Luis Barragán: La cuestión Esequibo
Luis Barragán: La cuestión Esequibo
Dic 18, 2016 6:47 pm
Publicado en: Opinión
Cierto, hoy estamos bombardeados por los más variados y agudos problemas que, en
medio del hastío y la desesperación, hacen distantes asuntos largamente
pendientes como el del Esequibo. En definitiva
la tensión está en la inevitable persistencia de esa variedad y la
pretensión gubernamental de reducirnos a una aldea monotemática, arbitrando e
imponiendo una agenda unilateral y artificial de discusión.
Insistimos, no entendemos conflicto limítrofe alguno sólo por
salvaguardar la integridad del territorio heredado, deslizándonos – incluso – a
un ultranacionalismo inexplicable en la era ya retrasada de la globalización, sino por una amenaza viva y
cercana: quedarnos sin suelo propio para soñar y luchar por un mundo mejor. De
sumar la displicencia entreguista del régimen respecto a Guyana, con la subasta
ecocida del consabido Arco Minero y la militante indiferencia o quizá regocijo
frente a la masiva emigración forzada que ha provocado, no dispondremos
siquiera de casa propia para abrirla – accediendo – a la nueva universalidad
que, con todos sus tropiezo, toca a nuestras puertas.
Luego, actualizar el asunto esequibano cuenta con una inmensa
y legítima pertinencia, sobre todo cuando – en días pasados – el Secretario
General saliente de la ONU, declaró en torno al plazo de finiquito del Proceso
de Buenos Oficios que puede llevarnos a la Corte Internacional de Justicia.
Todo acaece en un mes que sintetiza muchos de nuestros sufrimientos,
ejemplificando la debilidad que exponemos en términos de seguridad y defensa:
la propia dictadura.
Distintas voces reiteran su preocupación respecto al tema,
aunque las consabidas dificultades del mercado editorial evitan una mayor
difusión y ponderación especializada de los planteamientos. Sin embargo, por el
denodado empeño de sus coordinadores, Claudio Briceño Monzón, José Alberto
Olivar y Luis Alberto Buttó, en la comarca donde reina la escasez interesada de
papel y tinta, a principios de 2017 circulará un título acaso decisivo en la
materia: “La cuestión Esequibo. Memoria y soberanía”, con el patrocinio de las
universidades Metropolitana, Los Andes y Simón Bolívar.
Un conjunto de valiosos trabajos, añadido el que modestamente
aportamos, explican un libro necesario: La bulla aurífera tras el reclamo territorial
con la Guayana Británica 1886-1887 (José Alberto Olivar); El Gran Estado
Bolívar y el Territorio Federal Yuruari. Cambios político – administrativos del
Guzmancismo (Hancer González); Publicidad limítrofe sobre la controversia Anglo
– Venezolana [1895 – 1897] (Emad Aboaasi
El Nimer); Venezuela y Guyana: el
momento de las vías de hecho [1966-1969] (Guillermo Guzmán Mirabal); Geohistoria de la usurpación de la Guayana
Esequiba: Del Acuerdo de Ginebra a la inercial posición del gobierno chavista
(Claudio Alberto Briceño Monzón);
Disuasión: el Esequibo en clave Defensa (Luis Alberto Buttó); Guyana ahora sí está dispuesta a resolver el
reclamo Esequibo (Manuel Alberto Donís Ríos); Hugo Chávez y el problema del
territorio Esequibo 1999-2012 (Rajihv Morillo Dáger); Esequib(v)o: enunciados
para una discusión (LB). Por lo demás,
todo un desafío en la aldea monotemática en la que desean convertirnos.
Permítannos una nota personal: planteado en el pasado período
legislativo el problema esequibano, nos dispusimos a estudiarlo a fondo para el
debate, consignados dos proyectos de leyes alusivos; e, iniciada la campaña
parlamentaria aragüeña, recibimos la invitación de los Dres. Buttó y Olivar
para participar en un foro realizado en la sede de la Universidad Simón
Bolívar, junto a los Dres. Briceño Monzón, Donís Ríos y Germán Guía. Atendiéndola,
los Dres. Buttó y Olivar nuevamente nos invitaron a formalizar,
profundizar y precisar los apuntes que sustentaron nuestra intervención para el
libro en cuestión, diligencia que procuramos cumplir y que, a la vez, sirvió
para constatar – como ocurría en el pasado – que no hay tarea parlamentaria
alguna, convincente y cabal, si no honra una vital responsabilidad: la del
estudio.
Aspiramos a la presentación de “La cuestión Esequibo” para
finales de enero o comienzos de febrero del año entrante, con motivo del
aniversario del Acuerdo de Ginebra.
Ojalá, las circunstancias y los recursos disponibles autoricen otras actividades relacionadas, con la
participación de la academia y de las organizaciones especializadas de la
sociedad civil, cuyos aportes todavía no se ha valorado en su justa dimensión.
@LuisBarraganJ
Unnamed
2005 La Guayana
Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar
Primera Edición
La Guayana Esequiba Zona en
Reclamación
Terminología sobre cómo referenciar
la Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Nota del editor del blog:
Al referenciarse a la República
Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de
territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de
Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de
febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el
Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservó sus
derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo
de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce
como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha
del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva
expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que señala el
Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de
Julio de 1968
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