domingo, 24 de julio de 2011

LA CONVULSION DEL SISTEMA CLIMATICO GLOBAL ALCANZA UN PUNTO CRITICO

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22 de julio de 2011 • 16:43

Científicos de Estados Unidos y Europa afirman que existe una conexión muy estrecha entre todos los desastres naturales que vienen produciéndose en el planeta y sostienen que no se trataría de eventos aislados sino que sería un efecto acumulativo de la dinámica interna del sistema climático global.

Varios estudios, uno de ellos publicado por un grupo de meteorólogos y climatólogos en la revista internacional Nature, en base a un amplio cotejo de catástrofes en múltiples latitudes, sugieren la existencia general de un "punto de inflexión" de índole irreversible.

En tal sentido, estaría desapareciendo la cobertura helada de Groenlandia y una gran superficie de las zonas selváticas en la Amazonía, mientras que al mismo tiempo se altera el curso del viento monzón en el África occidental.

Los especialistas no pasan por alto la incidencia de la actividad humana en una parte de los fenómenos climáticos destructivos, aunque incorporan otros factores pocos difundidos, como la "circulación termohalina", también conocida como Correa Transportadora Oceánica, que desplaza agua entre la superficie y las profundidades por todo el mundo.

El globo terrestre posee varios océanos conocidos como el Pacífico, el Atlántico, el Índico, o el Ártico, y pese a esos nombres diferentes, no están realmente separados, no hay barreras entre ellos: las aguas circulan libremente y todos están interconectados en un océano global.

En la lista de situaciones críticas aparecen además el descongelamiento de los hielos de la Antártida occidental, los vaivenes de la Oscilación del Sur conocida como Corriente del Niño y los vientos monzones del verano en la India.

Durante años, numerosos científicos han sostenido que nuestro planeta se está calentando y que irán produciéndose alteraciones sintomáticas en el estado del tiempo, especialmente en la humedad de la atmósfera, de modo que en algunas regiones habrá más precipitaciones, numerosas se secarán, y otras se recalentarán.

No hay unanimidad al respecto, pues ante estos vaticinios "calientes", otros analistas sostienen que se trataría apenas de fenómenos preliminares cuyo desenlace sería, ni más ni menos, que la aceleración de una nueva era glacial.

Por su parte, en Estados Unidos, el informe El Estado del Clima 2010 de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica identificó durante ese año 41 indicadores que confirmarían las predicciones sobre un planeta más y más caliente.

La actual ola de calor intenso que sufren las regiones centrales y orientales de Norteamérica, con numerosas víctimas, hace recordar el mortífero verano que en tres días mató a más de 700 personas en la ciudad de Chicago en 1995.

Simultáneamente, en el sur de Chile, ha sido declarada zona de catástrofe la comuna cordillerana de Lonquimay, debido a las nevadas que castigan a esa región y que han aislado a sus seis mil habitantes, con registros de 25 grados centígrados bajo cero.

Las autoridades locales manifiestan que se trata del peor temporal de nieve ocurrido en esa región en tres décadas, pues se acumularon hasta dos metros de nieve en campos y caminos, fenómeno que localmente se califica como un `terremoto blanco`.

Timothy M. Lenton, experto de la revista Nature, comenta que algunos países "ya han sido establecidas medidas de alerta temprana frente a la irrupción de amenazas naturales como los huracanes y los tsunamis, mientras que recién comienzan a tomarse en cuenta fenómenos progresivos como las sequías o los brotes de malaria".

Roger Pielke, Jr., profesor de medio ambiente en la Universidad de Colorado, señaló que el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas define el término "cambio climático" como una variable en las estadísticas sobre el estado del tiempo, producidas durante 30 años o más, y que persisten durante décadas.

Por lo tanto, expresa con reservas, "la detección de un cambio en el clima requiere registros a largo plazo, y sugerir que algunos fenómenos climáticos extremos son una prueba del cambio climático no sólo es un error, también es un camino equivocado para abordar la cuestión".

"Es exactamente lo mismo que afirmar -durante un invierno particularmente frío y con nieve abundante- que los acontecimientos cíclicos desmienten de alguna manera la presencia del cambio climático. El estado del tiempo no es el clima y la variabilidad a corto plazo del clima de un territorio no es un cambio climático".

Este debate se agudiza ante la proximidad de la 17ª Conferencia (COP 17) de los países firmantes del Convenio Marco sobre Cambios Climáticos que Naciones Unidas celebrará en Durban, Sudáfrica, desde el 28 de diciembre al 9 de diciembre venideros.

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