http://www.stabroeknews.com/2013/features/04/21/it-is-time-to-give-greater-consideration-to-the-ocean-and-sea-bed/
Mapa Oficial de
la República Bolivariana de Venezuela con la Zona en
Reclamación - La Guayana Esequiba
Es el momento de dar mayor importancia al mar y los fondos marinos
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Tomado de:
Es el momento de dar una mayor consideración a la mar y los
fondos marinos
Tomado de:
La visión desde Europa
21 de abril 2013 • Por David Jessop • 0 Comments Siguiente Artículo »
Ha llegado el momento de prestar mayor atención a la oportunidad que representa lo que podría describirse como el espacio en el medio: los millones de kilómetros cuadrados de mar y los fondos marinos que se encuentran entre las islas y países del Caribe? En gran parte no asignada, apenas cuenta y mucho mayor en la promesa de lo que, en su mayor parte es posible en tierra, ofrece una nueva frontera.
Esta es la implicación de los progresos ya realizados por el
ministro de Industria, Inversión y Comercio, Anthony Hylton de Jamaica, en el
fomento de los inversores para convertir Jamaica en un centro logístico
marítimo de la Cuenca del Caribe, y en el mensaje de los demás en los gobiernos
del Cariforum que son promoción de las perspectivas de petróleo y gas.
Lo que a estas alturas debería ser evidente es que los mares
que rodean el Caribe pueden ofrecer nuevas oportunidades para el crecimiento
que tanto necesitan.
El Caribe comandos de acceso al Canal de Panamá ampliado y se
encuentra en un eje norte-sur, este-oeste de la intersección para el envío
internacional. Como tal, ofrece múltiples oportunidades para la creación de
puertos de transbordo vinculados a zonas de desarrollo para la fabricación, el
montaje de los productos acabados y la prestación de servicios para las
naciones como China y Brasil, que buscan nuevas formas libres de aranceles a
los mercados de la Américas y Europa.
Es el mar que también ofrece la posibilidad de desarrollar
nuevos puertos e industrias relacionadas con la carretera y vías ferroviarias
que podrían abrir zonas dentro de Brasil y la cuenca del Amazonas o facilitar
enlaces a través del Istmo Centroamericano para el Pacífico. Por otra parte, es
el espacio de mar que no permite que sólo el movimiento regional e
internacional de mercancías y servicios - legales e ilegales - sino que también
proporciona el acceso que ofrece el mayor número de visitantes a la región, los
barcos de crucero.
Más allá de esto se esconde debajo de su potencial riqueza
superficie en forma de petróleo y gas, minerales y tierras raras, posiblemente,
como la tecnología para perforar y recuperar el petróleo y el gas de grandes
profundidades ya existe.
En la situación exploración petrolera está en curso,
planificada o licencia se consideran en bloques frente a las costas de la
Guayana Francesa, Surinam, Guyana, Belice, Barbados, Bahamas, Cuba, Jamaica y
Granada y, posiblemente, en otras islas de la cadena de Barlovento. Sin
embargo, como los recientes acontecimientos en Belice indican, la oportunidad
no está exento de retos importantes. Allí, los grupos ecologistas han en la
última semana montado una campaña legal exitosa que resultó en todos los
contratos de perforación petrolera en alta mar entre 2004 y 2007 son nulas.
También hay un potencial interés mundial por la oportunidad
desafiante de la minería de los fondos marinos.
Aunque la mayor atención en este sentido se centra en el
Pacífico, hay indicios de que, a largo plazo puede ser posible explotar crestas
sumergidas océano, uniones de placas submarinos y chimeneas termales submarinas
en las zonas del Atlántico Medio. Estos se encuentran entre el Caribe y África,
y de Guyana, Surinam y la Guayana Francesa y puede ser, los científicos
sugieren, rico recurso en los nódulos de hierro-manganeso, sulfuros
polimetálicos y las costras ricas en cobalto polimetálicos. Algunos también
creen que las tierras raras contenidas en lodos de aguas profundas en formas
concentradas y extraíbles pueden estar por debajo de los océanos, a pesar de la
viabilidad y desafíos de la recuperación en la actualidad hace que esto parezca
remoto.
El nivel de exploración que están teniendo lugar en la región
hace que sea muy posible imaginar un Caribe, dentro de una década, donde
algunos países son ricos en energía, exportadores netos de petróleo y gas y en
algunos casos que tratan de hacer frente a los problemas asociados con la
riqueza que casi nadie está pensando.
Algunos pueden decir que es fantástico como los EE.UU. y
otros países están empezando a suministrar una cantidad cada vez mayor de sus
necesidades de energía a partir de gas de esquisto. Sin embargo, el ritmo al
que un número cada vez mayor de las empresas mundiales de petróleo han
comenzado a invertir grandes sumas de dinero en la prospección de petróleo y
gas en la cuenca del Caribe sugiere que dentro de poco más de un país del
Caribe que no sea Trinidad se convertirá en un productor de petróleo o gas. Es
un proceso que responde a la industrialización continua y creciente riqueza de
las economías en desarrollo más avanzados, por lo que el costo de la
recuperación de aguas profundas viable y la demanda de energía se prevé.
A pesar de todo esto, no ha habido una contabilidad integral
o la asignación de los recursos económicos y físicos que existe dentro de las
zonas económicas de la Cuenca del Caribe o que puede haber debajo de los mares
más allá. En cambio las naciones individuales - Jamaica, Cuba, Bahamas y la
República Dominicana - han recurrido recientemente a hacer frente a la mar,
reconociéndola como una oportunidad económica que tiene el potencial de traer
inversión y el crecimiento a largo plazo.
Hasta ahora, y Trinidad además, casi todo el pensamiento
económico del Caribe se ha centrado en tierra, con el énfasis en las materias
primas, la fabricación, el turismo, los servicios financieros, las industrias
culturales, y sólo rara vez en la pesca artesanal. Esto es comprensible, ya que
es donde se encuentra la oportunidad inmediata, pero haciendo caso omiso de los
espacios en el medio en que la tecnología está cambiando rápidamente, lleva
consigo el peligro de pasar por alto la posibilidad de explorar el creciente
interés de las principales empresas mundiales de deslocalizar colaborar con los
países y las empresas locales.
Mejor aprovechamiento del Mar Caribe es un tema que requiere
una consideración nacional, regional e internacional, ya que toca la seguridad
física, la policía, el medio ambiente, seguridad alimentaria y energética, la
soberanía, la defensa y el cambio del nivel del mar. También puede cambiar las
relaciones inter-regionales y geopolíticas, si como parece posible recuperación
de la extracción de petróleo o gas se produjera en la Guayana Francesa,
Surinam, Guyana, Bahamas y Cuba. Al parecer, también para requerir un nuevo
análisis de la seguridad marítima, las nociones tradicionales de soberanía y la
interdependencia ambiental de los ecosistemas del Caribe.
En el Caribe se esfuerza por encontrar nuevas formas de
generar crecimiento y mayores se tiene en cuenta la utilización de los mares,
hay buenas razones para reorientar el pensamiento y reconociendo que los mares
son también del Caribe los recursos, el patrimonio y el futuro.
It is time to
give greater consideration to the ocean and sea-bed
Tomado de:
The View From Europe
April 21, 2013 · By David Jessop · 0
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Has the time
come to give greater consideration to the opportunity presented by what might
be described as the space in between: the millions of square miles of ocean and
sea bed that lie between the islands and countries of the Caribbean? Largely
unmapped, scarcely considered and vastly greater in promise than what, for the
most part is possible onshore, it offers a new frontier.
This is the
implication of the progress now being made by Jamaica’s Minister of Industry,
Investment and Commerce, Anthony Hylton, in encouraging investors to turn
Jamaica into a maritime logistics hub for the Caribbean Basin, and in the
message from others in Cariforum governments who are promoting the prospects
for offshore oil and gas.
What by now
should be self-evident is that the seas that surround the Caribbean can provide
new opportunities for much needed growth.
The Caribbean
commands access to the widened Panama Canal and is at a north-south, east-west
intersection for international shipping. As such, it offers multiple opportunities for the creation of
transhipment ports linked to development zones for manufacturing, the assembly
of finished items and the provision of services for nations like China and
Brazil, which are seeking new tariff-free ways to access markets in the
Americas and the Europe.
It is the sea
too that offers the potential to develop new ports and industries linked to the
road and rail routes that could open up areas within Brazil and the Amazon
Basin or help facilitate links across the Central American Isthmus to the
Pacific. Moreover, it is
the sea space that enables not just the regional and international movement of
goods and services ‒ legal and illegal – but also provides the access that
brings the largest number of visitors to the region, the cruise ships.
Beyond this
there lies beneath its surface potential wealth in the form of oil and gas,
minerals, and possibly rare earths as the technology to drill and recover oil
and gas from huge depths now exists.
As matters
stand oil exploration is underway, planned or licensing being considered in
blocks off the coasts of French Guiana, Suriname, Guyana, Belize, Barbados, the
Bahamas, Cuba, Jamaica and Grenada and possibly in other islands in the
Windward chain. However,
as recent developments in Belize indicate, the opportunity is not without
significant challenges. There, environmental groups have in the last week
mounted a successful legal campaign that resulted in all offshore oil drilling
contracts between 2004 and 2007 are void.
There is also
a potential global interest in the challenging opportunity of seabed mining.
Although most
attention in this respect is focused on the Pacific, there are indications that
in the long term it may be possible to exploit submerged ocean ridges, undersea
plate junctions and undersea thermal vents in mid Atlantic areas. These lie between the Caribbean and
Africa and off Guyana, Suriname and French Guiana and may be, scientists
suggest, resource rich in iron-manganese nodules, polymetallic sulphides and
cobalt-rich polymetallic crusts. Some also believe that rare earths contained
in deep-sea muds in concentrated and extractable forms may lie beneath the
oceans, although the viability and challenges of recovery at present makes this
seem remote.
The level of
exploration now taking place in the region makes it quite possible to imagine a
Caribbean, a decade from now, where some nations are energy rich, net exporters
of oil and gas and in some cases trying to address the problems associated with
wealth that hardly anybody is thinking about.
Some may say
this is fanciful as the US and other nations are beginning to supply an ever
greater amount of their energy needs from shale gas. However, the pace at which an ever
increasing number of global oil corporations have begun to invest huge sums in
prospecting for oil and gas in the Caribbean Basin suggests that before long
more than one Caribbean nation other than Trinidad will become an oil or gas
producer. It is a process that responds to the continuing industrialisation and
growing wealth of advanced developing economies, making the cost of deep sea
recovery viable and the demand for energy is forecast.
Despite all
of this, there has been no holistic accounting or mapping of the economic and
physical resource that exists within the Caribbean Basin’s economic zones or
that may be beneath the seas beyond. Instead individual nations ‒ Jamaica, Cuba, the Bahamas and
the Dominican Republic ‒ have only recently turned to face the sea, recognising
it as an economic opportunity that has the potential to bring investment and
long term growth.
Up to now,
and Trinidad apart, almost all Caribbean economic thinking has been focused
onshore, with the emphasis on commodities, manufacturing, tourism, financial
services, cultural industries and only rarely on artisanal fisheries. This is understandable as it is where
immediate opportunity lies; but ignoring the spaces in between when technology
is changing rapidly, carries with it the danger of missing the possibility to
explore the growing interest of major global companies to partner offshore with
countries and local business.
Making
greater use of the Caribbean Sea is an issue that requires national, regional
and international consideration as it touches physical security, policing, the
environment, food and energy security, sovereignty, defence and sea level
change. It may also
change inter-regional and geopolitical relationships if as seems possible
recovery of offshore oil or gas were to occur in French Guiana, Suriname,
Guyana, the Bahamas or Cuba. It would seem also to require fresh consideration
of maritime security, traditional notions of sovereignty and the environmental
interdependence of Caribbean eco-systems.
As the
Caribbean struggles to find new ways to generate growth and greater
consideration is given to making use of the seas, there is strong case for
reorienting thinking and for recognising that the seas too are the Caribbean’s
resource, heritage and future.
Previous
columns can be found at www.caribbean-council.org
2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico
Simón Bolívar Primera Edición
Nota del editor del blog: Al
referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta
los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con
el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de
Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los
cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se
reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota
del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela
reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen
derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se
reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que
señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante
el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968
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