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Viernes, 9 de marzo de 2012
Mientras el gobierno se rasga las vestiduras para apoyar a la Sra. Kirchner en su reclamo a las Malvinas, se olvida de defender la soberanía nacional en lo que respecta, no solo a la reclamación del territorio Esequibo, sino lo que es aún más grave no hace nada para defender los derechos a la fachada atlántica generada por el delta del Orinoco
La incoherencia de la política exterior del actual gobierno venezolano ha llegado a tal nivel que confunde los intereses nacionales con los de otras naciones.
Mientras el gobierno se rasga las vestiduras para apoyar a la Sra. Kirchner en su reclamo a las Malvinas, se olvida de defender la soberanía nacional en lo que respecta, no solo a la reclamación del territorio Esequibo, sino lo que es aún más grave no hace nada para defender los derechos a la fachada atlántica generada por el delta del Orinoco. En cambio Guyana y los países del Caricom no sólo desconocen los derechos venezolanos en la zona en reclamación sino que tampoco apoyan a la Argentina en su pretensión a ejercer soberanía sobre lo que ellos denominan las Falkland Islands.
Son tantos los silencios de la cancillería sobre los actos realizados por Guyana para desvirtuar nuestra reclamación que han ido generando una situación virtual de aquiescencia. Pero por si esto no fuera suficientemente grave hay que añadir el silencio oficial sobre la solicitud del gobierno guyanés de extender su plataforma continental en 150 millas desconociendo los derechos venezolanos sobre su fachada atlántica generada no sólo por el territorio en reclamación sino además por el Delta Amacuro.
Hay un lapso legal, que está por vencerse, para protestar ante Naciones Unidas por esa solicitud que viola nuestros derechos y que sepamos, hasta ahora, el gobierno no ha enviado las notas diplomáticas necesarias para preservar nuestros derechos.
Una presunta solidaridad ideológica con otros gobiernos no puede justificar ni mucho menos implicar una renuncia a la integridad territorial. De ocurrir, por falta de acción de la cancillería, una merma en nuestros derechos soberanos sobre el territorio que nos corresponde se estaría realizando un delito de lesa patria que genera responsabilidad penal.
La responsabilidad principal de un gobierno serio es la de proteger la soberanía y la integridad territorial y no la de defender los derechos de otros países. El no hacerlo si constituye traición a la patria.
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