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Viernes, 27 de Marzo de 2009 18:52 administrador
El organismo fue puesto en funciones en Santiago de Chile por los doce integrantes de la Unasur. Estados Unidos podrá participar como observador si elimina el bloqueo a Cuba.
En respuesta a una iniciativa del presidente de Brasil, Lula da Silva, los ministros de Defensa de las doce naciones integrantes de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) rubricaron y dieron vida el martes 10 del presente mes al Consejo Sudamericano de Defensa (CDS) en Santiago de Chile. Los objetivos de la nueva organización son construir una zona de paz y cooperación. Y hasta hubo una advertencia para Washington: Estados Unidos no puede integrarse como observador hasta tanto termine con el bloqueo contra Cuba.
El CSD había sido promovido por Lula da Silva, hace diez meses, cuando la región sufrió un fuerte sacudón a raíz de acciones desarrolladas por el Ejército de Colombia. Sucede que días antes, el primero de marzo, un operativo militar ordenado por Bogotá dio muerte al número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes, pero en territorio ecuatoriano. La operación no sólo no fue autorizada por el presidente de ese país, Rafael Correa, sino que tampoco Quito fue informada de los planes impulsados por el mandatario colombiano, Álvaro Uribe.
A partir de entonces, la diplomacia de Itamarati convenció a Lula de impulsar una batería de medidas para evitar que los problemas regionales se “globalicen”. O dicho más claro, que las capitales sudamericanas puedan solucionar este grave traspié sin la injerencia de Washington.
En la capital chilena, los responsables del área de Defensa de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela pusieron en marcha el CSD, nueva sigla que va a buscar promover la cooperación entre las distintas Fuerzas Armadas, realizar operaciones de paz conjuntas y dar transparencia a los gastos militares, según el documento difundido y conocido como la “Declaración de Santiago”.
Colombia debió firmar junto al resto de los participantes un artículo que estaba hecho a medida de Ecuador, el que manifiesta "el respeto irrestricto" a la soberanía, integridad e inviolabilidad territorial de los Estados.
El ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, explicó a la prensa que el CSD se constituye como “mecanismo permanente de discusión en materia de defensa de la recién creada Unión de Naciones Sudamericanas”, durante la ceremonia oficial fundacional, y agregó que "el gran centro de este Consejo es convertirse en un foro de debate para la obtención del consenso y también para la administración del disenso".
Voces en Santiago
El titular de Defensa de la nación con mayores Fuerzas Armadas de la Unasur agregó que "… el primer encuentro es de conocimiento (...), porque hasta ahora no hay ninguna información compartida. 2009 es un año de conocimiento”. Al respecto, sólo Argentina y Chile disponen de un sistema bilateral de monitoreo de los gastos militares, una medida de sinceramiento y mutua confianza.
No sólo están previstas acciones en el ámbito de la estrategia, sino también la coordinación ante catástrofes naturales. El CSD busca también “crear una doctrina común en materia de defensa y respuestas rápidas cuando ocurran catástrofes”, dijo la ministra argentina de Defensa, Nilda Garré.
"Es una avance concreto, que va a exigir un esfuerzo de todos los países para que sea un organismo para ir buscando todos juntos una doctrina común y también actuar rápido cuando existan catástrofes", señaló la ministra argentina.
Se espera que pueda consensuarse un sistema de homologación y transparencia de los gastos en adquisición de material de guerra. Al respecto, el ministro anfitrión, José Goñi, explicó que el CSD va a “trabajar para transparentar los gastos en defensa, a través de una metodología que nos permita compararnos".
Buenos Aires y Santiago tienen un sistema vigente de control mutuo monitoreado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El espíritu del novel organismo no es conformar una alianza militar ni conformar una estructura similar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), aunque sí se busca integrar las industrias de defensa y buscar alianzas y obtener sinergias entre las distintas capacidades sudamericanas en este sector.
"Este consejo no apunta a ser una alianza militar clásica. No hay ninguna pretensión de hacer una fuerza sudamericana de defensa, que es un problema y no una solución", aclaró el ministro brasileño.
Y hubo una fuerte advertencia hacia el Departamento de Defensa. Funcionarios del Pentágono habían manifestado su intención de participar del CSD como observadores -una categoría que les permitiría estar en primera fila para futuras intromisiones- pero la resolución unánime no debe haber caído muy bien en Washington: "Para que Estados Unidos tenga una buena relación con Sudamérica es importante que cambie su política con Cuba. Su condición de cambio en la relación con Cuba es condición para una representación de Estados Unidos con América del Sur", dijo el titular de la cartera brasileña de Defensa. Clarísimo.
Al igual que la Unasur, la presidencia del organismo será temporal. Están previstas una reunión anual de los ministros de Defensa y dos de los viceministros. En una declaración anexa los ministros presentes acordaron, además, impulsar una lucha coordinada en contra del tráfico ilegal de drogas.
A futuro
En principio, los objetivos son los enunciados, pero a futuro se espera de este órgano sudamericano que colabore en la solución de viejos y nuevos problemas. Ya mencionamos que su mismo nacimiento fue una consecuencia de una acción militar ilegal de Colombia sobre territorio de Ecuador, por lo cual estos dos países limítrofes no mantienen relaciones diplomáticas bilaterales. Pero existen otros conflictos no resueltos.
El de más larga data es la pretensión boliviana de obtener una salida al mar. A raíz de la Guerra del Pacífico (1879-1884), Bolivia perdió vastos territorios a favor de Chile, y desde entonces se convirtió en una nación mediterránea. El reclamo nunca cesó, y aunque Santiago ha manifestado predisposición para el diálogo, no se vislumbra pronto una solución que deje conformes a todos.
También hay un viejo litigio entre Venezuela y Guyana. Caracas reclama los territorios al oeste del río Esequibo desde los tiempos de la constitución del Estado venezolano, allá por 1810. Esta zona es conocida como Guayana Esequiba.
El nivel de los conflictos restantes es de mucha menor cuantía, pero existen. Paraguay reclama a Brasil y también a Argentina por las represas binacionales de Itaipú y Yacyretá, respectivamente. Uruguay y Argentina no pasan por el mejor momento de sus relaciones bilaterales, aunque muy lejos están de desviar las acciones hacia el área estratégica. E incluso los reclamos de soberanía sobre la Antártida encuentran que los territorios de algunos países se superponen entre sí.
En lo inmediato, se acordó un plan de acción 2009-2010 que tiene como objetivo principal "consolidar Sudamérica como una zona de paz, base para la estabilidad democrática y el desarrollo integral de sus pueblos, y como contribución a la paz mundial".
Las doce naciones van a desarrollar cuatro líneas de trabajo: políticas de defensa; cooperación militar, acciones humanitarias y operaciones de paz; industria y tecnología de la defensa, y formación y capacitación.
Los representantes-participantes en Santiago expresaron que “América del Sur también quiere plantarse en los foros multilaterales sobre defensa con una posición conjunta y trabajará para articular un mecanismo que lo haga posible”.
Por lo pronto, el CSD busca ponerse en funcionamiento, lo que no es poco, en un tema tan sensible como es el de la Defensa. La predisposición expuesta allende los Andes es la deseable, sin crear enemigos artificiales ni dar pie a una carrera armamentista sudamericana.La oportunidad puede servir para evitar cualquier roce entre los doce, pero tampoco debe dejarse de lado que este sector es utilizado en muchos rincones del globo como polo de impulso para la investigación y desarrollo y para el progreso industrial. La Unión Europea es un ejemplo de ello, y en el mundo se multiplica la cooperación multilateral para el equipamiento de las Armadas, Ejércitos y Fuerzas Aéreas.
Fuente: Pablo Ramos, Agencia Periodística del Mercosur (APM)
Nota del editor del blog: los geopolíticos brasileños Golbery do Couto e Silva, Therezinha de Castro y José Osvaldo de Meira Penna. Deben de sentirse complacidos desde sus tumbas al ver que su tesis se hacen realidad, al poder darle el Itamariti (Cancillería brasileña), un vuelco a los objetivos e intereses nacionales creados y planteados en la Escuela Superior de Guerra del Brasil al adaptarlas como excelentes camaleones a las necesidades de un mundo cambiante y que hoy se trasluce en la “integración Suramericana” para su beneficio.
Pero indignados al ver que sus objetivos se imponen al tener compartir el control de la Seguridad de Sudamérica acompañada con la figura del Che Guevara. Lo cual es irrelevante si obtienen sus propósitos.
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