del Orinoco,
porque en el área frente a Guyana es imposible hacerlo porque sus aguas
territoriales no lo permiten. Esto tenemos que evaluarlo para responder, hay
que explicarle al mundo qué hace Guyana con un pequeño barquito, que no tiene
ninguna posibilidad ni de aprendizaje, en esas prácticas.
¿Sería una suerte de provocación para Venezuela? ¿Una
demostración de fuerza?
— La provocación es del Departamento de Estado, que es quien
lo promueve. El que dirige el plan, el que dice nuestras trasnacionales van
para allá. Hay que recordar que EEUU no tiene una Pdvsa sino que opera con
trasnacionales. Eso es como si Pdsva se metiera allá en la frontera con Estados
Unidos. Hasta que nuestro pueblo no se apropie de la realidad política,
económica y social y del significado histórico de esto que ocurre no podemos
reclamar niveles de consciencia ni puede haber una consulta posterior sobre el
Esequibo. ¿Cómo vamos a hacer una consulta si el pueblo no conoce?
Quién es quién en el nuevo gobierno de Guyana
David Granger, el nuevo presidente de Guyana: “Es un militar
retirado con una formación política de ultraderecha y un defensor a ultranza de
todos los preceptos neoliberales, incluso por encima de cualquier interés
nacional”
Carl Greenigde, canciller: “Siempre ha tenido en la mira
propiciar conflictos con Venezuela porque dice que no va a haber una relación
armoniosa mientras exista la controversia por el Esequibo”
David Patterson, ministro de infraestructuras públicas: “Es
enemigo acérrimo de Venezuela”.
Moses Nagamootoo, primer ministro: “Con él se conforma una
estructura de gobierno que es el resultado del sectarismo, de la negligencia y
de la poca capacidad de respuesta que tuvo el Partido Progresista del Pueblo”.
*Por un error de transcripción en la entrevista publicada
este domingo en la edición en papel, cuando el diplomático Morandy habla de que
“Venezuela lo que reclama es un acto de justicia frente al despojo histórico
del Imperio Británico, que fomentó el silencio de la V República”, lo que
dijo fue IV República.
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at: http://www.larazon.net/2015/06/14/dario-morandy-el-esequibo-es-mas-que-un-pedazo-de-tierra/#sthash.q7xYrqGD.dpuf
2005 La
Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar Primera Edición
Nota del
editor del blog:
Al referenciarse a la República Cooperativa de
Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al
oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en
Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el Gobierno
Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos
sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966
al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como
territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río
Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente
sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la
margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la
Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos
soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea
del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el
Océano Atlántico...”
LA GUAYANA ESEQUIBA
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2008/01/la-guayana-esequiba.html
Terminología sobre cómo referenciar la
Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Mapa que señala el
Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09
de Julio de 1968
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