Tomado de:
30 de Julio de 2014, 07:12
La inquebrantable política marítima chilena, después de
décadas, siente las primeras fisuras en su propio contexto, ante el impacto
político e histórico que causa la demanda planteada por nuestro país en la
Corte Internacional de Justicia de La Haya.
El enfoque tradicional chileno, de soslayar los legítimos
derechos de Bolivia, respecto al cumplimiento del Tratado de 1904 y negar
tajantemente una salida hacia al Pacífico, tambalea por la solidez jurídica e
histórica contenidos en la demanda boliviana.
La Cancillería de la Nación vecina percibe que la demanda de
Bolivia -como sucedió con el Perú- podría ser el segundo juicio perdido en
pleno Siglo Veintiuno. Situación catastrófica para sus planes estratégicos de
mantener hegemonía en las aguas del océano Pacífico y postergar el desarrollo
económico y social de los países que combatieron contra las fuerzas
chilenas-inglesas en la injusta guerra de 1879.
La comisión de la Causa Marítima, que elaboró el documento,
en voz de Carlos Mesa, nuestro delegado internacional pone en claro: a) Que el
documento de Bolivia ante La Haya es sólido y consistente b) Que no tiene
relación alguna con el Tratado de 1904 y c) Que neutraliza a la contrademanda
de Chile ante La Haya.
La comisión de la Causa Marítima cumple su trabajo con alto
sentido de Patria; mística que debe contagiarse toda la sociedad boliviana sin
excepciones.
En el ámbito político, se dijo desde curules de la oposición
que el tema marítimo no debe ser politizado. Mensaje que implícitamente politiza
la cuestión marítima. Es imperdonable la ceguera que comparten algunos
políticos.
Entretanto, es casi imposible que cualquier dirigente chileno
sea voz discordante y contraria a la cuestión marítima que sustenta su país.
EL DIARIO, consecuente con la defensa de nuestros derechos en
el Pacífico, en sus once décadas de vida, alienta los planes de recuperar lo
que siempre es nuestro: las costas y las aguas del Litoral utilizadas desde la
Colonia y que son las mismas con las que nació Bolivia a la República en 1825.
Cerrar filas y apoyar el esfuerzo de Bolivia ante La Haya;
escuchar el estruendo de una sola voz en los cuatro puntos cardinales del
territorio nacional, aplaudiendo el éxito político del documento histórico, es
el deber de todo boliviano que ama nuestra Patria.
Recordemos que en más de un siglo, esta es la primera vez que
Bolivia, realmente, está en el potencial camino de doblar el brazo a la
estrategia chilena de usurpar eternamente nuestro litoral que, por Historia y
por Derecho, pertenece a Bolivia. (Clovis Díaz).
El Diario
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