http://www.eldiariodecoahuila.com.mx/notas/2013/6/29/problema-internacional-malvinas-372228.asp
Tomado de:
Orlando Naún Rodríguez Reyes
sábado, 29 de junio de 2013
¿Es legal el reclamo que hacen los habitantes de las Islas
Malvinas sobre el territorio? La respuesta a esta pregunta se enmarca en una
larga disputa iniciada hace más de un siglo y medio entre dos Estados
soberanos: Argentina y el Reino Unido. Desde el punto de vista del Derecho
Internacional, se destacan los numerosos llamamientos por parte de la Asamblea
General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de otros espacios en
los que participan estos estados a nivel internacional para resolver el
conflicto mediante negociaciones que permitan llegar a una resolución pacífica,
en el menor tiempo posible.
Las Islas Malvinas forman parte de la plataforma continental
argentina. La superficie total es de 16.955 km. Su población se compone de
2.478 habitantes asentados de forma permanente, más de 1.700 habitantes que
entre civiles y militares residen en el complejo militar británico Mount
Pleasant Complex (MPC) y 84 residentes temporarios. El 85% se concentra en
Puerto Stanley y más del 60% son nativos isleños.
Hablan inglés, practican la religión anglicana y la católica,
en menor medida. Su gobierno tiene rango de territorio de ultramar del Reino
Unido y está compuesto por un gobernador y un consejo legislativo de ocho
representantes.
La economía presenta muy buenos indicadores. El PIB creció de
aproximadamente cinco millones de libras en 1980, a 104 millones de libras en
2007. El aumento se debió, en gran parte, a los ingresos que genera la pesca, o
más precisamente los permisos de pesca en sus aguas, la principal fuente de
ingresos para el gobierno local (entre un 35% y un 60% del PIB). Comercian con
Japón, Chile y Nueva Zelanda, y no tienen desempleo, de hecho, falta mano de
obra.
En cuanto a los servicios sociales básicos, como la educación
y la salud, los malvinenses cuentan con un sistema moderno y avanzado de acceso
público para todos sus ciudadanos, y esperan seguir contando con el apoyo del
Reino Unido para desarrollarse a futuro.
Las Malvinas tienen una gran importancia geoestratégica y
económica para Inglaterra y Argentina. Además de representar la conexión
bioceánica más austral entre el Atlántico y el Pacífico, las islas fueron
importantes puestos balleneros y, en la actualidad, se realizan numerosas
investigaciones que confirman la existencia de yacimientos de petróleo en su
plataforma continental. Uno de los mayores problemas que tiene el Reino Unido
para su exploración y explotación es que, al ser considerado un territorio en
conflicto por la comunidad internacional, desde la perspectiva legal, resulta
una inversión demasiado arriesgada para las empresas.
Se les llama "territorios no autónomos" a aquellos
que se encuentran bajo ocupación colonial y que por mandato de la Organización
de Naciones Unidas (ONU), deben ser objeto de un proceso de descolonización.
El Comité Especial de Descolonización, creado en el seno de
la Asamblea General de la ONU en 1961, es el organismo que impulsa y controla
ese proceso. Según indican, hoy existen 16: Anguila, Bermudas, Gibraltar, Guam,
Islas Caimán, Islas Malvinas, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas,
Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Montserrat, Nueva Caledonia, Pitcairn,
Sahara Occidental, Samoa Americana, Santa Helena y Tokelau. Diez de estos
territorios están colonizados por el Reino Unido, tal como es el caso de las
Malvinas, otros tres por Estados Unidos, uno por Francia y uno por Nueva
Zelanda.
Desde el inicio de la guerra en 1982 entre Argentina y Gran
Bretaña por la tenencia del archipiélago, los pobladores de las islas mostraron
fuertes resistencias y numerosos reclamos por considerarse plenamente
británicos. Ellos piden para sí el "derecho a la autodeterminación de los
pueblos", consagrado en la resolución de 1514 (XV) de la Asamblea General
de la ONU (1960). Pero de acuerdo con el Derecho Internacional, no se podría
aplicar la medida porque los habitantes no constituyen un pueblo, sino en todo
caso, una minoría respecto a la población argentina.
Tanto especialistas argentinos como británicos, evaluaron
diferentes posibilidades para la resolución del conflicto: arriendo (o
lease-back), condominio (como régimen transitorio), protectorado conjunto,
Estado libre asociado, transferencia gradual de funciones, régimen de minorías,
administración interina de las Naciones Unidas.
Sin embargo, el Reino Unido considera como única posibilidad
para la descolonización la de otorgar el derecho de autodeterminación a la
población de las islas para que exprese su voluntad. Pero la descolonización no
es sinónimo de autodeterminación y esto implicaría el "quebrantamiento de
la unidad nacional y la integridad territorial" de nuestro país. En tanto,
Argentina aún no agotó todas las posibilidades de hacer valer sus derechos. El
Reino Unido no puede desconocer la existencia del conflicto y, en consecuencia,
no puede ignorar la obligación de solucionarlo por medios pacíficos. Cualquier
solicitud de una Opinión Consultiva a la Corte Internacional de Justicia sobre
esta disputa, fortalecería la posición argentina sobre el fondo de la cuestión.
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