Autor: Oscar Eduardo Lazcano Henry
Publicado el 23 de November, 2009
Las provocaciones demenciales de Hugo Chávez contra Colombia y contra el “Imperio”, es un hecho comprando armas hasta los tuétanos, atiza el fuego de la guerra y no mide consecuencias de lo que esto significa. En el subcontinente hay profundas heridas sobre límites y empuja el armamentismo peligroso. Venezuela tiene diferencias con Guyana y con Brasil desde 1810. Colombia y Venezuela no definen lo del golfo de Coquivacoa y con Nicaragua, Colombia, sostiene un pleito sobre las islas de San Andrés y Providencia y con Ecuador sobre hitos del Cerro Troya.
Brasil tiene diferencias con Paraguay con Itaipú y los campos soyeros, Argentina con Chile tienen problemas sobre la Tierra del Fuego, Chile con Bolivia sobre el mar irredento y con Perú, hay pleito de límites marinos. Uruguay y Argentina, mantienen diferencias en el río Uruguay. Paraguay llevó a la OEA la denuncia sobre el armamentismo de Bolivia y no debemos olvidar la geopolítica de Pinochet, que plantea en su libro “Hacia las Montañas” ocupar –incluso- el Lago Titicaca. El escenario político extremista de América del Sur, desafía a Estados Unidos, y este tiene la mira puesta, respecto a sus intereses geopolíticos donde están las FARC y el narcotráfico poderoso de por medio, que ya tiene 7 bases militares en Colombia, dos en Perú (Chiclayo -Amazonas y Ayacucho – altiplano frontera con Bolivia) y una gran pista de 3. 800 metros en Estigarribia construida en el Chaco paraguayo para controlar la Triple Frontera a 200 kilómetros de Bolivia.
Las denuncias sobre espionaje chileno al Perú, se complica con las declaraciones del vicecanciller Hugo Fernández del gobierno de Evo Morales, que las calificó de: “cosa normal que existe en todo el mundo”, añadiendo que: “forma parte de su manera de defenderse”; metiéndose donde no debió meterse y sobre esto, continuó diciendo que: “el espionaje es cosa normal y que no hay que dejarse “pescar” usando éste término altiplánico que hay que entender por “dejarse atrapar”, juicio de valor abiertamente imbécil que lleva el signo de la política exterior del Estado Plurinacional Boliviano de país inestable, incómodo para los vecinos, acentuados por una grave confrontación interna, que nadie sabe cómo acabará. A su vez este alto personero de la estupidez (confundiendo los hechos), justificó la expulsión de la DEA, sin que nadie entienda ¿por qué semejante comparación?…Lo cierto es que hay intereses mundiales de reconfigurar territorialmente América del Sur y bajo esta mira está Bolivia, innegablemente por causa de la más negra tesis de volver al Imperio Incaico, tal como propusiera Hitler al pueblo alemán, del Tercer Reich que no es nada más, ni nada menos que el Imperio Romano Germano, que alimentó en sus fogosos discursos: “ganar espacio vital para los alemanes”. Cuando los gobiernos se arman es por algo. Y ese algo tiene que ver con el macaco del Caribe, que armó la patria de Bolívar hasta los dientes. La OEA, convertida en un triste “club de presidentes” con un Secretario General Insulza ha convertido a la organización en alcahuete de UNASUR y ALBA, no sirve para nada y la ha desacreditado con sus actos y con su presencia envilecida precipitando el desequilibrio político que lleva signos extremistas.¡Al Rojo Vivo!
Publicado el 23 de November, 2009
Las provocaciones demenciales de Hugo Chávez contra Colombia y contra el “Imperio”, es un hecho comprando armas hasta los tuétanos, atiza el fuego de la guerra y no mide consecuencias de lo que esto significa. En el subcontinente hay profundas heridas sobre límites y empuja el armamentismo peligroso. Venezuela tiene diferencias con Guyana y con Brasil desde 1810. Colombia y Venezuela no definen lo del golfo de Coquivacoa y con Nicaragua, Colombia, sostiene un pleito sobre las islas de San Andrés y Providencia y con Ecuador sobre hitos del Cerro Troya.
Brasil tiene diferencias con Paraguay con Itaipú y los campos soyeros, Argentina con Chile tienen problemas sobre la Tierra del Fuego, Chile con Bolivia sobre el mar irredento y con Perú, hay pleito de límites marinos. Uruguay y Argentina, mantienen diferencias en el río Uruguay. Paraguay llevó a la OEA la denuncia sobre el armamentismo de Bolivia y no debemos olvidar la geopolítica de Pinochet, que plantea en su libro “Hacia las Montañas” ocupar –incluso- el Lago Titicaca. El escenario político extremista de América del Sur, desafía a Estados Unidos, y este tiene la mira puesta, respecto a sus intereses geopolíticos donde están las FARC y el narcotráfico poderoso de por medio, que ya tiene 7 bases militares en Colombia, dos en Perú (Chiclayo -Amazonas y Ayacucho – altiplano frontera con Bolivia) y una gran pista de 3. 800 metros en Estigarribia construida en el Chaco paraguayo para controlar la Triple Frontera a 200 kilómetros de Bolivia.
Las denuncias sobre espionaje chileno al Perú, se complica con las declaraciones del vicecanciller Hugo Fernández del gobierno de Evo Morales, que las calificó de: “cosa normal que existe en todo el mundo”, añadiendo que: “forma parte de su manera de defenderse”; metiéndose donde no debió meterse y sobre esto, continuó diciendo que: “el espionaje es cosa normal y que no hay que dejarse “pescar” usando éste término altiplánico que hay que entender por “dejarse atrapar”, juicio de valor abiertamente imbécil que lleva el signo de la política exterior del Estado Plurinacional Boliviano de país inestable, incómodo para los vecinos, acentuados por una grave confrontación interna, que nadie sabe cómo acabará. A su vez este alto personero de la estupidez (confundiendo los hechos), justificó la expulsión de la DEA, sin que nadie entienda ¿por qué semejante comparación?…Lo cierto es que hay intereses mundiales de reconfigurar territorialmente América del Sur y bajo esta mira está Bolivia, innegablemente por causa de la más negra tesis de volver al Imperio Incaico, tal como propusiera Hitler al pueblo alemán, del Tercer Reich que no es nada más, ni nada menos que el Imperio Romano Germano, que alimentó en sus fogosos discursos: “ganar espacio vital para los alemanes”. Cuando los gobiernos se arman es por algo. Y ese algo tiene que ver con el macaco del Caribe, que armó la patria de Bolívar hasta los dientes. La OEA, convertida en un triste “club de presidentes” con un Secretario General Insulza ha convertido a la organización en alcahuete de UNASUR y ALBA, no sirve para nada y la ha desacreditado con sus actos y con su presencia envilecida precipitando el desequilibrio político que lleva signos extremistas.¡Al Rojo Vivo!
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