Mapa Oficial de
la República Bolivariana de Venezuela con la Zona en
Reclamación - La Guayana Esequiba
Tomado de:
Analitica.com
Todo lo demás es traición. Traición a la Patria. El más grave de los delitos que pretende imponérsenos. Es la hora de reaccionar con honor y defender lo más preciado de nuestras vidas: nuestra nacionalidad.
Antonio Sánchez García
Especial para Venezuela Analítica
“Amo desesperadamente a mi Patria, como se ama a una madre
que agoniza” Vicente Huidobro, poeta chileno
Lastrará por años y
años sobre la honra de nuestras fuerzas armadas el haber permitido lo que puede
considerarse el hecho más ominoso de la historia de la República desde la fecha
de su fundación, hace más de doscientos años: que uno de los suyos, a cargo de
la presidencia de esa misma República, le entregara la soberanía de la
Nación a un poder extranjero, se echara en brazos de los mismos invasores que
fueran expulsados de nuestros territorios con la sangre, el esfuerzo, la
inteligencia y el coraje de nuestros soldados y prefiriera ir a morirse en ese
territorio extranjero antes que en los brazos de los suyos. Una traición nunca
antes vista en nuestros anales.
Lo que ha terminado por traducirse en el más doloroso y
lamentable proceso de auto mutilación del que tengamos memoria. Ciertamente: no
han sido la ambición territorial, los afanes expansionistas, el chovinismo y la
exaltación nacionalista elementos constitutivos de nuestra nacionalidad.
Venezuela ha sido desde sus orígenes una nación pacífica, ejemplarmente
solidaria y universalista en sus más profundas convicciones. De allí los sacrificios
puestos en la faena de liberar a todo un continente de las garras del
colonialismo. A costas de cientos de miles de sus hombres. Nuestros más
preclaros pensadores, entre ellos Rómulo Gallegos y Mariano Picón Salas
subrayaron ese hecho sorprendente, anotando que el pueblo venezolano era antes
belicoso que belicista. Y que, por lo mismo, esa belicosidad - que no
belicismo -, se expresaba en los sucesivos procesos auto mutiladores que
viviéramos a lo largo de nuestra historia. En efecto, luego de nuestras
gloriosas epopeyas independentistas, que llevaran a nuestros soldados a
derramar su sangre en cinco naciones de nuestro continente, no hemos puesto
nuestra vocación guerrera al servicio de un proyecto nacional, de un Estado al
servicio del fortalecimiento de la Nación, como hicieran chilenos, argentinos y
brasileños, que expandieran sus territorios a costa de sus vecinos. De la mano
de ejércitos y Estados con clara conciencia de sus intereses nacionales. Chile
a costas de Perú y Bolivia. Argentina y Brasil a costas de Paraguay, Ecuador y
Perú a costas de Bolivia.
Muy por el contrario: la historia de Venezuela está signada
por la renuncia al ejercicio de nuestros derechos sobre importantes territorios
que nos han sido arrebatados ante la criminal indiferencia de gobiernos y
gobernados. Lo que fuera defendido con valentía y coraje por los gobiernos
democráticos frente a Colombia en el Golfo y frente a las pretensiones de
Guayana sobre el Esequivo, hoy pareciera consumarse ante la falta de
patriotismo de quienes se han entregado en cuerpo y alma a la tiranía cubana,
que impone sus intereses en el Caribe a costas de lo que ya consideran una
satrapía suya en manos de uno de sus agentes. Uno de ellos y en mala hora
legitimado al frente del gobierno tras unas elecciones fraudulentas por
unas instituciones al servicio de esa misma tiranía cubana.
Es la hora de que
todos nuestros ciudadanos, partidos y ONGs, parlamentarios, la Iglesia, las
academias y los medios reaccionen con patriotismo frente al descuartizamiento
de nuestras tradiciones republicanas y con decoro e hidalguía frente al saqueo
de nuestros legítimos derechos soberanos que se pretende atropellar ante
el entreguismo del régimen. La Patria nos impone salirle al paso al entreguismo
gobernante y hacer valer nuestros legítimos derechos soberanos sobre la
integridad de nuestro territorio. Hay que rechazar con todas nuestras fuerzas
la desidia del gobernante y su disposición a traicionar nuestros derechos
territoriales sobre la Venezuela Esequiva.
Todo lo demás es traición. Traición a la
Patria. El más grave de los delitos que pretende imponérsenos. Es la hora de
reaccionar con honor y defender lo más preciado de nuestras vidas: nuestra
nacionalidad.
2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico
Simón Bolívar Primera Edición
Nota del editor del blog: Al
referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta
los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con
el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de
Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los
cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se
reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota
del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela
reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen
derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se
reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que
señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante
el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968
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