Tomado de.
Conocer más la historia y la geografía del Esequibo, y
acercarnos a sus habitantes
JULIO CÉSAR PINEDA | EL UNIVERSAL
jueves 18 de junio de 2015 12:00 AM
En Argentina siempre ha estado presente el verbo malvinizar
tanto en su política interna como externa, porque lo considera una realidad
histórica-geográfica-jurídica, que desde 1833 constituye un reclamo permanente
de Buenos Aires, logrando en la actualidad el reconocimiento de todos los
sudamericanos y también de otros Estados en el plano internacional.
De la misma forma, Venezuela debe solicitar el respaldo en Unasur, Mercosur, Celac y en todos los foros multilaterales. Así lo hizo el Canciller Marcos Falcón Briceño en 1962 al denunciar como írrito y nulo el laudo arbitral de 1899 entre Venezuela y Gran Bretaña, y lograr por el Acuerdo de Ginebra de 1966, reabrir el debate con Gran Bretaña y su colonia, después independiente, la República Cooperativa de Guyana.
Nos hace falta esa diplomacia que Argentina ha sabido utilizar desde que logró incluir en la nueva realidad de la ONU el tema de las Malvinas y aprobar la resolución 1.514. El representante argentino, José María Rueda, abogado e internacionalista, argumentó el deber moral y jurídico de Londres de devolver ese territorio a sus verdaderos dueños.
Así se llegó a la resolución 2.065 de la Asamblea General, donde se llamó a la negociación a fin de encontrar una solución pacífica. Es tan activa la diplomacia argentina en las instancias internacionales que en la reciente reunión Celac-UE frente al Primer Ministro británico, la presidenta de Argentina lo hizo directamente.
Legítimo reclamo
Para Venezuela el Acuerdo de Ginebra reabrió el legítimo reclamo, que como señaló la Corte Permanente de Justicia Internacional en 1924 es "una controversia internacional o un desacuerdo sobre un punto de derecho o de hecho, una oposición de tesis jurídicas o de intereses".
Hábilmente, Gran Bretaña le dio la independencia a la Guayana Británica, pero por este Acuerdo de Ginebra sigue vigente ese diferendo. Venezuela cuando reconoció al nuevo Estado de Guyana, dejó establecido el reclamo sobre la territorialidad del Esequibo, el cual hoy afortunadamente aparece en los mapas venezolanos sin el rayado tradicional porque es territorio venezolano y genera derechos en la fachada atlántica.
Ambos gobiernos han aceptado la figura del buen oficiante porque el tratado de Ginebra fue "un acuerdo para llegar a un acuerdo", invalidando el laudo de 1899 hasta encontrar una solución pacífica, práctica y satisfactoria.
El nuevo gobierno de Guyana, con una actitud agresiva, casi llamó a la respuesta militar por el decreto 1.787 del Presidente Maduro que estableció las Zonas Operativas de Defensa Integral Marítima e Insular (Zodimain).
Venezuela no puede permitir situaciones como la de Exxon Mobil en aguas en disputa o lo que sucedió con el petrolero Teknik Perdana, al cual las Fuerzas Armadas venezolanas retuvieron y condujeron a Margarita.
Por supuesto que el petróleo, no solo en el caso del Esequibo sino también en el de las Malvinas, es un tema que potencia más el conflicto. Afortunadamente, el Presidente de Guyana, David Granger, aceptó volver a las negociaciones aun cuando su Cancillería insiste en otros posibles medios diplomáticos distintos al actual. Recordemos que el artículo 33 de la Carta de la ONU los señala: la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial. Toda acción bélica está al margen del derecho internacional.
En el caso argentino, la guerra de 1982 la decidió la dictadura militar, con una actitud desesperada e improvisada, sin posibilidades de triunfo y cuya intención era perpetuarse en el poder, encubrir las violaciones a los derechos humanos y la grave crisis económica. Esta guerra permitió lo que los argentinos llaman la malvinización del caso, poniendo el reclamo de los 12.000 km2 de las islas en la vida diaria de los argentinos.
En todos los escenarios
Nosotros, como los argentinos, debemos venezolanizar el Esequibo. Tenerlo presente en el consenso necesario en la política interior y en todos los escenarios internacionales. Incluso como Buenos Aires, constitucionalizar más de lo establecido al Esequibo, como la Constitución de Argentina de 1994 donde incluyeron un texto referido a las Malvinas por reforma constitucional, allí se afirma que "la nación argentina ratifica su legitima e imprescriptible soberanía sobre las Malvinas... por ser parte integrante del territorio nacional... la recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía... constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino".
Como allá el verbo fue malvinizar, aquí puede ser de ahora en adelante esequibizar, venezolanizando realmente ese territorio. Conocer más la historia y la geografía del Esequibo, acercarnos a sus habitantes y desarrollar la región y vigilar permanentemente nuestro mar territorial.
@jcpinedap
jcpineda01@gmail.com
www.juliocesarpineda.com
De la misma forma, Venezuela debe solicitar el respaldo en Unasur, Mercosur, Celac y en todos los foros multilaterales. Así lo hizo el Canciller Marcos Falcón Briceño en 1962 al denunciar como írrito y nulo el laudo arbitral de 1899 entre Venezuela y Gran Bretaña, y lograr por el Acuerdo de Ginebra de 1966, reabrir el debate con Gran Bretaña y su colonia, después independiente, la República Cooperativa de Guyana.
Nos hace falta esa diplomacia que Argentina ha sabido utilizar desde que logró incluir en la nueva realidad de la ONU el tema de las Malvinas y aprobar la resolución 1.514. El representante argentino, José María Rueda, abogado e internacionalista, argumentó el deber moral y jurídico de Londres de devolver ese territorio a sus verdaderos dueños.
Así se llegó a la resolución 2.065 de la Asamblea General, donde se llamó a la negociación a fin de encontrar una solución pacífica. Es tan activa la diplomacia argentina en las instancias internacionales que en la reciente reunión Celac-UE frente al Primer Ministro británico, la presidenta de Argentina lo hizo directamente.
Legítimo reclamo
Para Venezuela el Acuerdo de Ginebra reabrió el legítimo reclamo, que como señaló la Corte Permanente de Justicia Internacional en 1924 es "una controversia internacional o un desacuerdo sobre un punto de derecho o de hecho, una oposición de tesis jurídicas o de intereses".
Hábilmente, Gran Bretaña le dio la independencia a la Guayana Británica, pero por este Acuerdo de Ginebra sigue vigente ese diferendo. Venezuela cuando reconoció al nuevo Estado de Guyana, dejó establecido el reclamo sobre la territorialidad del Esequibo, el cual hoy afortunadamente aparece en los mapas venezolanos sin el rayado tradicional porque es territorio venezolano y genera derechos en la fachada atlántica.
Ambos gobiernos han aceptado la figura del buen oficiante porque el tratado de Ginebra fue "un acuerdo para llegar a un acuerdo", invalidando el laudo de 1899 hasta encontrar una solución pacífica, práctica y satisfactoria.
El nuevo gobierno de Guyana, con una actitud agresiva, casi llamó a la respuesta militar por el decreto 1.787 del Presidente Maduro que estableció las Zonas Operativas de Defensa Integral Marítima e Insular (Zodimain).
Venezuela no puede permitir situaciones como la de Exxon Mobil en aguas en disputa o lo que sucedió con el petrolero Teknik Perdana, al cual las Fuerzas Armadas venezolanas retuvieron y condujeron a Margarita.
Por supuesto que el petróleo, no solo en el caso del Esequibo sino también en el de las Malvinas, es un tema que potencia más el conflicto. Afortunadamente, el Presidente de Guyana, David Granger, aceptó volver a las negociaciones aun cuando su Cancillería insiste en otros posibles medios diplomáticos distintos al actual. Recordemos que el artículo 33 de la Carta de la ONU los señala: la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial. Toda acción bélica está al margen del derecho internacional.
En el caso argentino, la guerra de 1982 la decidió la dictadura militar, con una actitud desesperada e improvisada, sin posibilidades de triunfo y cuya intención era perpetuarse en el poder, encubrir las violaciones a los derechos humanos y la grave crisis económica. Esta guerra permitió lo que los argentinos llaman la malvinización del caso, poniendo el reclamo de los 12.000 km2 de las islas en la vida diaria de los argentinos.
En todos los escenarios
Nosotros, como los argentinos, debemos venezolanizar el Esequibo. Tenerlo presente en el consenso necesario en la política interior y en todos los escenarios internacionales. Incluso como Buenos Aires, constitucionalizar más de lo establecido al Esequibo, como la Constitución de Argentina de 1994 donde incluyeron un texto referido a las Malvinas por reforma constitucional, allí se afirma que "la nación argentina ratifica su legitima e imprescriptible soberanía sobre las Malvinas... por ser parte integrante del territorio nacional... la recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía... constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino".
Como allá el verbo fue malvinizar, aquí puede ser de ahora en adelante esequibizar, venezolanizando realmente ese territorio. Conocer más la historia y la geografía del Esequibo, acercarnos a sus habitantes y desarrollar la región y vigilar permanentemente nuestro mar territorial.
@jcpinedap
jcpineda01@gmail.com
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2005 La
Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar Primera Edición
Nota del
editor del blog:
Al referenciarse a la República Cooperativa de
Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al
oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en
Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el Gobierno
Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos
sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966
al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como
territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del
río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva
expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra
en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la
Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos
soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea
del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el
Océano Atlántico...”
LA GUAYANA ESEQUIBA
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2008/01/la-guayana-esequiba.html
Terminología sobre cómo referenciar la
Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Mapa que señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se
reserva, como Mar Territorial mediante
el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968
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