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QUEDARÍA EN MANOS DE BRASIL Y ARGENTINA NUESTRA ENERGÍA
El Gobierno paraguayo no debe aceptar la inclusión de la cláusula democrática de Unasur en lugar de la del Mercosur, afirmó el embajador Eladio Loizaga. El diplomático sostiene que los asesores internacionales del presidente Lugo deben cambiar de actitud.
El Gobierno argentino está ejerciendo una fuerte presión sobre el Paraguay a fin de que nuestro país acepte la creación de una nueva “cláusula democrática” en el Mercosur, distinta del Protocolo de Ushuaia firmado en 1998, según la cual se incorporarían al derecho comunitario una serie de medidas atentatorias contra la soberanía nacional.
Esto debía analizarse durante la última cumbre del Mercosur, realizada en Asunción la semana pasada, pero debido a la ausencia de la presidenta Cristina
Kirchner quedó postergado para diciembre durante la reunión de Montevideo.
Para el diplomático paraguayo Eladio Loizaga, el gobierno de Fernando Lugo está todavía a tiempo de rectificar rumbos y rechazar de forma categórica esta intención.
El artículo 4 del Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo de Unasur sobre Compromiso con la Democracia establece que en caso de ruptura o “amenaza de ruptura del orden democrático” en un país miembro, se aplicarán las siguientes sanciones contra el mismo: “Cierre parcial o total de las fronteras terrestres, incluyendo la suspensión y/o limitación del comercio, tráfico aéreo y marítimo, comunicaciones, provisión de energía, servicios y suministros”.
“Con ello, se estará aceptando ingenuamente la confiscación de un bien que, en igualdad de condiciones, soberanamente pertenece a nuestro país, contrariando el principio de la soberanía energética”, sostiene Loizaga.
Reiteró que el Protocolo Adicional de la Unasur debe ser rechazado por el Congreso en atención a los altos intereses nacionales y conforme al Capítulo Constitucional sobre las Relaciones Internacionales.
De acuerdo con lo señalado por algunas fuentes a nuestro diario, la misma presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, habría ordenado que el Protocolo de Ushuaia sea reemplazado por un nuevo acuerdo que siga los controvertidos lineamientos establecidos en el “Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo de Unasur sobre Compromiso con la Democracia ”, suscrito en noviembre del año pasado en Guyana, pero que aún no ha sido ratificado por el Congreso de nuestro país.
Para las fuentes oficiales, esta disposición constituye una grave amenaza para la soberanía del Paraguay, ya que, de hecho, podría dejar en manos de Brasil y Argentina la decisión de que se nos suministre o no energía de las hidroeléctricas binacionales. “Es claramente inaceptable, máxime cuando se considera que faculta a los demás países a tomar esta drástica determinación, indicaron las fuentes.
4 de Julio de 2011 00:00
Nota del editor del blog:
En referencia a la reclamación de la Guayana Esequiba frente a la reclamación de las Malvinas.
Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana .
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
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