Rex Tillerson, en el foro de Davos de 2009 - EFE
Como CEO de Exxon, Rex Tillerson sufrió la expropiación de
los bienes de la compañía en Venezuela
Las exploraciones de la petrolera en Guyana afectan a
territorio marítimo reivindicado por Caracas
En la confrontación con Chávez, Tillerson aprendió cómo
negociar después con Putin
EFE
EMILI J. BLASCO
25/12/2016 03:00h - Actualizado: 25/12/2016 19:44h.
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Rex Tillerson tiene un viejo agravio con el Gobierno chavista
de Venezuela. Es posible que, de ser confirmado por el Senado para el puesto de
secretario de Estado al que le promueve Donald Trump, Tillerson deje de lado
cualquier ajuste de cuentas derivado de su cargo de presidente ejecutivo de
ExxonMobil. Pero también puede ocurrir lo contrario, que trate con severidad a
un régimen con el que ha mantenido un largo pulso en los tribunales, algo que
ha vivido de modo muy personal.
Tillerson llegó a presidente y consejero delegado de
ExxonMobil, la mayor petrolera de Estados Unidos y una de las principales
compañías del mundo, en enero de 2006. Al año siguiente tuvo su primera prueba
internacional de importancia: Hugo Chávez obligó a las empresas extranjeras
presentes en el sector petrolero de Venezuela a quedar como socios minoritarios
en empresas mixtas dirigidas por PDVSA, la petrolera estatal venezolana.
Hubo algunas compañías que aceptaron, porque marcharse era
perder todas las inversiones realizadas y la maquinaria instalada en los pozos.
ExxonMobil, que llevaba décadas operando en el país y tenía intereses en los campos
de Cerro Negro y La Ceiba, rechazó lo que en el fondo era una nacionalización y
plantó cara a Chávez en los tribunales internacionales. Otra compañía
estadounidense, ConocoPhillips, hizo lo mismo; en cambio Chevron, que
curiosamente siempre ha mantenido unas excelentes relaciones con el chavismo,
optó por profundizar esa vinculación.
En 2014, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias
Relativas a Inversiones falló a favor de ExxonMobil, pero el arbitraje de ese
organismo dependiente del Banco Mundial fijó una compensación de solo 1.600
millones de dólares, una décima parte de lo que reclamaba el gigante del
petróleo. La decisión fue cuestionada por Venezuela, por lo que este país aún
no ha satisfecho esa cantidad.
Un asunto personal
Todo ese pleito fue una amarga experiencia para Tillerson.
Buscó la confrontación directa con Chávez, pero a la larga el resultado no
benefició a la compañía. «Se lo tomó de modo muy personal con Chávez, y cayó
completamente en la trampa», ha declarado al «New York Times» Ghassan Dagher,
un consultor de la industria petrolera venezolana. Esa lección le llevaría
después a ser más acomodaticio en sus negociaciones con Vladimir Putin. «No
vamos a cometer el mismo error, se dijeron en Exxon, y por eso son tan cercanos
a Putin», dice Dagher.
La experiencia, pues, tanto podría llevar a una diplomacia
estadounidense de no confrontación directa con el decadente chavismo, siguiendo
el modelo aplicado con Rusia, como a un deseo de pasar factura por el viejo
agravio.
Motivos para las rencillas entre el Gobierno venezolano y
ExxonMobil, en cualquier caso, sigue habiendo. La petrolera está realizando
prospecciones en aguas profundas de Guyana, país vecino con el que Venezuela
mantiene un antiguo litigio. Caracas considera que su territorio nacional
debiera llegar hasta el río Esequibo, con lo que reclama como propios dos
tercios de Guyana. Aunque las exitosas prospecciones de ExxonMobil han tenido
lugar de momento en aguas no cuestionadas, la entera concesión (el bloque
Stabroek) sí que afecta al litigio.
En 2012, el Servicio Geológico de Estados Unidos estimó que
Guyana, antigua colonia británica, tenía la segunda bolsa más atractiva del
mundo por explotar, con un potencial de 15.200 millones de barriles de
petróleo. De esas reservas, ExxonMobil ha localizado lo que podría ser una
bolsa de hasta 1.400 millones de barriles y el próximo año podría comenzar a
extraer crudo.
En vista de esos descubrimientos, el presidente venezolano,
Nicolás Maduro, aprobó un decreto en mayo de 2015 para establecer una zona de
defensa en el espacio marítimo que corresponde a la franja de Guyana reclamada
por Venezuela. Las quejas del país vecino obligaron a Maduro a suspender la
medida.
El Departamento de Estado pasa de alguien a quien los
chavistas invocaban inicialmente como amigo (Kerry) a un viejo rival
(Tillerson)
A la espera de que el nuevo presidente estadounidense
establezca las líneas para la política exterior de su Administración, queda
claro que el Departamento de Estado pasará de estar dirigido por alguien que
los chavistas podían invocar inicialmente como un antiguo amigo a estar
encabezado por un viejo rival. John Kerry no ha sido ningún aliado de Maduro,
pero el senador de Massachusetts formó parte del llamado Grupo de Boston, una
iniciativa que tras el fallido golpe contra Chávez de 2002 intentó un
acercamiento entre Gobierno y oposición, con la mediación de congresistas
republicanos y demócratas de EE.UU.
El papel de PDVSA
De ese grupo salieron precisamente algunos de los
congresistas de izquierda que más lobby hicieron en Washington en favor de
Chávez, en muchos casos a cambio de combustible de PDVSA a bajo precio para la
calefacción de sectores vulnerables de sus circunscripciones electorales.
La política en relación a Venezuela puede enmarcarse en un
plan más general para Latinoamérica, región que Tillerson conoce bien, aunque a
través del cristal negro del petróleo. Exxon Mobil tiene pozos de extracción de
petróleo y gas en México, Argentina, Colombia, Brasil y Uruguay. En el caso de
los dos últimos países se trata de plataformas en aguas profundas, mientras que
la operación en Argentina, en la zona de Vaca Muerta, se dedica a la extracción
no convencional del «fracking»; de esos países, es donde cuenta con mayor
número de empleados, 1.600. En el capítulo de refinación también tiene
actividad en Guatemala y varias islas del Caribe.
En las cuentas de la compañía, el mayor volumen de negocio
corresponde al continente americano, con especial peso de Estados Unidos y
luego Canadá, pero con una notable contribución de los países latinoamericanos
donde está presente.
2005 La Guayana
Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar
Primera Edición
La Guayana Esequiba Zona en
Reclamación
Terminología sobre cómo referenciar
la Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Nota del editor del blog:
Al referenciarse a la República
Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de
territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de
Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de
febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el
Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservó sus
derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo
de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce
como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha
del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva
expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que señala el
Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de
Julio de 1968
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