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Lenguas Amerindias en la Guayana Esequiba Zona en Reclamación Tomado de
la Venezolanidad del Esequibo Página 451
Tomado de:
La explotación maderera y minera desplaza a los indígenas de
sus territorios ancestrales
Ibis Frade Brito *
Aunque representan alrededor del 7% de los habitantes de
Guyana, los descendientes de grupos originarios viven en las áreas de mayor
riqueza natural de este país, bajo la amenaza creciente de grandes empresas
transnacionales. Las etnias de la denominada población amerindia tienen
comunidades por todo el territorio, sobre todo en bosques y sabanas, en tanto
el 80% de los guyaneses viven en franjas costeras, de acuerdo a cifras
oficiales.
Registros históricos apuntan que esos pueblos nativos
obtuvieron tempranos derechos sobre la tierra, concedidos por los colonizadores
holandeses en 1784, y sus comunidades estuvieron sin experimentar grandes
agresiones durante los siglos XVIII y XIX pues los europeos y otros inmigrantes
ocupaban llanuras propicias a las plantaciones. En tanto, los amerindios
vivieron prácticamente aislados hasta mediados del siglo XX y mantuvieron los
ecosistemas donde se establecían en un estado casi virgen.
Pero el escenario cambió en las últimas décadas al sobrevenir
el impulso de las políticas neoliberales apoyadas por el Banco Mundial y el
Fondo Monetario Internacional: la explotación maderera y minera tomó auge y su
expansión indiscriminada propició la deforestación, reporta el sitio
electrónico pueblosoriginariosenamerica.org.
La actividad minera destruyó y desplazó muchos asentamientos
amerindios, además trajo consigo la contaminación de ríos, la pérdida de agua
potable y sensibles afectaciones a la pesca y caza de supervivencia. Si bien en
2006 el Gobierno aprobó la Ley Amerindia con el objetivo de ofrecer mayor
protección a los descendientes de pueblos nativos y velar por sus derechos, la
presión de las compañías mineras foráneas aún obstaculiza su aplicación e
impide la toma de otras enmiendas necesarias.
Establecer un procedimiento para la concesión de la tierra y
los títulos de propiedad (los amerindios pueden solicitar un terreno si prueban
que viven allí desde hace varios años) es uno de los puntos claves en este
documento. También regula la explotación minera y maderera con el fin de
aprovechar los recursos de forma sostenible, y pauta las formas de gobierno
dentro de los asentamientos.
El acta reconoce como territorio amerindio 63 comunidades y
dos distritos especiales, los cuales abarcan unos 38 mil kilómetros cuadrados,
mientras los pueblos originarios reclaman como suyos un total de 69.200
kilómetros cuadrados, según la página web oficial del Ministerio de Asuntos
Amerindios, amerindian.gov.gy. Todavía están pendientes desde 1999, reformas
constitucionales aprobadas por el Parlamento referidas al autogobierno y la
extensión de propiedades a otras zonas que no son reconocidas por el Estado,
según la Asociación del Pueblo Amerindio (APA).
La protección gubernamental solo es efectiva en aquellos
lugares registrados en el Acta Amerindia, pero en los sitios por demarcar no
existe supervisión sobre las compañías mineras, las cuales ni siquiera
consultan con los grupos nativos como establece la ley, advierte la APA. Los
amerindios carecen de autoridad para expulsar a los intrusos pues, aunque
posean la propiedad de la tierra, no tienen derecho a los minerales del
subsuelo, apunta esa organización.
Desde 1990, la APA denunció varios casos de ocupación ilegal,
sin embargo la falta de reconocimiento de esas áreas ilícitamente ocupadas y el
lento proceso gubernamental de demarcación representan un obstáculo en la
protección eficaz de los derechos sobre la tierra, según esa asociación. Por
ello, varios grupos pertenecientes a la APA realizan mapeos para determinar sus
territorios, detectar con mayor precisión cuando los invaden y así reclamar sus
derechos.
El Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la
Discriminación Racial recomendó al Gobierno guyanés revisar su práctica de
otorgar permisos y concesiones mineras en zonas de comunidades originarias sin
obtener el consentimiento de quienes viven allí. Esta situación genera
conflictos entre amerindios y empleados de las minas, lo cual preocupa a las
autoridades locales, señaló el ministro de Recursos Naturales y Medio Ambiente,
Robert Persaud.
Para velar por su seguridad y defender sus derechos, el
Gobierno creó en 1992 el Ministerio de Asuntos Amerindios, con el apoyo del
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Además, estableció la elección
de miembros indígenas a la Asamblea Nacional como representantes de partidos
tradicionales. La cartera elabora diversas iniciativas dirigidas a aumentar la
calidad de vida de los pueblos originarios como crear más oportunidades de
empleo, mantener la seguridad alimentaria y diversificar sus actividades
económicas fundamentales.
Por su parte, el presupuesto de este año destina seis
millones de dólares estadounidenses al Fondo de Desarrollo Amerindio con el fin
de mejorar la vida económica y social de las comunidades. Otras sumas
millonarias van dirigidas al programa de demarcación de tierras y entrega de
títulos, pues el Gobierno pretende completar todos los territorios pendientes a
fines de este año.
Si bien quedan algunos mecanismos por establecer en la
formulación de los proyectos pues debemos asegurar su viabilidad, existe la
voluntad política, señaló el ministro de Asuntos Amerindios Pauline Sukhai. Un
centenar de comunidades en las distintas regiones de esta nación se
beneficiarán con la creación de nuevas viviendas, zonas de cultivos, estanques
de peces y establecimientos para criar aves de corral y otros animales, informó
el titular.
Pero uno de los retos futuros más complejos radica precisamente
en conciliar los intereses del sector minero, pilar en la economía de Guyana,
con las demandas de los pueblos amerindios, defensores del uso sostenible de
los recursos naturales y la protección del medio ambiente.
Guyana emprende proyecto para beneficiar comunidades
indígenas
El Fondo de Desarrollo Amerindio de Guyana (ADF en inglés)
desarrolla un programa para elevar la calidad de vida de los pueblos
originarios de esta nación. La protección de los derechos territoriales
indígenas y la creación de oportunidades de subsistencia son dos pilares
importantes en la estrategia trazada, señala un comunicado de la agencia
oficial de noticias GINA.
Todavía quedan algunos mecanismos pendientes en la
formulación de los proyectos pues debemos asegurar su viabilidad, explicó el
ministro de Asuntos Amerindios, Pauline Sukhai. Esa cartera, de conjunto con el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, destinará unos seis
millones de dólares a ejecutar planes enfocados a potenciar la economía de esas
comunidades indígenas, apuntó.
En la primera fase, unas 27 comunidades de las distintas
regiones de este territorio se beneficiarán con la creación de viviendas, zonas
de cultivos, estanques de peces y establecimientos para criar aves de corral y
otros animales, informó Sukhai. Además de garantizar el consumo interno, la
producción cubrirá demandas de alimentación escolar y podrá comercializarse.
* Periodista de la Redacción Centroamérica y Caribe de Prensa
Latina.
2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico
Simón Bolívar Primera Edición
Nota del editor del blog: Al
referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta
los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con
el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de
Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los
cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se
reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota
del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela
reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen
derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se
reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que
señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante
el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968
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