domingo, 3 de junio de 2012

Se cae la máscara internacional (La Guayana Esequiba)



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Mapa Oficial de la República Bolivariana de Venezuela 

Tomado de:

ND
2 Junio, 2012
La política internacional venezolana se fija a 21.570 km de distancia, los que nos separan de la Habana.

Los Castro esperaban que “su heredero” se convirtiera en el nuevo profeta del Caribe, ello sin contar con el ego desmesurado del pupilo, quien terminó por despertar sospechas entre sus vecinos, quienes hoy lo consideran un vulgar imperialista deseoso de controlarlos con su riqueza petrolera.
Como muestra, el reciente rechazo del CARICOM a las reivindicaciones venezolanas en el Esequibo, ellos han preferido brindarle apoyo a las pretensiones de Guyana y desconocer nuestros derechos.

En esta oportunidad el gobierno no ha podido culpar al imperio o a la Mesa de la Unidad, el resultado es consecuencia directa de su desidia y de su estilo en las relaciones internacionales.

Los jefes de estado vecinos, aunque silenciosos observan con detenimiento, como el régimen venezolano sacrifica la protección de los intereses de su propio pueblo por sus apetencias de control hegemónico en esta parte del continente, por los que les cabe preguntarse ¿Cuándo vendrá por nosotros?

El inmediatismo con que actúa y sus pretensiones desmesuradas, le impidieron prever las actitudes contrarias a los intereses nacionales y las respuestas diplomáticas necesarias para su protección.

Centrado en la búsqueda de apoyos, se ha dedicado a una operación de marketing de imagen, a través de la cual regala petróleo o lo vende más barato, compra parte de deudas externas, financiacampañas electorales, construye refinerías, casas u hospitales, una suma de regalos millonarios en detrimento de las necesidades del pueblo venezolano, lo que al final solo levanta sospechas entre los vecinos, quienes no pueden encontrar normal esa actitud.

Desde su llegada al poder, Chávez se ha hecho conocer por sus relaciones con los grupos guerrilleros colombianos, quienesa su vez se encuentran en relación con el tráfico de drogas; esos grupos lo ayudan a formar sus equipos bélicos y brindan entrenamiento a sus círculos de defensa de la revolución.

Numerosas son las denuncias sobre el apoyo a sectores radicales islámicos y se ha alertado que esos “grupos generan fondos a través del lavado de dinero, tráfico de drogas y de armas, produciendo millones de dólares vía sus actividades ilícitas. Recientemente dos ex magistrados del Tribunal Supremo de Justicia mostraban como se han organizado en dos importantes carteles, el llamado de los soles y el cartel sirio-libanes.

Otra de las acusaciones es lo relativo a la presencia, cada día más numerosa, de cubanos en los grupos paramilitares y de inteligencia de Venezuela a fin de moldear su Gobierno según el proyecto inicial del Foro de Sao Paulo. Por lo que no es de extrañar el reciente pronunciamiento del Partido de los Trabajadores del Brasil en favor del Presidente Chávez.

La desconfianza al régimen se ha extendido por toda América, un proceso lento pero continuo producto de sus desafueros diplomáticos. Bajo la administración de Chávez hemos tenido problemas con Colombia, Perú, México, Honduras, Panamá y Estados Unidos, incidentes ampliamente comentados en la prensa internacional.

Igualmente con Costa Rica, porque le brindó asilo territorial al sindicalista venezolano, Carlos Ortega. A la República Dominicana, Venezuela le suspendió el suministro de petróleo por negarse a expulsar al ex presidente Carlos Andrés Pérez. Con Chile, por sus intempestivas declaraciones en materias exclusivas de la relación chileno-boliviano, con las cuales demostró un total desconocimiento de los tratados que rigen las relaciones entre esos dos países y el Perú.

En el Salvador, durante uno de sus procesos electorales, donde su candidato, el comunista Shafik Handal fue derrotado con el triunfo de Tony Saca, la injerencia venezolana fue tan evidente que el presidente Flores de El Salvador pidió, que se retirara del país la misión venezolana de ayuda para la reconstrucción salvadoreña, porque lo que estaba haciendo era campaña electoral a favor del FMLN.

Voces internacionales como la del antiguo Presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, se levantaron haciendo un llamado a los países democráticos para que exijan a Chávez “respeto a los Derechos fundamentales y a la institucionalidad democrática comprometida internacionalmente”.

Chávez parece acariciar que su proyecto de integración, El Alba, se convierta en el nuevo Mercosur, una unión más de tipo político que económico. La plataforma para afianzar su liderazgo, convencido de que así llegará a controlar Latinoamérica.

También se han vivido situaciones de tensión con España, Inglaterra, Alemania, Francia, Holanda, Georgia, quienes a han sido blanco de sus desaciertos diplomáticos, las respuestas de esos países han escapado al entendimiento de la Cancillería Venezolana.

La desconfianza del Vaticano con Chávez es tal, que en el último encuentro oficial de su Santidad Benedicto XVI con el Presidente Venezolano, el Papa luego de manifestarle sus preocupaciones en varios de sus proyectos, al final de la audiencia, le entregó un documento en el cual le resumía por escrito todas sus observaciones, una manera de garantizar que sus palabras no fueran tergiversadas.

Caracas ha sido olvidada como destino de los mandatarios de otros Estados. Se han señalado muchas causas de este aislamiento y que producen reserva entre las otras naciones:

1. Los discursos del Presidente: la guerra contra Estados Unidos, la exportación de su Revolución por todo el continente, sus diferencias con la Comunidad Andina de Naciones, su posición contra el ALCA, sus posiciones antisemitas, la defensa de los regímenes de Saddam Husein, y Gadafi.

2. Su intromisión en los procesos políticos en otros países.

3. Sus relaciones con grupos radicales del Medio Oriente, Europa y América Latina; la guerrilla colombiana, ETA, El Chacal.

4. Sus relaciones privilegiadas con Irán, Siria y Bielorrusia.

5. La militarización del país y su carrera armamentista.

6. El estilo autoritario con el que gobierna y las continúas acusaciones internacionales contra la libertad de prensa y las violaciones a los Derechos Humanos que ha recibido.

La ausencia de una política exterior serena, inserta en el sistema internacional de las Naciones Unidas, ha cambiado la percepción del proceso que se vive en Venezuela. La Comunidad Internacional comienza a tomar distancia del Gobierno de Chávez; la época en la que se consideraba que sus acusaciones eran tan sólo una posición estridente, ya no son vistas de la misma manera, a pesar del doble discurso que mantiene, el Presidente ya no logra disimular sus verdaderas intenciones.
Nelson Castellano-Hernández es ex Cónsul de Venezuela en Paris y presidente de Venezuela-Futura, Francia

1994 Guayana Esequiba - Zona en Reclamación MARNR Servicio Autónomo  de Geografía y Cartografía Nacional 3 Edición

Nota del editor del blog: Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.

Territorios estos sobre los cuales el gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana .
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”


 Mapa que señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968.


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