martes, 1 de septiembre de 2009

Conflictos limítrofes, la materia pendiente de América Latina


Tomado de:
http://observadorglobal.com/conflictos-limitrofes-la-materia-pendiente-de-america-latina-n2536.html


Por Maximiliano Sbarbi Osuna

31 de Agosto de 2009


Desde su independencia, la casi totalidad de los estados latinoamericanos se han visto inmersos en algún momento en conflictos limítrofes con sus vecinos. Algunos de ellos llegan hasta nuestros días. Disputas por tierras, cursos de agua o salidas al mar que afortunadamente y gracias al fortalecimiento democrático de los últimos años, no terminaron en guerras. Las peleas entre estos países agregan más tensión a una región a la que le cuesta resolver sus problemas históricos.



Con la democracia consolidada en América Latina, es poco probable que se suscite un conflicto bélico por causa de reclamos territoriales. Durante los gobiernos militares latinoamericanos, se exacerbaron las diferencias, en parte para lograr un mayor apoyo de los ciudadanos al apelar al factor nacionalista.

La gran mayoría de los casos de disputas fronterizas pendientes se encuentran en avanzados procesos de negociación dentro del derecho internacional.

Sangrientas guerras enfrentaron a países vecinos, como por ejemplo la Guerra del Chaco entre Bolivia y paraguay durante la década del 30 del siglo pasado, Perú y Ecuador en 1941 y 1995 y la Guerra de Malvinas entre Argentina y Gran Bretaña en 1982.


La Guerra del fútbol
entre El Salvador y Honduras, llamada así porque un partido disputado por las eliminatorias del mundial de México 1970 encendió la mecha del conflicto fronterizo entre ambos países.Otro ejemplo de tensión extrema fue la movilización de tropas en 1978 entre Argentina y Chile por la soberanía del Canal de Beagle y otros puntos fronterizos. El clima de guerra se podía sentir en las dos naciones, que estaban gobernadas por fuertes dictaduras militares. Los conflictos se solucionaron con un referéndum entre la población argentina y con acuerdos bilaterales entre los gobiernos de ambos países ya en la era democrática.

Muchos analistas se preguntan por qué se han resuelto muchos de los conflictos, algunos de ellos derivados de la colonia. Una de las respuestas podría ser la confección de nuevos mapas, más precisos, que dan cuenta de errores de demarcación cometidos dos siglos atrás, que ayudan al surgimiento de reclamos que se pensaban definidos.

Los historiadores debaten por qué se llegó a instancias de guerra entre países culturalmente similares. Es posible que algunos Estados utilicen el método de una guerra relámpago para lograr un posicionamiento más óptimo en un determinado conflicto, ya que es seguro que la comunidad latinoamericana va a interceder para frenar el conflicto y a partir de ese punto se va a establecer una negociación, en la que probablemente el agresor quede mejor plantado. Otro motivo puede ser el apoyo de la ciudadanía a determinado gobierno ante una elección difícil.

Actualmente existen varios conflictos que no tienen una solución a corto plazo, pero tampoco se vislumbra una escalada bélica para lograr una salida, siendo la diplomacia y los arbitrajes internacionales los que construirán la base de futuros acuerdos.

VENEZUELA – GUYANA


En marzo de 2006, Venezuela incluyó la octava estrella en la bandera nacional, simbolizando el reclamo del territorio de Esequibo, que se encuentra bajo la soberanía de Guyana.

En 1777, España creó la Capitanía General de Venezuela, estableciendo como límite oriental el río Esequibo. En 1831 las posesiones holandesas de la Guyana pasaron a manos británicas.

Aprovechando la escasa población del territorio oriental venezolano, varios colonos ingleses desplazaron la frontera hasta el actual límite entre Venezuela y Guyana con el objeto de ocuparlo.

Las negociaciones entre Venezuela y el gobierno británico fracasaron, hasta que en 1899 el Laudo Arbitral de París falló a favor de Gran Bretaña. La apelación venezolana se realizó dentro del marco de las Naciones Unidas recién en 1963.

Caracas acusó a Londres de comprar a los jueces del Laudo de París. Luego, en 1966 Gran Bretaña descolonizó el territorio, entonces Guyana accedió a la independencia.

Las tensiones entre ambos países fueron aumentando hasta que en 2007 unos 40 soldados venezolanos ingresaron en el territorio de Esequibo con la excusa de combatir el tráfico minero. Actualmente, el problema no encontró una solución, pero el territorio en disputa sigue perteneciendo de facto a Guyana.

El territorio de Esequibo tiene una extensión de 160 mil kilómetros cuadrados y comprende dos tercios del territorio guyanés.

GUATEMALA – BELICE

La falta de minerales y la resistencia de los habitantes originarios de la zona, evitó que el Imperio Español ocupara militarmente Belice. Durante el siglo XVIII, los británicos explotaron la industria maderera de la zona, con el permiso español, que mantenía la soberanía de Belice a pesar de que no existiera un asentamiento oficial. En 1840, ya retirado el Imperio Español del continente, Gran Bretaña le otorgó el estatus de colonia a la región, denominándola Honduras Británica.

Los reclamos a Londres del gobierno de Guatemala independiente, que sí había sido ocupado por los españoles, fueron vanos. Sin embargo, en 1981, pocos meses antes de la independencia de Belice, Gran Bretaña y Guatemala negociaron las fronteras del nuevo país.

Luego, en 1993, Guatemala desconoció parte del tratado firmado con Londres y reivindicó 12.500 kilómetros cuadrados del territorio beliceño.

El mes pasado el congreso guatemalteco comenzó a analizar un proyecto de ley por el cuál se establecería un referéndum popular para que se decida si el conflicto territorial con Belice debe ser sometido al arbitrio de la Corte Internacional de La Haya sin posibilidad de apelación alguna.

CHILE – BOLIVIAGrandes yacimientos de guano y salitre le dan la importancia económica al territorio del norte chileno, que perteneció a Bolivia y Perú antes de la Guerra del Pacífico de 1879-1884.

Bolivia, aliada a Perú combatió a Chile, que había anexado el departamento boliviano de Antofagasta y los departamentos peruanos de Tarapacá y Arica. La guerra se desencadenó porque el gobierno boliviano otorgó a la empresa británico-chilena Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta los derechos de explotación de los recursos de la región, en 1873, por quince años.

En 1878, el Congreso boliviano no había aprobado el acuerdo, por lo tanto, el nuevo ejecutivo boliviano expulsó a la compañía, lo que provocó la respuesta bélica de Chile y la anexión de la zona hasta nuestros días, perdiendo Bolivia su salida al mar.

Luego de veinticinco años de relaciones interrumpidas, los actuales gobiernos de Michelle Bachelet y Evo Morales restablecieron parcialmente los lazos diplomáticos y se comprometieron a alcanzar una solución a este conflicto.

Una original idea que está siendo estudiada por ambos gobiernos es la que presentaron ingenieros chilenos, que consiste en un corredor subterráneo de 150 kilómetros desde Bolivia hasta el Pacífico. El trazado del túnel se haría por debajo de la frontera entre Chile y Perú.



Además, se crearía una isla artificial con la tierra extraída del corredor, que tendría soberanía boliviana.

CHILE – PERÚ
La disputa entre ambos países es marítima, siendo, la diferente interpretación de los tratados suscriptos, la causa que activa un nuevo conflicto limítrofe.

Los ricos bancos de pesca del norte de Chile y sur de Perú se encuentran en una zona reclamada por ambos países. Santiago afirma que el límite marítimo es una continuación del paralelo que establece la frontera terrestre, mientras que Perú fija la frontera respetando las 200 millas náuticas de la costa peruana, ya que en ese punto la costa tiene una inclinación noroeste.

De esta manera se crea un triángulo común que fue sometido al arbitraje del Tribunal de La Haya. Se espera que los jueces se expidan a fines de 2011.

Pero, este conflicto no se resuelve con el entendimiento peruano-chileno, ya que involucra también a Bolivia y al proyecto de la isla artificial, debido a que la zona donde podría construirse la isla aun no está determinada a qué país pertenece.

ANHELOS DE INTEGRACIÓN

La democracia y la mediación de terceros impulsan el entendimiento entre vecinos que se disputan una porción de territorio o mar. Sin embargo, existen casos en que una mediación extranjera casi lleva a una guerra, como por ejemplo el arbitraje británico entre Argentina y Chile de 1977.Es de esperar que los conflictos más importantes sigan su curso dentro del derecho internacional y las mediaciones bilaterales para lograr una mayor integración latinoamericana que beneficie a todos los pueblos de la región.

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