lunes, 12 de agosto de 2013

La fiebre del oro en Guayana


http://www.diarioeltiempo.com.ve/V3_Secciones/index.php?id=133092013&_Proc=Desp

Tomado de:

A la memoria de Arnaldo Milano

Ángel González Rivas

       En el año 1740 en tiempos de don Carlos de Sucre gobernador de la provincia de Cumaná, bajo cuya jurisdicción estaba Guayana, fueron enviados a la corte española muestras de oro de 21 quilates, por su sucesor Don Gregorio Espinoza reconoció la existencia de yacimientos duriferos especialmente en la Misión Divina Pastora.

       Fundada en 1737, así como en el propio Tupuquen un pueblo fundado en 1770, fue Manuel Landaeta Rosales quien envió a Pedro Monasterio para que constatara la existencia de oro en Guayana, se conoce de un cochano de 250 onzas y otro de 24 onzas en las minas descubiertas en las riveras del río Yuruarí en el año 1885, luego vinieron grandes descubrimientos auríferos en el alto y bajo Cuyuní así como en Tumeremo en Guasipati, en la Gran Sabana y en otros pueblos de las minas de Guayana.

       Las grandes concesiones mineras las otorgaba el gobierno por un plazo de 50 años y por el sistema de minas o barrancos, una mina constaba de una hectárea o sea diez mil metros cuadrados, y un barranco era de una extensión de cien metros cuadrados en ángulo recto.

       En 1875 y 1878 comienzan a legalizarse varias compañías para la explotación del oro aluvión y veta que causaron gran revuelo en el mundo minero nacional y europeo. Eso trajo como consecuencia que se incremente la fiebre del oro en Guayana y llegaran de todas partes del mundo personas que buscaban hacer fortuna, pero la explotación del oro para aquellos que trabajan en las minas es demasiado duro y arriesgado que han costado muchas vidas: El Callao es un pueblo con ricas de oro, anteriormente las calles de El Callao no estaban asfaltadas y cuando llovía fuertemente y después que escampaba, se veía en las calles a los muchachos recogiendo pequeñas pepitas de oro, y la gente decía están garzoneando los muchachos.

       Tumeremo también tiene ricas minas de oro, la mayoría de ellas están en lo profundo de la selva, pero existe una mina de oro llamada El Cacho que queda cerca del pueblo, en tiempos pasados los mineros salían de sus casas en el pueblo a trabajar en la mina de oro El Cacho por la tarde regresaban a sus casas, se bañaban y se cambiaban de ropa e iban a vender el oro a quienes lo compraban y muchos se dedicaban a jugar dados y tomar licor.

       Tumeremo ha dado tanto oro, que merece reconocerlo como un bastión de ese rico metal; en su territorio están las minas de oro llamadas "Las Cristinas" las minas más ricas del mundo. Hace muchos años en Tumeremo celebrando los carnavales un minero de apellido Fuenmayor, trajo de las minas un saco lleno de oro; se fue al botiquín las gradillas de don Fausto González, se puso a tomar licor y bajo los efectos del Dios Baco alquiló un taxi, fue a su casa y trajo medio saco de oro, comenzando en el taxi a darle vueltas a la plaza Bolívar y Fuenmayor dentro del vehículo le tiraba cochanos de oro a los que disfrutaban de las fiestas carnestolendas, así se jugó carnaval con oro en Tumeremo.

       En Santa Elena Uairen en las minas de oro de Icabarú tres hombres recogieron en un día, oro por valor de Bs 16.000. A la noche siguiente se emborracharon, dieron botiquín libre y se quedaron con los bolsillos vacíos, esa es parte de la vida del minero, los cuales en la selva viven en pésimas condiciones, pero muchos empresarios mineros sin que los pique un mosquito, con la sangre y el sudor de los mineros como vampiros chupa sangre se han hecho millonarios.

       Nota: Arnaldo Milano fue un guayanés de pura cepa quien se radicó en Valera y dejó una honorable familia muy trabajadora, siempre te recordamos "compa".



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