Tomado de:
Carlos E. Aguilera A
ND
8 Julio, 2014
La canciller guyanesa Roselyn Rodriguez, en recientes
declaraciones insistió nuevamente en solicitar la delimitación de aguas marinas
y plataforma continental con Venezuela, solicitud que antes había formulado en
la ONU, con el propósito de crear matrices de opinión favorable a las
pretensiones expansionistas de su país.
Refirió entre otras cosas que el Laudo de 1899 es legal y
perfecto y que no existe discusión alguna respecto al territorio Esequibo,
declaración que no preocupó en absoluto al régimen socialista bolivariano, el
cual ha hecho mutis sobre tan delicado asunto, pues Maduro se ocupa más de
hacer creer al país de que es víctima de una perversa conjura en contra de su
persona para acabar con su vida. El supuesto magnicidio viene ocupando espacio
y tiempo desde que asumió el poder, posiblemente para distraer a los
venezolanos de los graves problemas que confronta, tales como la inseguridad,
desabastecimiento, alto costo de la vida, desempleo, corrupción y otros temas que
los agobian día a día.
Por eso, ni siquiera se ocupa de defender los derechos
venezolanos sobre el Esequibo, situación que es aprovechada por el gobierno
guyanés para insistir en que la zona en reclamación perdió vigencia desde hace
mucho tiempo.
Bueno sería que este régimen que se dice bolivariano, además
de socialista, o lo que es igual comunista, según Fidel Castro, dejara de lado
la negligente actitud que ha asumido al respecto, y de una vez por todas le
haga saber al gobierno guyanés que firmó el Acuerdo de Ginebra de 1966, el cual
exige la solución práctica y pacífica de la controversia territorial,
ratificando que el límite de la naciente república guyanesa , es el río
Esequibo al oeste, el mismo en el que ellos vienen explotando sus riquezas conjuntamente
con potencias extranjeras, violando el espíritu de lo acordado en aquel
entonces y dejando de lado deliberadamente las decisiones y jurisprudencias de
la Corte Internacional de Justicia de la ONU, que entre otras cosas sentencia
que “la tierra precede al mar, o lo que es igual, que la demarcación terrestre
es primordial, ante de la delimitación de las áreas marinas, que es lo que
caprichosamente ahora reclaman los vecinos guyaneses.
Un poco de historia
El 2 de febrero de 1897, Venezuela e Inglaterra firmaron en
la ciudad de Washington un Tratado en el que se estableció un Tribunal de
Arbitraje, en cuyas instancias se determinaría la extensión original de los
territorios que fueron de Holanda y de España y que ahora reclaman ambos
países.
En el inicio de este litigio Venezuela demostró en forma
contundente la titularidad de todos los territorios situados en la margen
occidental del río Esequibo, mientras que Inglaterra no pudo hacer lo mismo, y
por el contrario presentó pruebas forjadas que no resistieron el cotejo con los
instrumentos jurídicos y gráficos presentados por Venezuela.
Sin embargo, casi tres años después el 3 de octubre de 1899
se reunió en París el Tribunal Arbitral y burlando lo acordado en el Tratado
que tuvo lugar en Nueva York, tomó una decisión que no se corresponde hasta la
fecha actual, pues en la misma se acordó mediante un fallo írrito y
fraudulento, determinar que “la línea de demarcación entre Venezuela y la Gran
Bretaña seguía una línea equivalente a los actuales límites del territorio en
reclamación”. Con esta decisión inapelable Venezuela fue despojada de 159.500
kilómetros cuadrados, ubicados en la margen occidental del río Esequibo.
Cabe significar que por las condiciones que imponía el reino
de Inglaterra, ningún venezolano fue admitido en el Tribunal de Arbitraje que
deliberó en París. Por lo que los intereses venezolanos fueron representados
por dos juristas norteamericanos: Melville Weston Fuller y Davis Josianh
Brewer. El árbitro fue un ruso, Fiódor Martens y los representantes ingleses:
Charles Baron Rusell y Sir Richard Hens Collins.
1966
Sesenta y siete años después de este despojo territorial, en
el año 1966, durante el gobierno del Presidente Raúl Leoni, se originó una
situación que fue aprovechada por la diplomacia venezolana, pues las fuerzas
políticas que actuaban en aquel momento en la Guayana Inglesa, reclamaban su
independencia de la metrópoli.
Venezuela, consecuente con su reclamación territorial
sostenida durante tantos años, reiteró la nulidad de la decisión del llamado
Laudo Arbitral de París. Inglaterra condicionó las conversaciones sobre
reconocimiento por parte de Venezuela, de la naciente República de Guyana, como
a partir de entonces comenzó a denominarse la ex colonia británica.
Venezuela, a su vez, supedita el reconocimiento a la fijación
de las conversaciones, lo cual acepta Inglaterra, pero a cargo de la naciente
Guyana.
Inglaterra, nación favorecida por el Laudo Arbitral de París,
admite la reconsideración del reclamo venezolano y el 17 de febrero de 1966
firma el Acuerdo de Ginebra con Venezuela, conveniencia que garantiza la
reanudación de las negociaciones limítrofes, esta vez y a futuro con Guyana.
El artículo 1º del Acuerdo de Ginebra reza textualmente: “ Se
establece una comisión mixta con el encargo de buscar satisfacciones para el
arreglo práctico de la controversia entre Venezuela y el Reino Unido, surgida
como consecuencia de la contención venezolana de que el laudo Arbitral de 1899
sobre la frontera entre Venezuela y la Guayana Británica es nulo e írrito”.
En el Acuerdo de Ginebra se establece como señalamos en
párrafo anterior, la constitución de una Comisión Mixta paritaria, con
representantes de Venezuela y Guyana, que debía explorar alternativas de
negociación y acuerdos. Transcurrieron cuatro años, lapso durante el cual se
celebraron 17 reuniones sin acuerdo alguno, por lo que cesó en sus funciones el
17 de febrero de 1970 durante el ejercicio presidencial del primer gobierno de
Rafael Caldera.
Protocolo de Puerto España
Ante el fracaso de la Comisión Mixta, el gobierno venezolano
propuso la firma de un Protocolo que posteriormente sería conocido como de
Puerto España, en el cual quedaron congeladas las conversaciones sobre el
diferendo. Dicho protocolo se firmó el 18 de junio de 1970 en la capital de
Trinidad y Tobago, entre representantes de Venezuela, Guyana e Inglaterra.
Mediante este instrumento, el gobierno venezolano propuso la
suspensión de las conversaciones por espacio de doce años, en busca de una
especie de plazo de espera que propiciara nuevas y mejores condiciones para las
negociaciones. Esto implicó la suspensión durante ese lapso de la aplicación de
los artículos 1 y 4 del Acuerdo de Ginebra y del artículo 33 de la carta de la
ONU, que exhorta a las partes en conflicto a buscar una solución por vía de
negociaciones.
El plazo de doce años venció en junio de 1982 durante el
gobierno de Luis Herrera Campins, quien descartó la prórroga del Protocolo, y
acogió la aplicación del Artículo 33 antes referido. Y fue precisamente esta disposición,
la que posibilitó la escogencia del nuevo mediador, el pasado 9 de octubre del
2009 en la ciudad de Nueva York, quien como buen oficiante, debió actuar como
alto comisionado del Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moom, para procurar
una definitiva solución del diferendo territorial de nuestro país y Guyana, que
alcanza ya los 117 años.
Y este gobierno que presume ser fiel intérprete del
pensamiento y acción del Libertador, cuyo nombre invocan populista y
demagógicamente a cada instante, conjuntamente con el del fallecido “Comandante
Supremo”, no ha asumido la responsabilidad que impone tan delicado tema como
son nuestros derechos sobre el territorio Esequibo. ¿Acaso no esto un delito de
traición a la patria?.
Olvidan estos revolucionarios de nuevo cuño una de las
máximas de Bolívar: “Al separarse Venezuela de la nación española, ha recobrado
su independencia, su libertad, su igualdad, su soberanía nacional.
Constituyéndose en una república democrática proscribió la monarquía, las
distinciones, la nobleza, los fueros, los privilegios: declaró los derechos del
hombre, la libertad de obrar, de pensar, de hablar y de escribir. Estos actos
eminentemente liberales jamás serán demasiado admirados, por la pureza que los
ha dictado”.
2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico
Simón Bolívar Primera Edición
Nota del editor del blog:
Al referenciarse a la República
Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de
territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de
Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de
febrero de 1966.
Territorios estos sobre los
cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se
reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota
del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela
reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen
derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se
reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
LA GUAYANA ESEQUIBA
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2008/01/la-guayana-esequiba.html
Terminología sobre cómo
referenciar la Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Mapa que
señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante
el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968
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