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La Guayana Esequiba - Zona en Reclamación
Mapa Oficial de
la República Bolivariana de Venezuela
Tomado de:
FERNANDO
OCHOA ANTICH | EL
UNIVERSAL
Domingo
15 de enero de 2012 12:00 AM
La designación del general Henry Rangel Silva como ministro de la
Defensa ha colocado, de nuevo, en medio de la polémica nacional la actuación
institucional de la Fuerza Armada. Creo mi obligación, dirigirme a mis
compañeros de armas para recordarles algunos principios y valores militares y,
fundamentalmente, decirles algunas verdades sobre lo que ocurre en Venezuela.
Lo voy a hacer para que el día de mañana ninguno de ustedes pueda decir que no
sabían lo que estaba pasando en nuestro país. No me voy a referir a toda la
problemática que, en estos momentos presenta Venezuela. Es demasiada compleja
para poder desarrollarla en el limitado espacio de un artículo de opinión. Voy
a tratar solamente los aspectos que, por razones profesionales, tienen que ver
directamente con la misión fundamental de la Institución Armada: la defensa de
la nación.
Un aspecto fundamental en la defensa de un país es la unidad de su
pueblo. Sin esa trascendente solidaridad es imposible enfrentar cualquier
amenaza que pueda surgir contra su soberanía. Lograr esa unidad, es la más
importante obligación que tiene un jefe del Estado. Sólo se logra a través de
su ejemplo y de su prédica. Sin alcanzar esa imprescindible cohesión nacional
es imposible la defensa de la nación. Hugo Chávez se ha dedicado durante estos
once años a destruir los firmes lazos de hermandad que siempre existieron entre
los venezolanos, mediante la siembra del odio y del resentimiento. Venezuela,
sin exageración, se encuentra dividida en dos grupos políticos
irreconciliables, cada uno cercano al cincuenta por ciento de nuestra
población, que considera al otro no su adversario ideológico sino su enemigo,
al cual hay que destruir.
La conducción de la política exterior le corresponde al Presidente de la
República, y es una responsabilidad indelegable que exige prudencia,
perspicacia y serenidad. Hugo Chávez, por razones que no son fáciles de
explicar, ha mezclado a Venezuela en delicadas tensiones internacionales de
consecuencias riesgosas e impredecibles. No creo que ningún venezolano, que
tenga claro nuestros objetivos nacionales, pueda explicar las razones del
enconado enfrentamiento con Estados Unidos. Jugar a la guerra, vinculando a
Venezuela a alianzas con países totalmente fuera de nuestra región y
mezclándola en conflictos tan delicados como el existente en el Medio Oriente,
lo menos que produce es angustia y preocupación. La supuesta defensa de nuestra
soberanía no es causa suficiente para exponer a Venezuela y a su pueblo a un
riesgo tan elevado.
Esa supuesta pasión de Hugo Chávez por defender nuestra soberanía es
absolutamente falsa. No haber protestado ante Guyana por la entrega de
concesiones en la Zona en Reclamación fue la primera muestra de debilidad al
iniciarse el gobierno, pero haber guardado silencio al conocerse que su
canciller había planteado ante las Naciones Unidas la ampliación de su
plataforma continental de 200 a 350 millas, sin tomar en cuenta nuestra
reclamación, no tiene justificación alguna. El colmo de los colmos, ha sido la
permanente declaración realizada por Hugo Chávez: "la reclamación sobre la
Guayana Esequiba, realizada por el gobierno de Rómulo Betancourt ante
Inglaterra, surgió por presión de Estados Unidos para derrocar el gobierno
progresista de Cheddy Jagan". Un total absurdo, que compromete gravemente
el Acuerdo de Ginebra.
No creo que el asunto sólo quede allí. Hay que recordar la delicada
crisis que surgió en la Comisión Negociadora de Límites con Colombia al
producirse la renuncia del doctor Francisco Nieves Croes al detectar que los
doctores Pabel Rondón y Pedro Gómez Borrero, presidentes de las comisiones
negociadoras de Venezuela y Colombia, tenían listo, en ese momento, un acuerdo
de delimitación logrado con el respaldo de los dos gobiernos y a espaldas de la
opinión pública venezolana. La posición entreguista de Hugo Chávez sobre este
tema la confirmó en una de sus inaceptables declaraciones: "desde mi época
de militar activo tengo un criterio sobre ese tema alejado de posiciones
extremistas. La delimitación sobre el golfo de Venezuela hay que solucionarla,
en su momento, como tiene que solucionarse un problema entre hermanos". Pura
demagogia...
La segunda, y muy trascendente obligación de la Fuerza Armada, es
cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional. La opinión pública ha venido
señalando, con toda razón, que este gobierno viola de manera flagrante los
principios fundamentales que inspiran la Constitución de 1999 al plantear
establecer en Venezuela un régimen socialista, imponer, a través de una
enmienda la reelección indefinida, rechazada en el Referendo aprobatorio de
2007, y aprobar un conjunto de leyes, entre las cuales están todas las reformas
de nuestra Ley Orgánica. Para colmo, algunos generales, incumpliendo sus
deberes militares, han señalado que la Fuerza Armada no aceptaría el resultado
electoral si es adverso a Hugo Chávez. No creo que la mayoría de la Fuerza
Armada acepte tan absurda posición. De hacerlo, comprometería el destino de
nuestra Institución.
Nota del editor del blog: Al referenciarse a la
República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de
territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de
Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de
febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el gobierno
Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos
sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966
al reconocerse al nuevo Estado de Guyana .
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como
territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del
río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva
expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana,
a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta
su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que señala el Espacio de Soberanía
Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto
Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968.
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