Tomado de:
http://www.ambito.com/noticia.asp?id=576964
Bogotá y Buenos Aires, ingredientes clave para la Unasur
Por: Carolina Barros
Aunque la Unasur tenga su sede en Quito, Ecuador, y su presidencia pro-tempore recaiga hoy en Guyana, lo cierto es que de un año a esta parte, los mejores platos de integración sudamericana vienen saliendo de la cocina argentino-colombiana.
Este menú fusión entre Bogotá y Buenos Aires tuvo su primer éxito hace un año en esta ciudad, cuando en la residencia del embajador de Colombia, Álvaro García Jiménez, el flamante secretario general de la Unasur Néstor Kirchner, se reunía con el presidente electo Juan Manuel Santos y su futura canciller, María Ángela Holguín. De esa cena, en la que el argentino estuvo acompañado por sus dos aides-de-camp Rafael Follonier y Juan Manuel Abal Medina, surgirían los ingredientes para el plato más fuerte en compromiso de concordia que hasta ahora dio la Unasur: el acuerdo de Santa Marta (Colombia), de agosto de 2010. Firmado por los presidentes Santos y Chávez, y con el ex presidente Kirchner de aval y testigo, selló el fin de un lustro de agresiones permanentes entre Bogotá y Caracas. De allí en adelante, le correspondió sobre todo a la canciller Holguín y su magia diplomática el sostener y potenciar ese acuerdo, además de reforzar las relaciones de Colombia con los otros 11 países integrantes de la Unasur (y desmitificar la percepción de socia exclusiva de EE.UU., adquirida en las dos presidencias de Álvaro Uribe).
Con CFK
Sin embargo, otro capítulo importante de la Unasur se cocinó esta semana, con la visita a Buenos Aires de la colombiana María Emma Mejía, la nueva secretaria general, que compartirá el cargo (ahora rotativo) con el venezolano Ali Rodríguez Araque. Mejía, ex canciller y candidata a intendente de Medellín -además de ex presidente de la fundación Pies Descalzos de la cantante Shakira- inició con Argentina una gira maratónica que en menos de un mes la llevará por cada uno de los 12 países integrantes. ¿El motivo? Reunirse, a solas, con cada uno de los 12 presidentes. Es la manera, dicen los que están en el backstage de la Unasur, de que Mejía establezca relaciones personales con los mandatarios, antes de que se estrene como secretaria general en la próxima asamblea en Georgetown, Guyana.
Fueron 35 minutos en la tarde del jueves 7 con la presidente Cristina Kirchner en la Casa Rosada. Ante la presencia del embajador Álvaro García Jiménez y del jefe de la Unidad Presidente Rafael Follonier (uno de los articuladores decisivos para la nueva estructura de Secretaría General rotativa acordada en Quito en abril), las dos funcionarias recordaron a dos ausentes: a Néstor Kirchner y a la canciller colombiana María Angela Holguín, de quien la presidente argentina valoró su importancia en la cohesión de la Unasur.
Horas antes, la colombiana Mejía se había reunido, por un lado, con el secretario de Medios, Juan Manuel Abal Medina, y, por el otro, con el titular de Defensa, Arturo Puricelli y su segundo en esa cartera, Alfredo Forti (a su vez, director del Centro de Estudios Estratégicos del Consejo de Defensa Suramericano de la Unasur, cuya sede se inaugurará en pocos días en Buenos Aires). Según pudo conocer este diario, Mejía buscará desarrollar y fortalecer la etapa institucional y organizativa del organismo durante el año de gestión que tiene por delante. María Emma Mejía le dará mucho impulso al Consejo de Defensa, ya que ella considera que es allí donde se debe reforzar la unidad y compromiso de los 12 países, dijeron fuentes de Unasur a Ambito.
"Tanto Mejía como Alí Rodríguez tendrán todo el apoyo del bloque regional para concretar el último sueño de Néstor Kirchner: la verdadera y definitiva integración suramericana, el sueño de la Patria Grande", resaltó, a su vez, Rafael Follonier, para agregar que Unasur es un protagonista destacado y original del nuevo mundo multipolar de los próximos tiempos".
Ritual
El paso de María Emma Mejía por Buenos Aires no estuvo exento de un ritual que ya tiene la Unasur: una comida en casa del embajador de Colombia, en Avenida del Libertador al 2900. Para los más cabaleros, es un sine-qua-non a la hora de garantizar el éxito de cualquiera de las movidas políticas para el organismo (un almuerzo con todos los embajadores de Sudamérica fue el que instaló, a principios de 2010, a Néstor Kirchner en su etapa internacional previa a su designación como primer secretario de Unasur).
En cuanto al almuerzo del jueves, además de Follonier y Facundo Nejamkis (otro histórico todo-terreno para la Unasur), el embajador José Vitar de la cancillería argentina y el académico Aníbal Jozami, estuvo en esa mesa el viceministro de Economía Roberto Felletti. La presencia de este último en ese ágape de la suerte, dicen podría augurar el éxito de la integración económico-financiera para la Unasur, que se centralizará en Buenos Aires y a la que la secretaria general Mejía -que el sábado se reunirá con Hugo Chavez y en dos semanas con Dilma Rousseff- ya prometió impulsar.
Nota del editor del blog: Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
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