http://www.correodelcaroni.com/index.php?option=com_content&view=article&id=204651:pasion-por-la-ensenanza&catid=101:especial&Itemid=175
Tomado de:
Sábado, 02 de Junio de 2012
FOTO WILLIAM URDANETA
Se llama Valentina Ramírez. Aprendió sobre eso de la
educación de Fray Cesáreo de Armellada, el célebre autor del diccionario pemón,
y estos conocimientos le sirvieron para convertirse en la primera docente de
esa comunidad.
Con la entrevista a Valentina Ramírez, comienza un seriado de
diez conversaciones con varios personajes que han dejado su impronta en el
parque nacional Canaima, a propósito de la conmemoración, el próximo 12 de
junio, de sus 50 años.
Natalie García
Ramírez desea que en este 50 aniversario de Canaima la localidad sea tomada en cuenta Valentina Ramírez nació en Wonkén, en la Gran Sabana. Desde pequeña fue criada por los capuchinos. Tras terminar la primaria, el famoso religioso Fray Cesáreo de Armellada, autor del diccionario pemón y uno de los máximos estudiosos de la cultura aborigen en la región, le consiguió un cupo en Caracas para estudiar con las Siervitas de Jesús.
Es allí cuando la vida de esta mujer dio un vuelco y empezó a
formarse primero como bachiller y después en educadora. Al principio fue duro.
La primera noche que estuvo en Caracas lloró porque se enfrentó a un mundo desconocido
totalmente para ella.
“Siempre le cuento a los muchachos que cuando llegué la
primera vez a Caracas nunca había comido con tenedores y me daba susto. Estaba
acostumbrada a comer con decencia pero sin cubiertos. Yo temblaba en ese
momento. Las muchachas me miraban porque era indígena. Después me adapté y
siempre fueron especiales”, rememora.
Luego de la graduación, Ramírez estuvo un año trabajando en
un colegio privado en la capital del país. De allí fue llevada a Wonkén, su
comunidad natal. Pasó en la zona 3 años y después la transfirieron a Canaima.
Cuando llegó a la escuela básica se convirtió en la primera
maestra indígena en el sector. A partir de su llegada, en 1982, el Ministerio
de Educación ordenó que las educadoras en la comunidad fuesen nativas. Fue así
como Ramírez inauguró ese listado de profesores bilingües (castellano y pemón)
que han enriquecido la cultura local.
Esta educadora, jubilada desde 2004, sentó raíces fuertes en
Canaima. Allí se casó con Roberto Simon, quien era el chef del reconocido y
desaparecido campamento Hoturvensa, tuvo seis hijos y montó una bodega donde
ahora trabaja, a la par que da clases de catequesis y participa en las actividades
del consejo comunal.
Con motivo de los 50 años del Parque Nacional Canaima, Correo
del Caroní la entrevistó para saber sus impresiones entre ese pueblo que
conoció y el de ahora, para indagar sobre sus deseos y lo que piensa sobre el
futuro.
- ¿Cómo era la Canaima de antes?
- Canaima de antes era, no como ahora con tanta gente, era
mejor, el río estaba más sano, no había tanta quema, habían menos casas.
Aquí no había nada, estaba la escuela y unas pocas casas.
Esto era monte.
Antes éramos poca gente y vivían del turismo pero todo se ha
acabado. Los conuqueros se han ido lejos porque no pueden sembrar aquí y los
que quieren tener conuco no saben la técnica de los abuelos y queman sin
prevención.
- ¿Por qué se ha perdido la tradición indígena y los
conocimientos ancestrales?
- Porque llegó la civilización, vamos a decirlo así, y el
indígena ha visto un progreso para él pero es como si perdiéramos todo el
sentido, la conciencia de cuidar lo que tenemos.
Además, los jóvenes de ahora no son como antes. Cuando yo
llegué, los guías, casi todos, hablaban pemón, pero ahora se han preocupado por
hablar el inglés. Casi no hablan pemón o muy pocos.
Mis hijos aprendieron pemón pero hablan poco, es porque
siempre hablé castellano y una vez que aprendí lo dejé de hablar, y no porque
no me lo sé. No hay enseñanza ahora de los padres, la mayoría trabaja ahora en
turismo y no hay quien enseñe a los hijos. Ya no saben hacer salsa indígena
(kumachi), no saben quemar conuco porque nunca han vivido eso. Lastimosamente
esa parte se ha perdido.
ANHELOS
- ¿Cree que en unos años Canaima pierda su esencia indígena?
- Si desde ahora no ponemos esa conciencia de enseñar a
nuestros hijos, lo vamos a perder todo.
- ¿Qué le gustaría para los 50 años del parque nacional?
- Pido al gobierno y todas las instituciones de arriba que
vean la necesidad que hay en este pueblo. Tenemos Inparques que necesitan
materiales y preparar a esos muchachos.
A veces queman y los funcionarios de Inparques no actúan por
falta de material. Yo pido un poco de conciencia para quienes vienen a ver si
mejoramos esto. Pido conciencia para los indígenas para que no quemen tanto, ya
casi no queda sabana.
- Siendo Canaima un destino de fama mundial, ¿es una ironía
que tenga tantas necesidades y problemas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario