Tomado de:
http://www.talcualdigital.com/Blogs/Viewer.aspx?id=23191&b=75
Más allá de los lugares comunes que todo discurso de cualquier miembro del alto mando militar "debe" referir en este gobierno: las consabidas arengas chavistas pues ya no son revolucionarias; deben reconocerse dos aspectos importantes en el discurso del nuevo comandante general de la Armada Carlos Máximo Aniasi Turchio
Por: Rocío San Miguel
Más allá de los lugares comunes que todo discurso de cualquier miembro del alto mando militar "debe" referir en este gobierno: las consabidas arengas chavistas pues ya no son revolucionarias, la perorata en contra de la oligarquía y el imperialismo y la recién obligada referencia al tema Honduras; deben reconocerse dos aspectos importantes en el discurso del nuevo comandante general de la Armada Carlos Máximo Aniasi Turchio:
a) Haber recordado en presencia del Comandante en Jefe, la importancia del rol de la Armada venezolana en su obligación de jurisdiccionar los espacios marítimos y fluviales de la República; algo que se estaba olvidando a pesar de lo obvio de las razones de su existencia.
b) Las referencias que hizo en torno a la lealtad. Ojalá pueda, comandante Aniasi, retomar la Armada el tema del control de los espacios marítimos y fluviales venezolanos desde una perspectiva estratégica, esto es incidiendo más allá del patrullaje y los ejercicios navales, en el gravísimo problema de la pérdida de soberanía territorial fronteriza.
Cinco aspectos son claves para la Armada en este sentido:
1) el seguimiento a la delimitación de aguas marinas y submarinas con la República de Colombia. Muchas cosas turbias parecen ocurrir en la conceptuación de la posición venezolana sobre el tema que históricamente estuvo clara y ahora parece cambiar. No pensamos que sea el Tte. Cnel. Arias Cárdenas el más calificado para dirigir el proceso en nombre de Venezuela. La Armada sin ningún equívoco debe continuar con el patrullaje naval que históricamente ha venido realizando al norte del Golfo de Venezuela. A pesar del pragmatismo colombiano de Uribe, de sacar de Chávez astutamente lo que quiera.
2) El seguimiento a la delimitación pendiente en el Caribe Oriental.
Es inadmisible la posición entreguista del gobierno nacional a cambio de los votos de estos Estados-Isla en la OEA. No es precisamente el imperio el que está cerrando la salida de Venezuela al Atlántico y usted lo sabe. Es la débil posición de Venezuela en el abordaje de esta delimitación.
3) La asesoría en torno a las medidas a tomar para neutralizar las acciones de Barbados en materia de concesiones petroleras que atentan contra la integridad de los espacios marítimos jurisdiccionales de la República. Venezuela se hace la sorda, la muda y la ciega en un tema que puede ocasionar graves e irreversibles consecuencias de alto impacto para la libre navegación marítima nacional y sobre la enorme rentabilidad económica que perderíamos sobre la explotación de dichos espacios.
4) El seguimiento de las actividades que adelanta el gobierno con Guyana para una solución de la controversia territorial por el Esequibo. La postura de patrullaje sobre el sector del Atlántico que genera el territorio en reclamación no ha cambiado y no debe cambiar. En la Armada ha estado clara siempre esta postura a pesar de la falta de recursos presupuestarios, a pesar del narcotráfico en la zona y de las enormes presiones que desde todos lados recibe Zonal Naval de Oriente para declinar en su labor.
5) Finalmente apuntalar el patrullaje fluvial y la misión de los apostaderos navales al sur de Venezuela. Sin olvidar que las minas antipersonales que los circundan deben retirarse, usted lo sabe. Y si se han perdido los mapas donde éstas se encuentran sembradas como parece-, acudir a la ayuda internacional para su localización y desminado. Eso es un gesto de lealtad a favor de la integridad personal de los soldados que pueden quedar expuestos a perder las piernas, los brazos y la vida por un asunto que no termina de afrontarse desde el componente que usted ha pasado a comandar
http://www.talcualdigital.com/Blogs/Viewer.aspx?id=23191&b=75
Más allá de los lugares comunes que todo discurso de cualquier miembro del alto mando militar "debe" referir en este gobierno: las consabidas arengas chavistas pues ya no son revolucionarias; deben reconocerse dos aspectos importantes en el discurso del nuevo comandante general de la Armada Carlos Máximo Aniasi Turchio
Por: Rocío San Miguel
Más allá de los lugares comunes que todo discurso de cualquier miembro del alto mando militar "debe" referir en este gobierno: las consabidas arengas chavistas pues ya no son revolucionarias, la perorata en contra de la oligarquía y el imperialismo y la recién obligada referencia al tema Honduras; deben reconocerse dos aspectos importantes en el discurso del nuevo comandante general de la Armada Carlos Máximo Aniasi Turchio:
a) Haber recordado en presencia del Comandante en Jefe, la importancia del rol de la Armada venezolana en su obligación de jurisdiccionar los espacios marítimos y fluviales de la República; algo que se estaba olvidando a pesar de lo obvio de las razones de su existencia.
b) Las referencias que hizo en torno a la lealtad. Ojalá pueda, comandante Aniasi, retomar la Armada el tema del control de los espacios marítimos y fluviales venezolanos desde una perspectiva estratégica, esto es incidiendo más allá del patrullaje y los ejercicios navales, en el gravísimo problema de la pérdida de soberanía territorial fronteriza.
Cinco aspectos son claves para la Armada en este sentido:
1) el seguimiento a la delimitación de aguas marinas y submarinas con la República de Colombia. Muchas cosas turbias parecen ocurrir en la conceptuación de la posición venezolana sobre el tema que históricamente estuvo clara y ahora parece cambiar. No pensamos que sea el Tte. Cnel. Arias Cárdenas el más calificado para dirigir el proceso en nombre de Venezuela. La Armada sin ningún equívoco debe continuar con el patrullaje naval que históricamente ha venido realizando al norte del Golfo de Venezuela. A pesar del pragmatismo colombiano de Uribe, de sacar de Chávez astutamente lo que quiera.
2) El seguimiento a la delimitación pendiente en el Caribe Oriental.
Es inadmisible la posición entreguista del gobierno nacional a cambio de los votos de estos Estados-Isla en la OEA. No es precisamente el imperio el que está cerrando la salida de Venezuela al Atlántico y usted lo sabe. Es la débil posición de Venezuela en el abordaje de esta delimitación.
3) La asesoría en torno a las medidas a tomar para neutralizar las acciones de Barbados en materia de concesiones petroleras que atentan contra la integridad de los espacios marítimos jurisdiccionales de la República. Venezuela se hace la sorda, la muda y la ciega en un tema que puede ocasionar graves e irreversibles consecuencias de alto impacto para la libre navegación marítima nacional y sobre la enorme rentabilidad económica que perderíamos sobre la explotación de dichos espacios.
4) El seguimiento de las actividades que adelanta el gobierno con Guyana para una solución de la controversia territorial por el Esequibo. La postura de patrullaje sobre el sector del Atlántico que genera el territorio en reclamación no ha cambiado y no debe cambiar. En la Armada ha estado clara siempre esta postura a pesar de la falta de recursos presupuestarios, a pesar del narcotráfico en la zona y de las enormes presiones que desde todos lados recibe Zonal Naval de Oriente para declinar en su labor.
5) Finalmente apuntalar el patrullaje fluvial y la misión de los apostaderos navales al sur de Venezuela. Sin olvidar que las minas antipersonales que los circundan deben retirarse, usted lo sabe. Y si se han perdido los mapas donde éstas se encuentran sembradas como parece-, acudir a la ayuda internacional para su localización y desminado. Eso es un gesto de lealtad a favor de la integridad personal de los soldados que pueden quedar expuestos a perder las piernas, los brazos y la vida por un asunto que no termina de afrontarse desde el componente que usted ha pasado a comandar
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