http://cnnespanol.cnn.com/2013/07/02/gurkhas-recuerdan-el-clima-como-el-gran-enemigo-de-la-guerra-de-las-malvinas/
Tomado de:
Por Diego Laje, CNN
Katmandú, Nepal (CNN) – Hace 31 años los hombres que me
servían té en una coqueta casa de la capital nepalesa sufrían el clima
antártico y a un enemigo implacable en el Atlántico Sur.
“De pronto, nos encontramos en la parte más fría del país,
con ropa y equipo que no eran apropiados para ese clima”, comentó Chandra Kumar
Pradhan, mientras recordaba su servicio al ejército británico en la guerra de
Malvinas en 1982.
“Caminabas con toda la carga y el equipo durante seis o siete
horas, sudando como pollos; de repente, te detenías, y en cuanto te detenías
comenzabas a cavar y a sudar más, y luego... te congelabas, porque el viento
congelaba el sudor, fue horrible”.
A pesar de que el Séptimo Regimiento Gurkha fue parte de la
fuerza enviada a enfrentar a los argentinos en las Malvinas, recibió limitada
atención de la prensa.
Un conflicto sangriento.
Esto puede ser porque nunca llegaron a disparar sus fusiles,
aunque sintieron la fiereza de las bombas argentinas. Durante los 74 días de
hostilidades, la metralla les dejó más de una docena de heridos.
Al final del conflicto, Argentina tuvo un saldo de 645
muertos, mientras las pérdidas civiles y militares británicas fueron de 255,
según Ministerio de Defensa del Reino Unido.
Los cuatro camaradas, Bhuwansing Limbu, Chandra Kumar
Pradhan, Deoman Limbu y Narbahadur Tamang, son nepaleses y veteranos de una
unidad del ejército británico que se remonta a su pasado colonial. La Brigada
Gurkha, compuesta por soldados de ascendencia nepalesa, sirvió en el Ejército
de la India Británica antes de que ese país se independizara en 1947.
Los cuatro también hablaron con un argentino por primera vez
en su vida, lo que podría haber sido un problema a juzgar por el profundo
silencio que siguió a esta revelación.
Intereses compartidos.
Afortunadamente, dos cosas salvaron la entrevista. Primero,
vivo en Hong Kong, en donde estuvieron emplazados y recibieron entrenamiento
antes que Gran Bretaña traspasara el territorio a China en 1997. Segundo,
compartimos la pasión por el senderismo, un pasatiempo popular en este enclave,
y la conversación sobre los caminos en la jungla que rodea la ciudad disminuyó
la incomodidad.
Estos hombres se incorporaron al ejército en la década de 1960
y tuvieron su bautismo de fuego en la Confrontación de Borneo, un conflicto en
que Malasia, con apoyo británico, combatió con Indonesia -concluyó en 1966.
“Era muy nuevo en ese momento, llevaba en el regimiento,
creo, dos semanas”, dijo Pradhan. Tenía 18 años cuando entró en acción por
primera vez.
Al dejar el Ejército Británico en la década de 1990, estos
hombres podían haber optado por vivir en el país que defendieron. Sin embargo,
escogieron su hogar en el Himalaya.
“He estado en todo el mundo, y Nepal es el único país en
donde puedes ver las montañas desde tu ventana”, dijo Pradhan.
“Amo Nepal, la mayoría de nuestras familias y amigos se
encuentran aquí”, agregó Bhuwanshing Limbu.
"Una de mis hijas y dos de mis hijos tienen nacionalidad
británica, pero no les gusta ir allí; por lo tanto, me gusta estar en mi
patria”, explicó Nirbahadur Tamang.
La ambición argentina.
Estos hombres han visto el mundo, pero nunca han visitado la
Argentina continental.
“Siempre le he dicho a mi hija que definitivamente algún día
iré a Argentina”, dijo Pradhan. “Pero si vamos a Argentina y ellos saben que
somos los Gurkhas que lucharon en las Malvinas, ¿estarán enfadados con
nosotros?"
No pude responder a esa pregunta. Hay nacionalistas en todos
lados, pero creo que la mayoría de los argentinos queremos perdonar y continuar
con nuestras vidas. A fin de cuentas, la mayoría de los que mi país entregó en
el campo de batalla a uno de los ejércitos más profesionales del planeta eran
adolescentes uniformados.
“Podías ver en la cara de esos chicos que no estaban
debidamente entrenados para ir a la guerra”, recordó Pradhan. “Eran
conscriptos, lo supimos después”, agregó Deoman Limbu.
A medida que los hombres compartían sus recuerdos de la
guerra, una cosa se hizo evidente: no existía una ventaja clara para uno de los
bandos.
“Tenían mejor equipo, mejor ropa”, dijo Pradhan. “Todo su
armamento estaba desplegado allí” continuó Deoman Limbu.
Los hombres dijeron que una de las mejores comidas que en el
campo de batalla vino de raciones argentinas abandonadas.
Un resultado diferente.
Todo esto nos llevó a otro silencio en la conversación ¿Qué
habría pasado si los militares argentinos hubieran sabido aprovechar sus
ventajas y obtenido un resultado favorable?
La dictadura más sangrienta del hemisferio se habría
fortalecido y habría durado más tiempo.
Sin embargo, la junta militar que gobernaba desde Buenos
Aires cayó poco después de nuestra derrota.
Yo tenía ocho años cuando la democracia finalmente terminó
con nuestra opresión, y tengo la suerte de casi no tener recuerdos de esos años
de terror.
Una de las partes más emotivas del encuentro, luego de
nuestra entrevista formal, vino cuando agradecí a estos veteranos nepaleses. Al
principio, no entendieron porqué.
Tuve que explicarles, aunque combatieron en un territorio que
considero de mi país; sin saberlo y de una extraña manera, también ayudaron a
que la libertad llegue a la Argentina -a pesar del lamentable costo en vidas
humanas, tanto argentinas como británicas.
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