domingo, 26 de abril de 2009

La construcción del territorio intercomunal en San Martín de Turumbang






Tomado de: Ponencia: I Seminario Territorio y Frontera: El Esequibo Hoy

La construcción del territorio intercomunal en San Martín de Turumbang”



Antropóloga. Raquel Martens


Definir el territorio Akawaio es tarea difícil, para un primer acercamiento es necesario analizar las primeras referencias históricas del contacto con colonos europeos en costas del atlántico hasta sus entradas en los ríos Cuyuni, Venamo y Esequibo, así como las referencias que relatan los intercambios comerciales entre diversos grupos de filiación Caribe en competencia con los Arawakos, también en el Esequibo y oriente de Venezuela.


El territorio akawaio en la actualidad no repara en fronteras concebidas desde la óptica occidental, las referencias de su etnogénesis pueden referirse a espacios situados en la zona costera continental de la actual Guyana hasta los bosques del Esequibo, en donde se refugiaron ante el avance de los colonos europeos (primero holandeses y después británicos), que introdujeron población africana en calidad de esclavos, y más tarde a hindúes que se dedicaron a las labores agrícolas. El antropólogo Cousins (1991) señala una referencia de Keymis en 1596 sobre los “Wocowaios” en el río “Chipanama” (Sipanama). En el siglo XIX, Codazzi los ubica entre los ríos Sibaroni y Putabo. A los Akawaios o “guaica” se les ubicaba hacia el noroeste del Esequibo. El pastor Brett describe en su visita a la misión del río Pomeroon (en 1839) a los grupos indígenas de esa área de influencia (los Wacowois, Caribes, Arawaks y Waraus), y señala que los Soerikongs, son el resultado de alianzas de emparejamineto entre Arekunas y Wacowois.



En cambio, la antropóloga Butt Colson señala que el término “Ingariko”, a los que supuestamente Im Thurn, señala como gente hibrida cuyo espacio se encontraba en el borde del territorio Arekuna y Makushi, es un apodo “ecológico” que significa “gente de montaña” (Kapon) y que los Makushi adjudicaban a los Patamona y a los Akawaios, aunque para Cousins podrían tener elementos étnicos. De todos modos, en nuestra apreciación los Akawaios se autodefinen con dicho nombre en presencia de extraños, dejando la palabra Kapon y pemón como término que significa “gente”.


No obstante, este proceso en el que se construía la alteridad ante diversos actores (indígenas y no indígenas) en términos de inclusión y exclusión, está remarcado por una serie de acontecimientos que en el siglo XX, tuvo su punto álgido en el movimiento del Rupununi y Mazaruni entre 1967-1969, reparando en ello no sólo un significado geopolítico entre dos visiones encontradas de territorialidades, sino el interés de autonomía indígena que en los Akawaios se readecua a nuevas estrategias de poder y oportunidades en la negociación de su identidad en espacios signados por los intereses económicos que genera la minería aurífera de aluvión. Un ejemplo de este proceso de negociación y construcción de un espacio intercomunal entre una pluriculturalidad de actores lo constituye el pueblo Akawaio denominado San Martín de Turumbang y sus áreas de influencia por los ríos Venamo y Cuyuní, en donde se adscriben otras comunidades akawaias como Patawaiparu.


Descripción geográfica de San Martín de Turumbang


San Martín de Turumbang, está ubicada cerca de la Isla de Anacoco, en la zona boscosa de Imataca, punto intermedio y casi equidistante entre la región del río Barima al norte y la región del Mazaruni al sur, al otro lado de los espacios esequibanos en reclamación, en la ribera occidental del río Cuyuni.


Para llegar a San Martín de Turumbang se toma la carretera nacional Troncal 10 que conduce a las poblaciones de Tumeremo y El Dorado, desviándose a la izquierda cuando se llega al puesto de seguridad de Casa Blanca, antes de llegar a esta última población. En su recorrido de tres horas por una carretera semiasfaltada, cubierta de bosque tropical intervenido, se encuentran poblaciones no indígenas de pequeños agricultores procedentes del Estado Bolívar y de países como Colombia, en donde se pueden apreciar cultivos de lechosa, piña, maíz y actividades ganaderas extensivas en fundos ganaderos cercados.


Asimismo, se reconoce una actividad forestal no tradicional de empresas del Estado, y otra realizada por los propios indígenas, cuya madera es utilizada para la construcción de viviendas, pero también para la venta, desconociéndose la cantidad y volumen de madera obtenida por los Akawaios.


Además de la actividad forestal, la minería ha cobrado un especial interés y se ha incrementado por las concesiones otorgadas por el Estado a diversas empresas, que desde la década de los 70 han permanecido en la zona y recientemente también se otorgan concesiones a cooperativas. Esta minería permisada, sobre todo la que se efectúa en el río Cuyuni como minería de aluvión para extraer material aurífero, hoy se ejerce por pequeños mineros procedentes de Ciudad Bolívar y de poblaciones cercanas como El Palmar, también por un sector de la población indígena de San Martín de Turumbang, perfilándose como una actividad que ha incentivado los intercambios comerciales entre indígenas Akawaios y mineros, en sitios específicos del puerto del pueblo, originando conflictos asociados a la actividad minera, como es la presencia de redes de contrabando.


Por un lado, algunos indígenas Akawaios ven en la minería una actividad lucrativa que genera empleos indirectos en el sector servicios que ya en el pueblo se nota por la cantidad de negocios en donde se venden víveres y vestidos, por otro lado, la minería segrega los espacios entre indígenas y no indígenas, siendo las minas situadas a dos horas del pueblo (Por ejemplo, Rabin Rico) o en las riberas del río Cuyuni y Venamo ocupadas por no indígenas que perciben a los Akawaios, como extranjeros que no son venezolanos. También hay que destacar la presencia de brasileños y Afrodescendientes guyaneses que controlan en los ríos los equipos y maquinarias como las balsas apostadas en sus riberas y constituyen viviendas temporales (muchas de ellas tienen plantas eléctricas y televisión por cable).


Desde el punto de vista demográfico, San Martín de Turumbang tiene más de 800 habitantes, y su área de influencia territorial incluye otras poblaciones akawaias como Patawaiparu, en el río Venamo. No obstante, en su interior se expresan serios conflictos de orden organizativo que es motivado por el control de los recursos, pero también por las diferencias socioculturales y étnicas entre la pluralidad que interactúa en este centro poblado, ha dificultado de alguna manera, la ejecución de proyectos comunitarios y la integración intercomunal.

Entre esas diferencias en términos de fronteras, tenemos:


1.- La frontera étnica entre indígenas y no indígenas, se observa en la segregación de los foráneos en una zona considerada como roja, en donde hay intercambios comerciales y prestación de servicios. En esta zona que no se encuentra en el casco del pueblo, sino en la periferia aparece como un marcador que avala la distancia entre personas consideradas (pemón) de los no pemón, extraños que van a la comunidad por razones de trabajo en las minas.


2.- La frontera cultural entre indígenas, como por ejemplo entre Akawaios - Arekunas, Akawaios-Kariñas, y Akawaios-Arawacos. La primera relación se ha sustentado desde poco tiempo después de haber culminado los movimientos de Mazuruni y Rupununi, y comparten el mismo territorio aunque con matices, pues en los Arekunas se expresa el deseo de recuperar y expresar algunos elementos culturales que en los Akawaios se han visto afectados por el proceso de transculturación.

La segunda relación, entre los Kariñas (que ocupan la zona roja), es de reciente data, pues los Kariñas provenientes desde el norte del Esequibo (Korotoko) desde 1995, han ocupado algunos espacios de San Martín de Turumbang, adscribiéndose a este centro poblado, pero manteniendo su distancia. A pesar de que los Akawaios en su acción “civilizadora”, los incorporan en la comunidad mediante la ejecución de proyectos de viviendas, los Kariñas han rechazado éstas y han preferido vivir a sus usos y costumbres, lo que implica la persistencia de su identidad como grupo indígena diferenciado.


La tercera relación entre Akawaios y Arawakos es de vieja data, entraña un conflicto por el territorio reseñados por los historiadores y antropólogos. Para los Akawaios los problemas comunales se traducen en las fallas de los servicios, mientras que para los Arawakos, procedentes también del Esequibo, y que participaron en el movimiento rebelde, el territorio en donde coexisten y su definición es de vital importancia. En la cartografía realizada por Lizarralde y otros antropólogos, el territorio Arawako ocupa la región del río Barima hasta costas del atlántico, mientras que los Akawaios la región del Mazaruni y el Venamo. Hoy en sus intersticios, el problema de la territorialidad todavía no es un conflicto resuelto a pesar de que en las primeras mensuras en septiembre de 1969 en San Martín de Turumbang, estaban incluidos los Arawakos.

3.- La frontera religiosa entre la iglesia católica y la iglesia adventista del séptimo día. Si bien, entre los indígenas se adscriben a ambas religiones, la mayoría de los Kariñas son católicos y la mayoría de los Akawaios son adventistas por la educación recibida en escuelas del Esequibo en poder de pastores protestantes. Hay sin embargo, entre los adventistas reductos de antiguos movimientos milenarios (Aleluya) que perciben un tiempo de estabilidad temporal entre ambas iglesias, pero con una fuerte visión de Apocalipsis que es incierto. Un aspecto fundamental, es la plataforma social de la iglesia adventista que no necesita de formalidades ni jerarquías rígidas para su labor misionera, asunto contrario que en la iglesia católica se obstaculiza por las subsecuentes subordinaciones en la pirámide institucional de las diversas órdenes religiosas.

Ahora bien, pensar en la integración intercomunal en San Martín de Turumbang, es necesario que la diferencia así construida sea integrada en diálogos permanentes, a partir de mecanismos de tolerancia y estrategias de articulación social efectivos, basados en la definición de un territorio en donde las nuevas generaciones de Akawaios reconozcan los procesos históricos que dieron origen su identidad. En la memoria colectiva de los ancianos se encuentra la clave para que los Akawaios no se queden con un nombre sin significado, vacío de todo contenido cultural del desarraigo de jóvenes ante los procesos de cambio cultural.


Nota del Editor del blog: Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500 Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.

1 comentario:

En la esquina dijo...

mUY BUENA SÍNTESIS DE SAN MARTN DE TURUMBAN. uLTIMAS nOTICIAS ESTÁ REALIZANDO UN TRABAJO SOBRE ESTA COMUNIDAD, ENMARCADO EN LA SERIE FRONTERAS VIVAS, EN LA CUAL DEJAMOS CLARO QUE SIEMPRE SE HA CONCEBIDO A SAN MARTÍN COMO UNA FRONTERA, PERO EN REALIDAD NO LO ES. CITAREMOS SU BLOG COMO FUENTE CONSULTADA. SALUDOS, ANA CAROLINA GRIFFIN, COORDINADORA DE INTERNACIONALES ULTIMAS NOTICIAS. agriffin@cadena-capriles.com