http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/329880/tal-cual-el-arreglo-con-guyana-no-pueden-regirse-por-la-sinrazon-y-los-caprichos-del-presidente/
Tomado de:
Fernando Rodríguez, en su editorial de este miércoles,
publicada en el diario Tal
Cual, opina sobre el conflicto entre Venezuela y Guyana, adicionalmente
hace mención sobre algunas decisiones gubernamentales en materia de política
nacional, como las expropiaciones y la crisis eléctrica.
“Nosotros hemos mantenido desde hace mucho que el problema
guyanés es muy delicado y que no es ajeno a la fraternidad y la mano tendida al
vecino pobre y en su adolescencia como nación“, apuntó Rodríguez.
Lea a continuación la editorial titulada “El susto guyanés“,
tal como esta publicada el día de hoy:
El Presidente confesó no hace mucho que no se había dado
demasiada cuenta de que se le estaba encubando una crisis eléctrica monumental
como la que hemos vivido y seguimos viviendo. Un largo y pesado descuido de
trece años. Pecado confesado, medio perdonado, dice el refrán. Sobre todo que ahora,
en el dolor, la meditación lo ha llevado a ese raro temple del espíritu que es
la sinceridad.
Como a Fidel que también se ha dado algunos golpes de pecho
en su convalecencia. A quienes no tenemos vocación franciscana no nos enternece
la piadosa actitud, no nos interesa, objetivamente es una irresponsabilidad
delictiva producto de la ignorancia y la soberbia.
Esa mentalidad parece ser esencial a este Gobierno. Un día
alguien, después de una docena de ministros del área, se dio cuenta que el
metro, otrora orgullo nacional, se había convertido en algo así como un
afluente del Guaire y estaba a punto de dar lugar a una estrambótica guerra
subterránea, a tal punto la paciencia de los usuarios se había colmado.
Después de algunos años de construcción y ya para entrar en
acción Chacu vio, para su sorpresa, un descomunal edificio en La Candelaria que
no le pareció muy de su gusto y lo expropió, dejando en el esterero a miles de
involucrados y sin saber qué hacer con esa vaina tan grande.
Foto: Editorial la Mosca Analfabeta C.A
Agreguen ustedes sus cuentos a esta novela de piratas, que
son inagotables. ¿Qué tal el de los aviones? Los mapas de Venezuela tienen
desde hace sopotocientos años un extravagante apéndice que los muchachos pintan
en la escuela con rayitas oblicuas y que es la zona, grandota, en litigio con
Guyana. Creemos que a Jaimito ya no le pregunta la maestra por el añadido, que
es y no es parte de la república, del cual no ha hablado sino una o dos veces
el Presidente que habla de todo y repite y repite, además de cantar y bailar.
Se quedó congelado, mudo, en la contratapa de los cuadernos escolares de la
patria nueva.
Pero ya podemos presumir la razón, se le olvidó que los
países tienen fronteras. A lo cual ha debido colaborar en gran medida la
barbarización de la Cancillería pero, sobre todo, la política internacional del
caudillo que no atiende, o no atendía, vamos en bajada y somos tema más para
Interpol que para Foreing policy sino a su estrategia para liderar la región
de donde habría de surgir, él a la cabeza, la muerte del capitalismo y la
salvación del planeta (ahora puede sonar a locura pura y dura pero ustedes
saben que es la pura, dura y flagrante verdad).
De allí que sus antojos estratégicos estuviesen más allá de
las convenciones internacionales y algunos intereses muy trascendentes del
país, emparentados con la soberanía que tanto mienta. Ahora le saltó de nuevo
la liebre y no queda sino mentir, eludir, usar cataplasmas para atenuar un
problema que puede dañar realmente la tierra y el mar bolivarianos.
Nosotros hemos mantenido desde hace mucho que el problema
guyanés es muy delicado y que no es ajeno a la fraternidad y la mano tendida al
vecino pobre y en su adolescencia como nación. Pero eso no implica que los
arreglos a los que se lleguen se rijan por los sanos principios y procederes de
naciones civilizadas y no por la sinrazón del delirio de poder y los caprichos
inmediatistas y las intuiciones arbitrarias del Presidente quien no piensa más
que en su estatua, cada día más majunche.
Nota del editor del blog: Al
referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta
los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con
el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de
Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los
cuales el gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se
reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota
del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana .
“...por lo tanto, Venezuela
reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen
derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se
reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que señala el Espacio
de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto
Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968.
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