http://www.latercera.com/noticia/portada/2013/04/653-520235-9-biografia-autorizada-de-thatcher-habla-de-rol-de-chile-en-guerra-de-malvinas.shtml
Tomado de:
Según el libro, Santiago fue el primero en ofrecer ayuda a
Londres ante el conflicto, a través de los servicios de la fuerza aérea y
naval.
por M. Ruiz del Arbol/C. Cifuentes, Londres/Santiago -
24/04/2013 - 03:14
Como “el peor momento de su vida”. Así describió en su
biografía autorizada la ex primera ministra británica Margaret Thatcher la
Guerra de las Malvinas (Falklands para los británicos), que se desarrolló entre
el 2 de abril de 1982 y el 14 de junio de 1982. El ex director del diario The
Daily Telegraph, Charles Moore, dedicó los dos últimos capítulos al conflicto
en su libro Margaret Thatcher: The Authorized Biography, Volume One: Not For
Turning, que fue publicado ayer en Reino Unido y que narra la vida de la ex
premier hasta noviembre de 1982. El autor está trabajando en el segundo volumen
de la biografía.
Para realizar su trabajo, que comenzó en 1997 y que, a
petición de Thatcher, sólo podía ser publicado tras su muerte -ocurrida el
pasado 8 de abril producto de un derrame cerebral-, Moore entrevistó a 315
personas y contó con toda la colaboración de la “Dama de Hierro”, su familia y
su círculo más cercano.
En la biografía existe una referencia al rol que jugó Chile
en el mencionado conflicto. Según el relato, “Thatcher estaba impresionada por
el nivel del apoyo internacional que había acumulado desde la invasión
argentina (a las islas). Primero, encubiertamente, llegó Chile, cuya disputa
con Argentina sobre el Canal de Beagle lo había hecho hipersensible ante la
agresión argentina. Incluso, antes de que la invasión se completara, Chile
ofreció a Reino Unido el uso de sus puertos. De ahí en adelante las tareas de
inteligencia y la cooperación logística fueron constantes”.
Para el 6 de abril, Santiago ya había “ofrecido los servicios
de su fuerza aérea y naval, todo ello autorizado por el dictador Augusto
Pinochet”, indica el libro.
El nombre del general sólo aparece en esa ocasión. Sin
embargo, el autor le dedica una nota al pie de página que da fe de la buena
relación que tenía con la “Dama de Hierro”: “En 1998 él fue detenido en Londres
como resultado del intento de un juez español por extraditarlo y que se
enfrentara a los cargos por crímenes como tortura y asesinato. Lady Thatcher
protestó vehementemente contra este tratamiento”, dice la nota.
Para llevar a cabo su relato, Moore entrevistó a varios
asesores de Thatcher, también recopiló cartas e incluso consiguió algunos
diarios personales de los funcionarios. Además, se basó en registros de
conversaciones entre miembros del gobierno. En uno de esos registros, Nicholas
Ridley, uno de los mayores asesores de Thatcher en asuntos económicos, sugirió
en 1980 que Reino Unido cediera su soberanía a Argentina. Documentos históricos
señalan que tal idea había crecido dentro de la Cancillería británica entre
fines de 1979 y comienzos de 1980. La idea era proponer una solución en la que
el arriendo era la opción más viable y mutuamente conveniente. A través de este
mecanismo, Argentina obtendría la soberanía formal, mientras que la
administración de las islas quedaría a cargo de Reino Unido por un tiempo
limitado a ser negociado.
“En una reunión del Comité de Defensa de su gabinete, el 7 de
noviembre de 1980 Thatcher expresó sus dudas al respecto: “Será muy difícil que
cedamos la soberanía”, dijo la primera ministra.
Por otro lado, el libro recoge también sus momentos
complicados durante este conflicto. Muestra una Thatcher vulnerable a ciertos
dolores humanos, como la traición (política en este caso). Una faceta muy
desconocida hasta la publicación de esta biografía. Moore cuenta los esfuerzos
de la gobernante por convencer a su mejor aliado, el entonces presidente de los
Estados Unidos, Ronald Reagan, de que apoyara su campaña contra Argentina. El
periodista cuenta que en sus conversaciones con Thatcher, sus recuerdos estaban
“llenos de omisiones a asuntos incómodos” sobre Reagan, porque quería que en
ella quedara una memoria positiva sobre él. Menciona especialmente la sensación
de abandono de Thatcher cuando Washington mostró su predisposición a apoyar el
plan de paz presentado por Perú para evitar tomar parte.
La oposición de la junta argentina al plan de paz abrió una
vía a una reconquista militar de las islas. Thatcher incluso lloró a los pies
de su cama por las víctimas británicas del conflicto cuando supo que dos buques
de su país habían sido atacados.
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