http://www.forestpeoples.org/es/topics/medios-de-vida-sostenibles/news/2012/07/rio20-resultados-dispares-plantean-retos-importantes-
Un líder indígena informa de los efectos perjudiciales de la
presa de Belo Monte en la Conferencia Internacional de PPII © Tom Griffiths
23 Julio de, 2012
Aunque los gobiernos no asumieron compromisos vinculantes con
respecto al desarrollo sostenible, pueblos indígenas de todo el mundo lanzaron
mensajes claros contra los modelos de desarrollo dominantes y a favor del
respeto de los derechos humanos, la libre determinación y los conocimientos y
la cultura tradicionales.
Presentada como el mayor evento de la ONU de los últimos 20
años, la Conferencia sobre el Desarrollo Sostenible Río+20, celebrada en Río de
Janeiro del 20 al 22 de junio, ha sido descrita por muchos como fracaso
anunciado, y por otros como paso positivo hacia compromisos renovados de la
comunidad global para lograr el desarrollo sostenible. Desde luego el documento
oficial adoptado por los gobiernos (El
futuro que queremos) no es equiparable a los logros históricos alcanzados
hace 20 años, y carece de compromisos y plazos claros de actuación. La adopción
de los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible, el compromiso de apoyar
los medios de implementación (concretamente unos nuevos términos de comercio y
una mayor asistencia oficial al desarrollo [AOD], entre otros) y la
actualización de los marcos institucionales existentes para la gobernanza
internacional del medio ambiente fueron aplazados hasta futuras negociaciones.
No podría haber sido de otra manera, ya que los resultados de Río+20 parten de
una conciliación de programas contradictorios de países emergentes, es decir el
G77, India y China, y de las otrora superpotencias económicas del G7.
Los resultados de la cumbre reflejan un mundo dividido entre
la incapacidad de los gobiernos nacionales para separarse de los paradigmas
dominantes orientados al crecimiento y reconfirmar los principios y compromisos
adquiridos en 1992, por un lado, y la llamada generalizada de los pueblos
indígenas y los movimientos sociales a planteamientos alternativos del
desarrollo sostenible, por otro. De ahí que El futuro que queremos contenga
tanto riegos como oportunidades. En el documento final se reconoce el concepto
de economía verde (criticado por muchos como equivalente a comercialización de
la naturaleza), pero también se admite que los países puedan perseguir
políticas económicas verdes diferentes y que cualquier transición a economías
sostenibles debe respetar los conocimientos y los medios de vida tradicionales
por encima de los simples valores de mercado.
Los debates sobre los bosques fueron incluidos tarde en el
proceso de negociación previo a Río+20 y muchos consideraron que el diálogo
oficial sobre los bosques en Río+20 fue acelerado a insatisfactorio (véanse por
ejemplo los comentarios de los socios del FPP en el artículo 2 de este
boletín de noticias). El resultado final fue un texto árido en el que se afirma
que los órganos de la ONU, por ejemplo el Foro Forestal de Naciones Unidas
(UNFF), tienen la función de formular la política forestal internacional
respaldados por instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial
y el FMAM en el marco de la Asociación de Colaboración en materia de Bosques
(CPF). Aunque en el texto consta la importancia de fortalecer la tenencia de la
tierra a la hora de mejorar los medios de subsistencia basados en los bosques,
las medidas están sujetas a la legislación nacional (que en muchos países sigue
sin reconocer los derechos consuetudinarios sobre la tierra). El papel de los
pueblos indígenas y otros pueblos de los bosques en el mantenimiento de gran
parte de los bosques del mundo no es reconocido explícitamente en el documento
final.
A pesar de la fuerte resistencia de las comunidades indígenas
tanto del norte como del sur a las actividades extractivas destructivas en sus
tierras, los gobiernos estuvieron de acuerdo en que la minería desempeña una
función en el desarrollo económico, al mismo tiempo que reconocieron que las
actividades mineras debían «abordar de manera efectiva los efectos negativos
ambientales y sociales». Los pueblos indígenas y las organizaciones de derechos
humanos quedaron muy decepcionados cuando, durante las negociaciones sobre este
controvertido texto, se enteraron de que algunos gobiernos querían eliminar las
referencias a los derechos, y finalmente se perdieron todas las menciones de
derechos (¡aparte del «derecho soberano» de los «países» a explotar sus
recursos minerales!). De hecho, muchas organizaciones indígenas consideraron
que era totalmente inapropiado incluir la minería en un acuerdo de desarrollo
sostenible, dado que las actividades extractivas mineras de recursos no
renovables son por naturaleza insostenibles (utilización de recursos
limitados).
Si bien los resultados oficiales de Río+20 no incorporan
totalmente un planteamiento basado en los derechos, sí incluyen referencias sin
precedentes al respeto de los conocimientos y culturas tradicionales, la
obligación de asegurar la participación plena y efectiva de los pueblos
indígenas y la relevancia de obligaciones e instrumentos internacionales tales
como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos
indígenas (DNUDPI).
A lo largo del proceso preparatorio, los pueblos indígenas
han presionado para que se reconozca su derecho a la libre determinación de su
desarrollo como planteamiento alternativo de la conservación del medio ambiente
y la reducción de la pobreza. En agosto de 2011 en Manaos los pueblos indígenas adoptaron una plataforma común
en defensa del desarrollo sostenible. En ella se hacía hincapié en el
reconocimiento de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de
los pueblos indígenas (DNUDPI) como marco clave para el desarrollo sostenible,
y en el papel de la cultura como cuarto pilar del desarrollo sostenible (junto
con el pilar social, medioambiental y económico). La plataforma también
subrayaba la obligación de proteger y respetar los derechos a la tierra, los
territorios y los recursos como prerrequisito para el desarrollo sostenible.
Por último, aunque no por ello menos importante, los pueblos indígenas
sostuvieron que Río+20 debía reconocer la distintiva y crucial contribución de
los conocimientos tradicionales y las diversas economías locales a la
erradicación de la pobreza y al desarrollo sostenible, así como su función de
piedra angular de las economías verdes.
Los pueblos indígenas se reunieron en varias ocasiones y
participaron en numerosos actos e iniciativas así como eventos paralelos antes
y durante la Cumbre de Río, tanto dentro de RioCentro (el establecimiento donde
se celebró el evento principal) como fuera. Algunas organizaciones indígenas se
reunieron en el espacio denominado Kari-Oca II con el fin de reafirmar tanto el
papel crucial de la cultura y los valores de los pueblos indígenas como los
derechos de la Madre Tierra, y con el fin de rechazar la presión para convertir
la naturaleza y los ecosistemas en productos básicos, en contra del actual
modelo «capitalista». Otras organizaciones indígenas de Latinoamérica y del
Amazonas se reunieron en el Campamento Tierra Libre y Vida Plena para pedir el
reconocimiento de los derechos a la tierra, los territorios y los recursos
frente a la actual presión de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos para
realizar actividades extractivas, promover megaproyectos (como la presa Belo
Monte en la Amazonía brasileña) y expandir los agronegocios.
Más de 200 representantes de organizaciones indígenas (y ONG
que los apoyan, como el Forest Peoples Programme) participaron en una
Conferencia Internacional de Pueblos Indígenas sobre Desarrollo Sostenible y
Libre Determinación durante los tres días anteriores a la celebración de la
cumbre Río+20. El objetivo de la conferencia era compartir experiencias y
perspectivas sobre la libre determinación del desarrollo. Los participantes
analizaron el impacto de los modelos de desarrollo neoliberales en los pueblos
indígenas y los efectos de las actividades extractivas y los megaproyectos de
infraestructura. También se subrayaron planteamientos alternativos basados en
los conocimientos y practicas indígenas tradicionales, resaltando tanto la
soberanía alimentaria como la economía territorial. Se exploraron los las
suposiciones conceptuales y espirituales en los que los pueblos indígenas basan
sus planteamientos, desde lo que las mujeres indígenas entienden por «vivir
bien» hasta el pastoralismo y la diversidad ecológica.
La declaración final de la conferencia de los pueblos
indígenas, respaldada por el Campamento Tierra Libre, reitera el valor central
de la cultura en el desarrollo sostenible, la obligación de asegurar el pleno
ejercicio de los derechos humanos y colectivos, y la necesidad de fortalecer
las economías locales y la gobernanza territorial. También recalca los
compromisos de los pueblos indígenas de implementar sus propias prioridades de
desarrollo basándose en la libre determinación y los conocimientos y las
culturas tradicionales, restaurando el intercambio comercial y de
conocimientos. Rechazando el modelo neoliberal, hace un llamamiento a los estados,
empresas y la comunidad internacional para que cumplan sus obligaciones
internacionales en relación con los derechos de los pueblos indígenas, y a los
pueblos indígenas para que continúen resistiéndose a proyectos de desarrollo
destructivos. La declaración proporciona un plan de actividades y otros
esfuerzos colectivos de defensa de dichos derechos durante el período previo a
la Conferencia Mundial de la Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas, que se
celebrará en 2014 y debería ser una nueva oportunidad sin precedentes para
debatir las prácticas de los pueblos indígenas y sus planteamientos del
desarrollo sostenible.
MÁS INFORMACIÓN:
El futuro que queremos: http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/CONF.216/L.1
Declaración final de la Conferencia Internacional de los
Pueblos Indígenas sobre el Desarrollo Sostenible y la Libre Determinación:
Declaración final de Kari-Oca II: http://www.forestpeoples.org/sites/fpp/files/news/2012/06/Kari-Oca%20II%20Declaration%20Spanish.pdf
Declaración del Campamento Tierra Libre y Vida Plena
(disponible solamente en inglés y portugués):
Declaración final de la Cumbre de los Pueblos por la Justicia
Social y Ambiental - En Defensa de los Bienes Comunes (disponible solamente en
portugués):
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