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http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5h57L8gBI7VzS6bTGvjGHvNkBDtmw
Por Yana Marull (AFP) – Hace 1 día
BRASILIA — Brasil no huirá de la responsabilidad de debatir metas para la reducción de sus emisiones de gases con efecto invernadero en la cumbre del Clima de Copenhague en diciembre, anunció el presidente Luiz Inacio Lula da Silva en una entrevista con la AFP.
"Tenemos la obligación moral de disminuir la deforestación en la Amazonia", comenzó afirmando el mandatario.
"Brasil está dispuesto a discutir metas y compromisos; no huiremos de la responsabilidad de discutir metas" de reducción de emisiones en la conferencia mundial sobre el clima convocada por la ONU en Dinamarca para cerrar un compromiso global para la lucha contra el cambio climático, dijo además.
Brasil es uno de los actores clave en ese debate, ya que se le considera el cuarto mayor emisor de gases con efecto invernadero del mundo, principalmente debido a la deforestación de la Amazonia, la mayor selva tropical del planeta, que cuando es devastada reduce la fijación de CO2, que vuelve a la atmósfera.
Hasta la fecha, el país sudamericano no ha querido asumir metas de reducción de emisiones en un nuevo acuerdo internacional sobre el clima, bajo la premisa de que el acuerdo vigente de Kioto comprometía solo a los países industrializados. Ahora, Brasil supedita metas a un compromiso de los países ricos. "Queremos que cada país asuma responsabilidad por los daños que causa al planeta" y "si no se da ese compromiso entre las metas de preservación de nuestros bosques (en los países en desarrollo) y la disminución de (emisión de gases) de los países ricos, será una discusión falsa en la que solamente los pobres pagarán", afirmó el mandatario.
Lula dijo aprobar que se cree un fondo para ayudar a los países pobres a combatir la deforestación, pero no en detrimento de una meta ambiciosa de reducción de emisiones de las naciones industrializadas. En definitiva, según Lula, "nadie puede exigir que China tenga la misma responsabilidad que Estados Unidos, o que Brasil tenga la misma responsabilidad que Inglaterra o Francia" porque los segundos emiten gases contaminantes "desde hace mucho tiempo".
"Nuestra idea es que podamos construir un acuerdo entre la posición brasileña, europea, de Estados Unidos, para ver si podemos dar un paso adelante con respecto a Kioto, que no fue firmado por los estadounidenses", continuó el mandatario.
Lula indicó que la posición brasileña, con el volumen de emisiones que podría comprometerse a recortar, será definida a inicios de noviembre.
Brasil asumió por primera vez una meta al final del año pasado, aunque voluntaria e interna, de reducir el ritmo de la deforestación amazónica en un 70% hasta 2018 sobre los últimos 10 años.
"Serán 4.800 millones de toneladas de CO2 menos (emitidas a la atmósfera) por deforestación evitada, más de lo que los países ricos se comprometieron en Kioto", afirmó el ministro de Medio Ambiente, Carlos Minc, en una reciente entrevista con la AFP. La selva amazónica perdió casi 13.000 km2 en 2008 por el avance de la ganadería, los cultivos y las madereras ilegales; Brasil pretende presentar este año cifras de 9.000 km2 menos de selva, que sería la menor superficie de los últimos 20 años, aseguró Minc. Esa superficie, no obstante, es equivalente al territorio de Puerto Rico y apenas menor al de Jamaica.
El ministro anunció entonces que su país llegará a Copenhague "con una meta precisa" de reducción de emisiones, principalmente de la deforestación. Posteriormente, el ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Celso Amorim, dijo en televisión: "Queremos mostrar que somos capaces de llegar a un resultado ambicioso y que Brasil contribuirá a ese resultado ambicioso".
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Por Yana Marull (AFP) – Hace 1 día
BRASILIA — Brasil no huirá de la responsabilidad de debatir metas para la reducción de sus emisiones de gases con efecto invernadero en la cumbre del Clima de Copenhague en diciembre, anunció el presidente Luiz Inacio Lula da Silva en una entrevista con la AFP.
"Tenemos la obligación moral de disminuir la deforestación en la Amazonia", comenzó afirmando el mandatario.
"Brasil está dispuesto a discutir metas y compromisos; no huiremos de la responsabilidad de discutir metas" de reducción de emisiones en la conferencia mundial sobre el clima convocada por la ONU en Dinamarca para cerrar un compromiso global para la lucha contra el cambio climático, dijo además.
Brasil es uno de los actores clave en ese debate, ya que se le considera el cuarto mayor emisor de gases con efecto invernadero del mundo, principalmente debido a la deforestación de la Amazonia, la mayor selva tropical del planeta, que cuando es devastada reduce la fijación de CO2, que vuelve a la atmósfera.
Hasta la fecha, el país sudamericano no ha querido asumir metas de reducción de emisiones en un nuevo acuerdo internacional sobre el clima, bajo la premisa de que el acuerdo vigente de Kioto comprometía solo a los países industrializados. Ahora, Brasil supedita metas a un compromiso de los países ricos. "Queremos que cada país asuma responsabilidad por los daños que causa al planeta" y "si no se da ese compromiso entre las metas de preservación de nuestros bosques (en los países en desarrollo) y la disminución de (emisión de gases) de los países ricos, será una discusión falsa en la que solamente los pobres pagarán", afirmó el mandatario.
Lula dijo aprobar que se cree un fondo para ayudar a los países pobres a combatir la deforestación, pero no en detrimento de una meta ambiciosa de reducción de emisiones de las naciones industrializadas. En definitiva, según Lula, "nadie puede exigir que China tenga la misma responsabilidad que Estados Unidos, o que Brasil tenga la misma responsabilidad que Inglaterra o Francia" porque los segundos emiten gases contaminantes "desde hace mucho tiempo".
"Nuestra idea es que podamos construir un acuerdo entre la posición brasileña, europea, de Estados Unidos, para ver si podemos dar un paso adelante con respecto a Kioto, que no fue firmado por los estadounidenses", continuó el mandatario.
Lula indicó que la posición brasileña, con el volumen de emisiones que podría comprometerse a recortar, será definida a inicios de noviembre.
Brasil asumió por primera vez una meta al final del año pasado, aunque voluntaria e interna, de reducir el ritmo de la deforestación amazónica en un 70% hasta 2018 sobre los últimos 10 años.
"Serán 4.800 millones de toneladas de CO2 menos (emitidas a la atmósfera) por deforestación evitada, más de lo que los países ricos se comprometieron en Kioto", afirmó el ministro de Medio Ambiente, Carlos Minc, en una reciente entrevista con la AFP. La selva amazónica perdió casi 13.000 km2 en 2008 por el avance de la ganadería, los cultivos y las madereras ilegales; Brasil pretende presentar este año cifras de 9.000 km2 menos de selva, que sería la menor superficie de los últimos 20 años, aseguró Minc. Esa superficie, no obstante, es equivalente al territorio de Puerto Rico y apenas menor al de Jamaica.
El ministro anunció entonces que su país llegará a Copenhague "con una meta precisa" de reducción de emisiones, principalmente de la deforestación. Posteriormente, el ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Celso Amorim, dijo en televisión: "Queremos mostrar que somos capaces de llegar a un resultado ambicioso y que Brasil contribuirá a ese resultado ambicioso".
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