Fernando
Ochoa Antich.
La sorprendente posición
asumida recientemente por el gobierno de Nicolás Maduro al decretar la Zona de
Defensa Integral de la Fachada Atlántica es una necesaria respuesta ante la
provocativa e intransigente posición mantenida tanto por el anterior como el
actual gobierno de la República
Cooperativa de Guyana. Así lo mantuve en mi artículo de opinión titulado en
“Defensa de nuestra soberanía” del 17 de mayo del presente año al afirmar que “sólo existe
una forma práctica de preservar nuestra soberanía: definir unilateralmente los
límites marítimos de Venezuela en su salida al Atlántico, incluyendo plataforma continental y zona económica
exclusiva, y mantener un permanente patrullaje de nuestra Armada en dichas
áreas marítimas con la finalidad de establecer claramente nuestra indiscutible
posesión”. Esa ha sido siempre la posición de la Fuerza Armada Nacional al
mantener nuestra Armada un constante y tradicional patrullaje en las áreas
marítimas que corresponden a Venezuela y
que garantizan nuestra salida al Atlántico.
Digo
sorprendente posición ya que durante los dieciséis años de gobierno chavista se
ha mantenido una actitud entreguista ante las pretensiones guyanesas. Eso lo
confirman las declaraciones de Hugo Chávez, rayanas en traición a la Patria,
dadas en los años 2004 y 2007, al afirmar “que Venezuela no se opone a ningún
proyecto de desarrollo en el Esequibo, autorizado unilateralmente por Guyana,
si es en beneficio de su pueblo” y sostener que “Venezuela inició la
reclamación del Esequibo por presiones
de los Estados Unidos para desestabilizar el gobierno comunista de Cheddy
Jagan”, sin considerar que comprometía la autoridad moral de Venezuela. Esa
misma posición la tuvo el canciller Maduro al no reaccionar, el año 2009, ante
el informe del embajador de Venezuela en Guyana Darío Morandi, que sostenía:
“al revisar el mapa anexo queda evidente que con esta acción Guyana le cerraría
a Venezuela su salida al Atlántico, lo
cual sería estratégicamente
inconveniente, además de los perjuicios económicos que representaría para
nuestro país perder el acceso a los recursos marítimos y petroleros”.
Estas son las razones por las cuales
los venezolanos tenemos profundas dudas sobre el verdadero objetivo del decreto
presidencial 1787 al considerar que tiene por objetivo fortalecer la decaída
imagen de Maduro ante la cercanía de las elecciones parlamentarias. Ésta
complaciente política exterior sólo reaccionó, en marzo de 2012, ante la
absurda e inaceptable solicitud realizada por Guyana ante la Secretaría General
de las Naciones Unidas para ampliar su plataforma continental a 350 millas, sólo consultando a Barbados,
Trinidad y Tobago, y Surinam, y sin considerar que su solicitud limitaba
totalmente la proyección marítima venezolana generada por el Delta del Orinoco
y desconocer la controversia territorial con Venezuela por el territorio
Esequibo, la cual se rige por el Acuerdo de Ginebra, firmado en 1966, por
Venezuela y el Reino Unido, junto con Guyana, próxima a independizarse. La
respuesta de Guyana a ese comunicado de Venezuela desconoce totalmente las
consecuencias jurídicas de ese Acuerdo, irrespetando normas de Derecho
Internacional.
El embajador Emilio
Figueredo, un experto en el tema de
Guyana, mantuvo recientemente en unas
prudentes declaraciones que “el decreto es una respuesta ante la inacción de la
Cancillería venezolana durante muchos años con respecto a la actuación de
Guyana. Pero si bien es un acto de derecho interno, desde el punto de vista del
derecho internacional es cuestionable porque deja a Guyana prácticamente sin
proyección marítima. Es lo que quiso hacer Guyana con nuestro Delta del
Orinoco. Pero además el decreto afecta la proyección marítima de Surinam y de
Guyana Francesa”. Es muy importante que la Cancillería consulte a expertos en
el tema con la finalidad de evitar cometer nuevos errores. De todas maneras,
hay que saber que la posición intransigente de Guyana por casi cincuenta años,
al impedir “una solución práctica de la controversia” como lo establece el
Acuerdo de Ginebra y atreverse a tomar medidas unilaterales en contra de la soberanía
venezolana y de nuestros derechos en la
zona en Reclamación, es la causa de la actual crisis.
Caracas, 14 de junio de 2015.
@FOchoaAntich.
2005 La Guayana Esequiba
– Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar Primera Edición
Nota del editor del blog:
Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener
en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo
conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al
Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el Gobierno Venezolano en
representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos sobre los
territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966 al
reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado,
el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la
comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía
territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado
río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual
Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el
nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste
desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
LA
GUAYANA ESEQUIBA
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2008/01/la-guayana-esequiba.html
Terminología sobre cómo referenciar la Zona en
Reclamación-Guayana Esequiba.
Mapa que señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva,
como Mar Territorial mediante el Decreto
Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968
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