domingo, 3 de octubre de 2010

Grupos indígenas dicen no a represas



Tomado de:
http://www.noticiasaliadas.org/articles.asp?art=6230

Comunidades nativas advierten que proyectos hidroeléctricos amenazan su cultura, salud y bienestar.
Integrantes de comunidades indígenas han denunciado los considerables daños contra el medio ambiente, la salud y la cultura que suponen una serie de centrales hidroeléctricas construidas en ríos tributarios del Amazonas, y demandaron al gobierno reconsiderar el impulso que da a estos proyectos multimillonarios.


En una carta abierta publicada el 27 de agosto, titulada “Carta de los cuatro ríos”, luego que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva diera luz verde a la represa de Belo Monte, de US$11 millardos, numerosos grupos indígenas y organizaciones de derechos humanos señalaron que los proyectos hidroeléctricos en los ríos Madeira, Tapajós, Xingu y Teles Pires significan la evacuación militarizada de las poblaciones y la criminalización de la protesta social.


“Las amenazas que están sufriendo las poblaciones de los ríos Madeira, Tapajós, Xingu y Teles Pires también son motivo de nuestras preocupaciones, ocasionadas por los falsos discursos de progreso, desarrollo, generación de empleo y mejoría de la calidad de vida, vendidos por los gobiernos y consorcios de empresas en una clara demostración del uso de la demagogia en detrimento de la verdadera información, negada en todo el proceso de otorgamiento de licencias e implementación de los emprendimientos”, dice la carta redactada por grupos indígenas tras una reunión en Itaituba, en el norteño estado amazónico de Pará. “Condenamos la privatización de nuestros recursos naturales que provocan inseguridad y degradación de los pueblos, culturas y conocimientos milenarios, de nuestros bosques, nuestros ríos y nuestra biodiversidad”.

El 27 de setiembre, la Procuraduría (Ministerio Público) Federal del estado de Pará emitió una declaración luego de reunirse con comunidades indígenas locales en la que señala que “todavía falta para que el proyecto se haga realidad, pero nos preocupa que estas familias no hayan recibido información concreta sobre su desarrollo”.


La Procuraduría dijo que miembros de las comunidades les manifestaron que trabajadores del consorcio Norte Energia, a la que se le otorgó la concesión para la construcción de la represa, han ingresado a sus tierras sin permiso.


Además del proyecto Belo Monte, que se espera sea la tercera represa más grande del mundo, las represas Santo Antônio y Jirau sobre el río Madeira, en la Amazonia occidental brasileña —dos proyectos con un costo inicial de US$5 millardos— están entre los proyectos de infraestructura más controvertidos.

Algunos ambientalistas han señalado que las dos represas que se encuentran en construcción y que forman parte de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), ya están causando daños irreversibles a la población de peces del río, que es la principal proteína para decenas de grupos indígenas, algunos de los cuales viven en aislamiento voluntario, en esa zona.


“Los potenciales impactos ambientales y sociales —incluyendo desplazamiento, amenazas a la seguridad alimentaria, creciente exposición a enfermedades, presión sobre los ya débiles servicios sociales, riesgos a la biodiversidad y deforestación que ocasiona emisiones de gases de efecto invernadero— hacen que el complejo Madeira esté en camino de convertirse en un desastre del ‘desarrollo’”, afirmó la organización ambientalista estadunidense Rainforest Alliance. —Noticias Aliadas.

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