MARIANO NAVA CONTRERAS
27 de enero de 2017 05:00 AM
Sin duda alguna, uno de los despojos territoriales más
traumáticos que ha sufrido nuestro país es el del territorio Esequibo. Se trata
de un expolio de más de 150.000 km2 (el doble de Suiza y Bélgica juntas, la
mitad de toda Italia) sufrido por las apetencias coloniales de la que durante
el siglo XIX fue la primera potencia mundial, el Reino Unido. No existe una
zona en reclamación más extensa en el mundo. Este despojo marcará toda la
historia republicana de Venezuela e incidirá en nuestra política exterior desde
sus inicios. En efecto, en 1822 el mismo Bolívar dio instrucciones a su
ministro en Londres, José Rafael Revenga, para que elevara una protesta ante el
gobierno británico por unas primeras ocupaciones en nuestro territorio. Ya
entre 1821 y 1824, una serie de notas escritas por Andrés Bello, entonces
funcionario del gobierno de Colombia la Grande en Londres, había notificado al
gobierno británico de los límites de la nueva nación, sin que éstos hubieran
opuesto objeción alguna.
Sin embargo, esta situación cambia cuando, en 1835, el
gobierno británico comisiona al explorador prusiano Robert Schomburgk para que
efectúe un reconocimiento y delimite de forma unilateral las fronteras con
Venezuela, ya entonces separada de Colombia. La primera línea trazada por el
explorador se adentraba en forma arbitraria unos 4.920 km2 en nuestro
territorio. En 1840, una segunda línea Schomburgk se prolonga casi hasta las
bocas del Orinoco, usurpando entonces 141.939 km2. Años más tarde, en 1886, una
tercera línea británica se adentra 203.310 km2, lo que obliga a Venezuela a
someterse a un tratado de arbitramiento firmado en Washington en 1897. El Laudo
Arbitral de París, firmado en 1899 producto de este tratado, resultó
abiertamente desfavorable. Venezuela siempre lo protestó por considerarlo nulo
e írrito, realizado sobre pruebas falsas y mapas forjados, injusto y contrario
al derecho internacional. Producto de estas protestas, el 17 de febrero de 1962
se firma el Acuerdo de Ginebra, por el que Inglaterra y el gobierno de Guyana,
próxima a obtener su independencia, reconocen la nulidad del Laudo de París y
se comprometen a hallar junto con Venezuela una solución pacífica a la
controversia. Desde entonces, la búsqueda de esta solución ha estado impedida
por diferentes obstáculos y vicisitudes ideológicas.
Precisamente la historia de este conflicto, de estos
obstáculos y vicisitudes, ha sido estudiada en un libro coordinado por los
historiadores Claudio Briceño Monzón, José Alberto Olivar y Luis Alberto Buttó,
editado conjuntamente por la Universidad de Los Andes de Mérida y las
universidades Simón Bolívar y Metropolitana de Caracas. La cuestión Esequibo:
memoria y soberanía (Caracas, 2016) recoge las investigaciones de nueve
historiadores venezolanos acerca de diferentes aspectos de lo que es, lo hemos
dicho, el más traumático expolio de nuestra historia. El libro consta de dos
partes. La primera, titulada “Memoria de un despojo”, se compone de
aproximaciones históricas desde diversas perspectivas. Se trata de los trabajos
de José Alberto Olivar (UniMet-USB) acerca de “La bulla aurífera tras el
reclamo territorial con la Guayana Británica 1886-1887”; Hancer González (ULA),
sobre “El Gran Estado Bolívar y el Territorio Federal Yuruari. Cambios
político-administrativos del guzmancismo”; Emad Aboassi El Nimer (ULA), quien
estudia “La controversia limítrofe en la publicidad de la prensa tachirense
(1895-1897)”, y Guillermo Guzmán Mirabal (UCAB), titulado “Venezuela y Guayana:
el momento de las vías de hecho”.
La segunda parte del libro se titula “Una soberanía en
discusión”, y comienza con una investigación de Claudio Briceño Monzón (ULA)
titulada “Geohistoria de la usurpación de la Guayana Esequiba: del Acuerdo de
Ginebra a la inercial posición del gobierno chavista”. Continúa un trabajo de
Luís Alberto Buttó (USB), “Disuasión: el Esequibo en clave Defensa”; sigue la
investigación de Manuel Donís (UCAB-Academia Venezolana de la Historia),
titulada “Guyana ahora sí está dispuesta a resolver el reclamo Esequibo”,
continúa el trabajo de Rajihv Morillo Dáger (UCAB), titulado “Hugo Chávez y el
problema del territorio Esequibo 1999-2012”, y cierra el libro con el trabajo
de Luis Barragán J. (diputado A.N.) que lleva por título “Esequib(v)o:
enunciados para una discusión”.
Como se puede apreciar, La cuestión Esequibo: memoria y
soberanía constituye un aporte invalorable para el estudio de un conflicto que,
aunque a veces pareciéramos olvidarlo, ha marcado indeleblemente nuestra
historia y nuestro devenir republicanos. Pienso que el esfuerzo coordinado por
los profesores Briceño, Olivar y Buttó, son un ejemplo de cómo la Academia
venezolana continúa, a pesar de los ataques y el desprecio de la dirigencia
nacional, ofreciendo soluciones a los problemas más importantes del país. Creo
que el libro, coeditado por tres de nuestras más importantes universidades, es
muestra de una interacción constructiva que indudablemente vigoriza el acervo
intelectual de Venezuela.
@MarianoNava
2005 La Guayana
Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar
Primera Edición
La Guayana Esequiba Zona en
Reclamación
Terminología sobre cómo referenciar
la Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Nota del editor del blog:
Al referenciarse a la República
Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de
territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de
Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de
febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el
Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservó sus
derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo
de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce
como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha
del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva
expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que señala el
Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de
Julio de 1968
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