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Tomado de:
Escrito por JURATE ROSALES
Martes, 04 de octubre de 2011
Maduro es el púgil que Venezuela monta al cuadrilátero
diplomático para defender los intereses venezolanos en el asunto del
Esequivo. Hagan sus apuestas.
¿Con quién conversa el canciller venezolano Nicolás Maduro
cuando viaja a Guyana? Con su homóloga, la canciller de Guyana, Carolyn
Allison Rodrigues-Birkett, formada en una universidad canadiense, ex
funcionaria del Banco de Desarrollo y desde el 2008, canciller de Guyana.
¿Quién está detrás de la señora Rodrigues-Birkett? Nada
menos que el Commonwealth británico, cuyo Secretario General es hindú,
solidario de los hindúes de Guyana.
Kamalesh Sharma asumió el cargo en 2008 y la política de
expansión marítima de Guyana data de 2009. Anteriormente, Sharma era rector
de la Universidad de la Reina, en Belfast, capital de Irlanda del Norte,
cargo que resalta sus inusuales calificaciones académicas, donde figuran,
entre otras, la del King's College de Cambridge. Detrás de Kalamesh Sharma,
está la curtida cancillería británica y los servicios de inteligencia de
Scotland Yard.
Otro gran poder involucrado en el problema de Venezuela con
Guyana, son las Naciones Unidas, donde será tomada la decisión final
referente al mar que reclama Guyana, pero el señor Maduro no encontró nada
mejor que insultarlas copiosamente, cuando leyó en la Asamblea General de la
ONU, un discurso escrito por Hugo Chávez.
Finalmente, ¿qué quiere Guyana? Guyana pidió a las Naciones
Unidas aumentar su mar territorial en 150 millas náuticas, más allá de las
200 millas de su límite exterior, o sea, llevar a 350 millas náuticas el mar
territorial guyanés. Lo pidieron desde 2009 sin que Venezuela se diera por
enterada y ahora estarían ya a punto de conseguirlo. Con ello, Guyana sacaría
doble ganancia:
1°) tendría en su
poder 350 millas de mar que deberían ser de Venezuela y
2°) con esto
borraría automáticamente el reclamo venezolano sobre el territorio Esequivo.
¿Qué gana el Commonwealth británico ? Una prueba tangible
de la fuerza que representa la unión de las ex colonias británicas que siguen
vinculadas a su antigua metrópolis.
¿Qué gana Gran Bretaña? En primer lugar da prueba que su
manto protector extendido sobre las ex colonias, es valioso. En segundo lugar
-y en eso ganan Guyana e Inglaterra-, se supone que en esa plataforma hay gas
y petróleo submarino. De allí, uno imagina que la British Petroleum está como
caimán en boca de caño, esperando, mientras el poderío imperial británico
trabaja para entregarles esa presa.
Trinidad y Tobago, Surinam y Barbados, hace tiempo saben de
la petición y negocian sus propios intereses en la nueva conformación de
propiedad del mar. Los únicos que nunca dijeron nada son los que más tienen
que perder: Venezuela.
Veamos, pues, qué pierden los venezolanos. Si Guyana
consigue sus 350 millas de mar territorial, Venezuela deja de ser el país
privilegiado con salidas al mar Caribe y al Atlántico, sobre todo por la boca
del Orinoco, vía natural para la exportación de sus inmensas y
desaprovechadas riquezas de hierro, acero, oro y el petróleo de la Faja. Todo
eso deberá pasar por una servidumbre, de la que Guyana será dueña.
En segundo lugar, si Venezuela acepta la entrega de la
extensión del mar a Guyana, es como si aceptara que el Esequivo es de Guyana.
Se acabó el reclamo.
En tercer lugar, Venezuela ya hizo pública su enorme
debilidad en el campo diplomático. Cuando después de una semana de reclamos
de la población por el silencio oficial, finalmente la cancillería emitió una
nota dirigida a Guyana, el reclamo consistió en que ese país
"amigo" no los había advertido de lo que hacía en la ONU. La
respuesta fue fulminante y dejó al descubierto cómo funciona la cancillería
venezolana: Guyana contestó que envió una nota diplomática a la embajada venezolana
el 13 de mayo de 2009.
De tal manera, que en octubre del 2011, la cancillería
todavía no conocía una nota entregada a su embajador en mayo del 2009 y
relacionada con asuntos de primera importancia para Venezuela.
Finalmente, después de lo que obviamente es un gigantesco
chasco diplomático, el gobierno manda a Nicolás Maduro a hablar, no de los
derechos venezolanos sobre el Esequivo, sino "de los límites
marítimos", lo cual de por sí, reconoce que ya no existe el reclamo
sobre todo el territorio Esequivo. Y volviendo entonces al inicio de esta
columna, el señor Maduro defenderá los intereses venezolanos frente a Guyana,
el Commonwealth, la Gran Bretaña y las Naciones Unidas, todos juntos, y lo
que salga de sus conversaciones atará a Venezuela sobre asuntos que
involucran los intereses vitales del país.
Nota del editor del blog: Al
referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en
cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo
conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al
Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los
cuales el gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se
reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota
del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana .
“...por lo tanto, Venezuela
reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la
margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional,
que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la
zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en
consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se
reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo
Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde
su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que señala el
Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto
Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968.
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