http://www.analitica.com/va/internacionales/opinion/6948927.asp
Tomado de:
Ángel Arellano
Jueves, 5 de septiembre de 2013
Foto: Google
“Nulo e írrito”, así catalogó en 1899 el corto gobierno de
Ignacio Andrade (25 Presidente de los Estados Unidos de Venezuela) la sentencia
de un tribunal arbitral reunido en París para modificar los límites venezolanos
hasta entonces establecidos por la Capitanía General de Venezuela al momento de
la independencia en 1810, y luego reivindicados por Simón Bolívar en Angostura.
Venezuela defendía, porque es obvio que hoy el “mientras
tanto” no lo está haciendo, su terreno hasta el Rio Esequibo, y fue ese Laudo
Arbitral de París, que entregando a la antigua colonia británica de Guyana un
territorio de 159 mil km2 al oeste del caudaloso afluente, lo que devino en un
conflicto entre ambas regiones.
Duele mucho al chavismo, pero es en el punto fijismo donde se
logran grandes avances en la protesta de esa rica zona. Miles de diligencias
encabezadas por el propio Rómulo Betancourt y luego por Raúl Leoní,
cristalizaron el Acuerdo de Ginebra el 17 de febrero de 1966 donde se obtuvo el
reconocimiento por parte de Gran Bretaña de la problemática territorial con
Venezuela como consecuencia del carácter “nulo e írrito” que tenía la
repartición en París.
En adelante, los devenires diplomáticos se mantuvieron con
sus altos y bajos, siempre respondiendo al indiscutible sentimiento de
soberanía y reconocimiento histórico de un territorio que está siendo explotado
por otros que no aportan un centavo al tesoro nacional, y mucho menos al
cuidado de la fauna, flora y espacio marítimo que representa ese “lomito” del
Esequibo.
Venezuela ha buscado, por todas las vías, restituir sus
límites originales. Sin caer, sería craso error, en un conflicto bélico que en
ningún momento tendrá cabida ni aceptación en América del Sur.
Pero Guyana, siempre al pendiente de cualquier vigilante
criollo dormido, ha aprovechado la falta de gestión del actual desastre en
Miraflores para hacerse con un gigantesco espacio marítimo entregando
concesiones al imperio mismo.
Ya el difunto Chávez había sostenido que las cuestiones con
Guyana se iban a mantener al margen de la controversia por la “Zona en
Reclamación” y que nos apegaríamos a lo que designara la ONU. Todo esto en el
marco de sumar adeptos en el proyecto de Petrocaribe, Unasur, y algunos votos
en la OEA y ONU. Por encima de la dignidad del pueblo venezolano, y de la soberanía
territorial históricamente defendida por un verdadero gigante como Simón
Bolívar, el chavismo lo que nos adjudicó fue pérdida.
Sepa usted que el oficialismo nunca estuvo cohesionado en
función de estas decisiones, pues el disparate es tal que hasta la foca que más
aplaude, salió aturdido por la carencia de asidero en esta locura que efectuó
Chávez.
En cualquier mapa americano el lector podrá ver la línea
marítima venezolana, donde debería haber patrullaje constante de las FAN, la
línea divisora del Esequibo y la línea de Guyana. Pues Guyana entregó
cuantiosas concesiones a Exxon (EEUU), CGX (Canadá) y Shell (Holanda) para la
explotación de tres segmentos de miles de kilómetros cuadrados y donde no
tenemos un centímetro de participación ni beneficio: bloque Pomeroon, bloque
Stabroek y bloque Roraima.
Estas parcelas marítimas en la fachada atlántica de
Venezuela, justo en frente del Delta Amacuro, nos cercenan miles de kilómetros
cuadrados ricos en petróleo, gas y fauna marítima. Descuartiza la salida venezolana
al Atlántico.
Lo peor: Nicolás viaja a Georgetown para “incrementar las
relaciones bilaterales entre ambos países” reseñó el Guyana Chronicle. Da un
discurso, y no menciona media palabra sobre el tema. Mayor entrega de nuestra
riqueza. Como información complementaria podemos agregar que Guyana tiene un
crecimiento económico destacado y una inflación anual promedio en 3%. Vaya
diferencia con nuestra desangrada y torpe economía.
¿Y quién se encarga de representar a Venezuela ante semejante
tragedia geográfica? Roy Chaderton. Embajador en la OEA, representante ante las
negociaciones de las FARC con el gobierno colombiano, diputado al Parlatino,
miembro del Consejo de Estado y actual oficiante de nuestra demanda por el
territorio que pertenece a todos y cada uno de los venezolanos.
Seguimos haciendo el ridículo.
Twitter: @angelarellano
www.angelarellano.com.ve
2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico
Simón Bolívar Primera Edición
Nota del editor del blog: Al
referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta
los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con
el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de
Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los
cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se
reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota
del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela
reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen
derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se
reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que
señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante
el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968
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