GD. Oswaldo Sujú Raffo.
Cuando no existe la voluntad gubernamental de defender, el patrimonio territorial, marítimo y fluvial de una nación, se permite que la voracidad terrófaga de potencias vecinas avancen sobre tierras y aguas que jamás le pertenecieron.
Estas entregas y permisologías de soberanía nacional, al amparo de “sirenas jurídicas”-como bien lo decía el Dr. Pedro Lara Peña- ha causado desde su inicio como Nación desde 1777, la pérdida de más de un millón de kms2 del territorio nacional. Hoy Colombia, el Brasil y Guyana ocupan tierras que jamás le pertenecieron, ni jurídicamente ni tampoco históricamente. La sevicia, la ventaja, el engaño, la manipulación y otras componendas “legales”, aunado a la falta de conocimiento, voluntad y perseverancia de los gobiernos de turno venezolanos, desde el Siglo XIX, ha provocado uno de los casos de perdida territorial más escandaloso y triste , en la Historia .
Si nosotros no estamos alerta y denunciamos cualquier asomo de nueva entrega territorial o marítima, entonces nuestra Venezuela seguirá siendo la” pila de agua bendita” del continente, donde todo “bicho con uñas” mete el dedo..
El tcnel. Dictador, jefe de la revolución rojita, debería poner más cuidado en los asuntos de expansión fronteriza, de los países vecinos, que gastar tiempo y recursos en la exportación de su socialismo del siglo XXI por el mundo...
La expansión no solo se mide por presencia de grupos extranjeros, sino por sus influencias culturales, idiomas, económicas y de comunicaciones, así por las estrategias geopolíticas mantenidas en el tiempo. Hemos tenido más preocupación por las fronteras occidental y oriental, aunque no lo mínimo indispensable, pero a nuestra frontera sur casi la hemos olvidado, ignorando la rapacidad de un estado como el Brasil, que avanza al paso de sus “bandeirantes” de otrora y de sus “garimpeiros” modernos y audaces de hoy...
Como el Estado venezolano no difunde- por los múltiples medios de comunicación que dispone- sobre esta situación, las generaciones de venezolanos de hoy y de mañana, permanecerán en el limbo de la ignorancia y lasitud...
A pesar de tantos problemas internos que tenemos hoy en día, es menester y obligante mantener siempre presente que la frontera sur también es venezolana y hasta el último rincón es la Patria, como bien me decía mi profesor y amigo Dr. Pablo Ojer C: “La Venezuela de la Capitanía General de 1777, al sur llegaba hasta las riberas del río Amazonas y al noroccidente hasta el río Palomino, que hoy divide La Goajira del Magdalena”. Otro gran venezolano, Dr. David Barandiarán opinaba: “El Brasil nació en el Tratado de Tordesillas de 1494”, haciendo alusión al Tratado de Límites firmado entre el reino de España y el de Portugal, cuya línea a 370 leguas de Cabo Verde por occidente y la Línea de la Bula del Papa Alejandro VI de 1493, que pasaba a 100 leguas de Azores, delimitaba en esa época las tierras portuguesas en América. Pero como ya mencioné, la voracidad terrófaga es indetenible cuando se permite, hasta por la aquiescencia o el dejar hacer, los audaces “bandeirantes” de Sao Paulo violaron la Línea de Tordesillas y avanzaron raudos hacia el norte, ocupando tierras de la Provincia de Guayana , integrante de la Capitanía General de Venezuela. Hoy, luego de muchos años, el Proyecto Calha Norte (Canal Norte) -un ambicioso y estratégico plan geopolítico de desarrollo brasileño- que de manera continua ejecuta Itamarati, es la mejor expresión de la voluntad y determinación de los “bandeirantes” cariocas. En el Estado Amazonas, frente al Brasil solo existe un pueblo criollo, Santa Lucía, en cambio al otro lado están: Cucuy, Maturacá, Tapirapecó, Puerto Maloca, Catrimani, Surucucú y Auaris. En el Estado Bolívar, como pueblos fronterizos están: Santa Elena de Uairén, Icabarú y cuatros caseríos indígenas; del otro lado están los pueblos de: Uaicas, Surubay, Belarmino, Tepequen, Villa Brasil, Suapim Pacaraima, Serra do Sol, Surumu y Gerimpo; todos con actividad de minería y maderera. Compatriota, saque usted sus conclusiones, pero agregue que no se ha completado la demarcación fronteriza reiniciada en 1986 y que existe sectores selváticos, en la Sierra de Parima y de Pacaraima, en donde los hitos están distanciados hasta 40 kms !! Que tristeza y arrechera por lo que hemos permitido, como si no les doliera , a quienes han gobernado y hoy gobiernan, esta Venezuela tuya, mía y nuestra. La Patria es primero, Fuera los invasores cubiches, vividores y magapas. Hasta luego!
Cuando no existe la voluntad gubernamental de defender, el patrimonio territorial, marítimo y fluvial de una nación, se permite que la voracidad terrófaga de potencias vecinas avancen sobre tierras y aguas que jamás le pertenecieron.
Estas entregas y permisologías de soberanía nacional, al amparo de “sirenas jurídicas”-como bien lo decía el Dr. Pedro Lara Peña- ha causado desde su inicio como Nación desde 1777, la pérdida de más de un millón de kms2 del territorio nacional. Hoy Colombia, el Brasil y Guyana ocupan tierras que jamás le pertenecieron, ni jurídicamente ni tampoco históricamente. La sevicia, la ventaja, el engaño, la manipulación y otras componendas “legales”, aunado a la falta de conocimiento, voluntad y perseverancia de los gobiernos de turno venezolanos, desde el Siglo XIX, ha provocado uno de los casos de perdida territorial más escandaloso y triste , en la Historia .
Si nosotros no estamos alerta y denunciamos cualquier asomo de nueva entrega territorial o marítima, entonces nuestra Venezuela seguirá siendo la” pila de agua bendita” del continente, donde todo “bicho con uñas” mete el dedo..
El tcnel. Dictador, jefe de la revolución rojita, debería poner más cuidado en los asuntos de expansión fronteriza, de los países vecinos, que gastar tiempo y recursos en la exportación de su socialismo del siglo XXI por el mundo...
La expansión no solo se mide por presencia de grupos extranjeros, sino por sus influencias culturales, idiomas, económicas y de comunicaciones, así por las estrategias geopolíticas mantenidas en el tiempo. Hemos tenido más preocupación por las fronteras occidental y oriental, aunque no lo mínimo indispensable, pero a nuestra frontera sur casi la hemos olvidado, ignorando la rapacidad de un estado como el Brasil, que avanza al paso de sus “bandeirantes” de otrora y de sus “garimpeiros” modernos y audaces de hoy...
Como el Estado venezolano no difunde- por los múltiples medios de comunicación que dispone- sobre esta situación, las generaciones de venezolanos de hoy y de mañana, permanecerán en el limbo de la ignorancia y lasitud...
A pesar de tantos problemas internos que tenemos hoy en día, es menester y obligante mantener siempre presente que la frontera sur también es venezolana y hasta el último rincón es la Patria, como bien me decía mi profesor y amigo Dr. Pablo Ojer C: “La Venezuela de la Capitanía General de 1777, al sur llegaba hasta las riberas del río Amazonas y al noroccidente hasta el río Palomino, que hoy divide La Goajira del Magdalena”. Otro gran venezolano, Dr. David Barandiarán opinaba: “El Brasil nació en el Tratado de Tordesillas de 1494”, haciendo alusión al Tratado de Límites firmado entre el reino de España y el de Portugal, cuya línea a 370 leguas de Cabo Verde por occidente y la Línea de la Bula del Papa Alejandro VI de 1493, que pasaba a 100 leguas de Azores, delimitaba en esa época las tierras portuguesas en América. Pero como ya mencioné, la voracidad terrófaga es indetenible cuando se permite, hasta por la aquiescencia o el dejar hacer, los audaces “bandeirantes” de Sao Paulo violaron la Línea de Tordesillas y avanzaron raudos hacia el norte, ocupando tierras de la Provincia de Guayana , integrante de la Capitanía General de Venezuela. Hoy, luego de muchos años, el Proyecto Calha Norte (Canal Norte) -un ambicioso y estratégico plan geopolítico de desarrollo brasileño- que de manera continua ejecuta Itamarati, es la mejor expresión de la voluntad y determinación de los “bandeirantes” cariocas. En el Estado Amazonas, frente al Brasil solo existe un pueblo criollo, Santa Lucía, en cambio al otro lado están: Cucuy, Maturacá, Tapirapecó, Puerto Maloca, Catrimani, Surucucú y Auaris. En el Estado Bolívar, como pueblos fronterizos están: Santa Elena de Uairén, Icabarú y cuatros caseríos indígenas; del otro lado están los pueblos de: Uaicas, Surubay, Belarmino, Tepequen, Villa Brasil, Suapim Pacaraima, Serra do Sol, Surumu y Gerimpo; todos con actividad de minería y maderera. Compatriota, saque usted sus conclusiones, pero agregue que no se ha completado la demarcación fronteriza reiniciada en 1986 y que existe sectores selváticos, en la Sierra de Parima y de Pacaraima, en donde los hitos están distanciados hasta 40 kms !! Que tristeza y arrechera por lo que hemos permitido, como si no les doliera , a quienes han gobernado y hoy gobiernan, esta Venezuela tuya, mía y nuestra. La Patria es primero, Fuera los invasores cubiches, vividores y magapas. Hasta luego!
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