Una idea de lo que les espera

Tomado de:
http://www.analitica.com/va/politica/opinion/1534550.asp
Jorge Ramírez Fernández
Sábado, 23 de mayo de 2009


En éstos momentos en que la situación política venezolana pareciera acercarse al momento de la confrontación y aniquilamiento seguro para alguno de los bandos en pugna, son demasiados los temas que vienen a nuestra mente y las ideas que quisiéramos desarrollar para trasmitirlas a quienes tengan la paciencia y la generosidad de leerlas. Nos gustaría recordar al Napoleón Bonaparte de 1812, cuando obnubilado en la seguridad de su poder y talentos absolutos decide someter y humillar a Rusia, y cuando todo parecía destinado a su victoria y preeminencia total se encontró con el más espeluznante de los desenlaces.


En ésta Venezuela tan cercana al 2012, nos encontramos con un personaje que se cree y se siente superior al Napoleón Bonaparte que sometió al mundo, y que pareciera no darse cuenta de muchos detalles que ocurren a su alrededor y que le hablan a gritos sin que él se detenga a escucharlos. El viejo proverbio nos recuerda que “los dioses ciegan a quienes quieren perder”.


El sólo hecho, estridente y que sin embargo pasó por debajo de la mesa, de que en su viaje al Cono Sur no pudiese pisar Chile, como era su deseo, por las consecuencias del extraño y desatinado insulto que le infringió a la Presidenta Bachelet por haberse reunido en ese país una Cumbre de países progresistas latinoamericanos con los Estados Unidos e Inglaterra, estúpidamente obvió en su insulto a otros “amigos del alma” presentes en dicha reunión. Y al poco tiempo, ¡Sorpresa! Quien insultaba antes a la Bachelet, se humillaba y ridiculizaba ahora por tomarse una foto y llamar melosa y rastacueramente la atención del más alto representante del aborrecido imperio. ¡Que papelón! Y sin disculparse y asumir su vulgar y estúpido comportamiento, pretendía que los chilenos lo recibieran con los brazos abiertos, y éstos, con mucha cortesía, le dieron con la puerta en la nariz. Y en Chile gobierna el Partido Socialista de Salvador Allende. ¡Nada menos! Luego en la Argentina se consigue con una declaración del consorte Kirchner tomando distancia de la política de atropello, amedrentamiento, sometimiento brutal y clausura de medios de comunicación. Raudo, acordó pagar a los empresarios argentinos de Techint, dos mil millones de dólares por la mitad accionaria de la Siderúrgica del Orinoco luego de haber dicho que entera no valía 800 mm de dólares. Y aún así Cristina Kirchner en la rueda de prensa conjunta con Chávez se permitió decirle que “había puesto un dispositivo para apagarle el micrófono si se extendía demasiado”. Lo que quiere decir que ya, ni aun pagando en exceso puede asegurarse la lealtad y sumisión de sus socios.


Si después de tanto regalar el dinero de todos los venezolanos, de hacer concesiones como entregar la Guayana Esequiba y casi hacer lo mismo con el Golfo de Venezuela, tiene que amenazar con “retirarse de la OEA”, quiere decir que su influencia continental está muy mermada, o que los beneficiarios de su generosidad con el dinero ajeno, se lo chulearon, se lo comieron, se lo bebieron y ahora se enfrenta con otro viejo proverbio “música paga no suena”. Demasiada gente afuera se da cuenta que la situación de Chávez es insostenible por mucho tiempo, y cómo es lógico marcan distancia.


La torpeza para manejar economía está pasando factura. La crisis de PDVSA es muchísimo peor que la de la economía norteamericana, los gringos aplican correctivos para lograr una pronta recuperación. Chávez y Rafael Ramírez sólo ruegan por un milagro que los salve, cuando es notorio que están en situación morosa con tutilimundache, que no están en capacidad de pagar el cúmulo de deudas que arrastran. Creen que dando un salto adelante, haciendo un truco de prestidigitador, van a lograr correr la arruga para ganar tiempo, saben que se equivocan pero ya no pueden hacer otra cosa.


La grieta que les ocasionó el episodio Rosales no deja de crecer. Si cometen otra estupidez con Mario Vargas Llosa y los otros ilustres visitantes invitados por CEDICE, y después se van contra Globovisión; el recuerdo de Napoleón, el invierno ruso y Santa Elena pudiera darles una idea de lo que los espera.


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