domingo, 10 de noviembre de 2013

El costo de la omisión (La Guayana Esequiba)

http://www.el-nacional.com/mundo/costo-omision_0_296970397.html

Tomado de:

Transnacionales invierten para explotar oro y petróleo en Guyana sin preocuparse por la reacción de Venezuela

ALEJANDRO HINDS 
10 de noviembre 2013 - 02:31 am
Guyana ha entregado decenas de concesiones mineras en el territorio Esequibo, además de reactivar las actividades de exploración petrolera en las aguas que éste genera e incluso en la plataforma continental de Venezuela, gracias al silencio de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro ante tales acciones.

La influencia del régimen cubano y la intención de ganarse el respaldo de la Caricom llevaron a Chávez a cambiar la posición histórica del país sobre la Zona en Reclamación en febrero de 2004. "Venezuela no será un obstáculo para cualquier proyecto en el Esequibo", dijo el fallecido presidente durante una visita a Guyana.

Desde entonces las autoridades venezolanas han guardado silencio ante las concesiones otorgadas por Georgetown en el territorio en disputa y han renunciado a la potestad que tiene Caracas para desconocerlas, establecida en el Acuerdo de Ginebra, firmado por ambos países en 1966.

Esa potestad no sólo fue usada por gobiernos anteriores sino también por Chávez al principio de su mandato. En 1999 protestó por el otorgamiento de los bloques petroleros marinos Pomeroon y Starbroek. En 2000 rechazó la instalación de una plataforma para el lanzamiento de cohetes espaciales en el Esequibo.

Emilio Figueredo, ex facilitador de Venezuela ante el buen oficiante de la Organización de Naciones Unidas para resolver la controversia con Guyana, confirma que la posición del mandatario cambió a partir de 2003 por el acercamiento con Cuba y la búsqueda de apoyo político entre los países del Caribe.

"Lamentablemente el gobierno de Chávez rompió el consenso que había en la sociedad venezolana sobre el tratamiento de los asuntos fronterizos por razones ideológicas", dice Angelina Jaffe, jefa del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Metropolitana.

Oportunidad dorada. La decisión del gobierno de Chávez de no protestar por las concesiones en la Zona en Reclamación hizo que las transnacionales, que antes se abstenían de invertir en Guyana para tener la posibilidad de hacerlo en Venezuela, comenzarán a interesarse más en ese país.

Las empresas de Canadá son las que más han aprovechado la situación. Sacre-Couer Minerals ha conseguido desde 2005 licencias en los 6 distritos mineros creados por Georgetown (5 de ellos están ubicados en el Esequibo) para explotar áreas con un potencial de 14,5 millones de onzas de oro.

Guyana Frontier Minning ha logrado desde 2007 permisos para explotar oro en 6 áreas, todas en la Zona en Reclamación. Sandspring Resources tiene una concesión para explotar un área en la región de Toroparu, donde calcula que puede haber 8,4 millones de onzas de oro y 243 millones de kilos de cobre.

Guyana Goldfields desarrolla en el territorio disputado con Venezuela los proyectos Aranka, donde en diciembre de 2011 halló un yacimiento con 277.580 onzas de oro y, Aurora, con un potencial de 5,8 millones de onzas del metal aurífero. Argus Metals comenzó a explotar oro al sur de Puerto Kaituna el año pasado.

Los resultados del renovado interés de las empresas mineras en Guyana se reflejan en la producción de oro del país, que se cuadruplicó: aumentó de 116.000 onzas en 2004 a 416.000 en 2012, según la Comisión de Geología y Minas. Gran parte del incremento viene de las nuevas explotaciones en el Esequibo.

Guyana también ha otorgado licencias para la explotación de otros minerales –como coltán, manganeso y uranio– en el Esequibo, pero lo que más preocupa a los especialistas venezolanos son las concesiones de exploración petrolera otorgadas en 1999 y reactivadas en los últimos años.

Sin salida al mar. Tanto el bloque Pomeroon, concedido a la canadiense CGX Energy, como el Starbroek, administrado por la estadounidense Exxon y la británica Shell, están ubicados en aguas que forman parte de la proyección marítima de la Zona en Reclamación e incluso de la plataforma continental del Delta Amacuro.

Aníbal Martínez, presidente del Frente Prodefensa del Petróleo, calcula que los bloques otorgados por Guyana contienen 90.300 kilómetros cuadrados de aguas venezolanas y 68.000 kilómetros del patrimonio marino de la Guayana Esequiba. "Es sin dudas un acto hostil respecto a nuestra soberanía en el Atlántico", indica.

La situación se agravó con el otorgamiento en 2012 de otra concesión. La empresa Anadarko Petroleum, con sede en Estados Unidos, firmó un convenio para explorar en busca de crudo en el llamado bloque Roraima, ubicado en la fachada atlántica del Delta Amacuro.

La captura en octubre del Teknik Perdana, buque que hacía exploraciones petroleras en el bloque cedido por Georgetown a Anadarko, por parte de la Armada de Venezuela representó una oportunidad para que Caracas fijara una posición más firme con respecto a las concesiones petroleras.

Pero lo que se hizo fue crear una comisión de delimitación marítima. Figueredo advierte que las concesiones en aguas nacionales obedecen a un trazado unilateral realizado por Guyana y que, por lo tanto, deben ser rechazadas por el gobierno y no pueden ser incluidas en ninguna negociación bilateral.

"De Punta Playa para acá no hay discusión, ni en lo terrestre ni en lo marítimo. El Acuerdo de Ginebra no tiene nada que ver con lo que ya es de Venezuela. Lo que hace falta es un decreto gubernamental que ratifique que la plataforma continental se extiende hasta 350 millas náuticas, como se acordó con Trinidad en 1990", explicó.

Jaffe considera grave que el gobierno no haya protestado estas concesiones que ponen en peligro la fachada atlántica de Venezuela, que es la única salida libre a mar abierto que tiene el país para contactarse con el mundo. "Es una renuncia a los derechos de navegación y explotación económica".

Agrega que la posición del gobierno también ha debilitado la reclamación territorial pues, aunque la recuperación total del Esequibo es poco realista tomando en cuenta que Guyana perdería más de la mitad de su territorio, la presión ejercida en el pasado mantenía abierta las posibilidades de una cesión parcial.

Recuerda que a principios de la década de 1990 Georgetown llegó a proponer la entrega de un área al norte de la Zona en Reclamación para zanjar el diferendo, pero Caracas no la aceptó. "En ese momento se perdió una oportunidad de oro, porque después más nunca se habló de cesión territorial".

Negocio millonario
La onza de oro experimentó una bonanza que llevó su precio desde 400 dólares en 2003 hasta un máximo de 1.900 dólares en 2011. Aunque su valor ha, se mantiene alrededor de 1.300 dólares. La explotación de yacimientos auríferos como los del Esequibo, por lo tanto, representa un negocio capaz de generar millones de dólares.

En Guyana, las exportaciones de oro sumaron 300,7 millones de dólares y representaron 51% del total en el primer semestre de 2013, según la Oficina de Estadísticas de ese país. Eso convierte al metal aurífero en el principal producto de exportación guyanés, por delante del arroz, la bauxita, los mariscos y el azúcar.

En Venezuela, las exportaciones de oro llegaron a sumar 258,6 millones de dólares en 1998, pero desde entonces ha retrocedido hasta casi desaparecer. En 2012 y 2013 no ha habido ventas del metal aurífero a otros países. Las últimas fueron en 2011, por 11 millones de dólares, según el Instituto Nacional de Estadística.


2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar  Primera Edición

Nota del editor del blog: Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.

Territorios estos sobre los cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:

“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”



Mapa que señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968



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