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Por: Luis Saavedra | Sábado, 03/01/2015 09:04 AM | Versión para
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Una nota de prensa de AP, de eso que antes solían llamar
"Cable Internacional", titulada: "Venezuela ratifica postura
sobre disputa con Guyana" (El Impulso, Barquisimeto, 31 de diciembre de
2014. P. A6); y un libro de un joven colega que se inicia formalmente en las
lides académicas como Profesor Instructor en el Instituto Pedagógico de
Barquisimeto, en el área de la Historia de la Educación y la Pedagogía, y en
las Ciencias Sociales, en general (Álvarez, Dalí Armando . (2014). "Visión
política e histórica de nuestra Guayana Esequiba". Editorial Horizonte. C.
A. Barquisimeto. P.p. 189), nos han hecho recordar la vigencia de un asunto de
límite fronterizo asas polémico y largamente postergado para hallar una
solución adecuada por nuestros gobernantes, tanto de las dictaduras como de la
democracia y la revolución bolivariana, lo cual es sorprendente dado el sentido
nacionalista y defensa del territorio, en consecuencia.
Es particularmente lo atinente a aquella porción del mapa de
Venezuela o "Mapa de la Patria", como gustaba decir al historiador
Federico Brito Figueroa, que cuando uno era niño de escuela, a inicios de 1970,
aparecía cruzado de rayas oblicuas en nuestros cuadernillos o en las láminas
que la maestra Nubia, Petra Torres o Alejandro Morales, colgaban en la pared,
cual una cebra africana, en la escuelita estatal N° 224 (¿?), o del NER 514 del
caserío El Hato de Baragua, municipio Urdaneta, estado Lara.
Animal lejano y curioso, enigmático y esquivo, es la cebra;
además de ambiguo, pues, uno en su mente infantil no terminaba de entender si
era blanco o negro, según se miraran las rayas esas que cruzaban la geografía
de su piel, si era una manso animal de carga o era solo otro elemento más del
paisaje. Así era el esequibo para nosotros, algo extraño y lejano, nunca
sentido como "propio".
Guardamos quizá desde entonces tal imagen del referido
espacio nacional genéricamente llamado "Guayana Esequiba, Territorio en
Reclamación", es como una imagen visual o metáfora que a veces evocamos y
formada desde aquellos ya lejanos tiempos de niño campesino que, como en el
conocido poema de Miguel Otero Silva, uno se subía por los barrancos y salía
por las quebradas a cortar leña, buscar agua o jopiar los chivos…
El Esequibo, Territorio en Reclamación para nosotros ha sido
una entidad extraña al conjunto nacional, una tierra intermedia, para decirle
al modo del profesor John Ronald Reuel Tolkien en El Señor de los Anillos, pero
de una gran belleza paisajística e inmensas riquezas: impresionantes, según las
fotografías, bosque hidrófilo, de galería, ya que en lengua arawaka Guayana
significa "Tierra inundada de aguas", en Pacaima, bosque tropófico y
por el Rapununii: sabanas tropicales, ríos y suelos aluviales propicios para la
agricultura o la ganadería…
Como reza también la antedicha nota de prensa: "…un
territorio de unos 159.500 kilómetros cuadrados que los venezolanos reclaman
como suyo desde 1897. La región es rica en oro, bauxita, diamantes, maderas y
petróleo", (El Impulso, ob cit).
Alguien decía también, pero ya posteriormente, por los años
de la década de 1980, que la Guayana Esequiba venía a ser como esas novias de
la adolescente, donde florecen las ilusiones del amor platónico y se puede
hasta escribir poemas o frases de admiración en papelitos incidentales, pero
nada más. Como no se tienen los medios se padece la contradicción que el
comandante Chávez solía caracterizar como el dilema de un pueblo que quiere
pero no puede…
Venezuela no ha podido o no ha querido solventar esa situación
y como en el beisbol "El que no hace, le hacen", por eso llama la
atención la noticia de que "Venezuela ratifica postura sobre disputa con
Guyana", (ídem), que sigue de la siguiente guisa: "…El gobierno de
venezolano expresó el martes que pudiese considerarse un acto inamistoso una
declaración de la canciller guyanesa Carolym Rodríguez-Birkett sobre la disputa
territorial que Venezuela mantiene con Guyana por el denominado Esequibo".
"Resulta sorprendente el anuncio realizado por la
canciller Rodríguez-Birkett a medios de comunicación al afirmar que Guyana
pretendía dar por terminado el proceso de de Buenos Oficios convenido entre las
partes, explorando opciones adicionales, dijo la cancillería en
comunicado", (ídem).
El gobierno venezolano a través de su cancillería en los
últimos años, según se puede corroborar de la lectura del libro de Álvarez (ob
cit) ha venido respondiendo a diversos movimientos que al respecto realiza
Guyana, en una actitud reactiva y no proactiva; ya que no ha logrado elaborar
una estrategia efectiva, más allá de los comunicados de ocasión, con fines de
reafirmar la soberanía nacional sobre la susodicha franja, acerca de la cual ya
se ha formado una especie de imaginario social ¿Cómo se logra explicar
históricamente tal situación desde la perspectiva de la geopolítica del
Estado-Nación venezolano, con independencia de los gobiernos, ya que conviene
como recomienda Manuel Caballero estudiar procesos y no períodos de gobierno?
Con excepción de ciertos juicios de valor que innecesariamente
abundan en el libro de Álvarez, cuestión que no es propia de un texto con
pretensiones académicas y que fue sometido a revisión por dos o tres expertos,
pero que al parecer no hicieron recomendaciones en ese sentido por falta de una
lectura cuidadosa, en el aparte "Breve reseña geopolítica de la República
Bolivariana de Venezuela, (1999-2014)" de la obra: "Visión política e
histórica de nuestra Guayana Esequiba", su autor realiza una especie de
síntesis de la política exterior de la revolución bolivariana para concluir
que, como en anteriores gestiones políticas, "…en los últimos 15 años
(Venezuela ha mostrado) poco interés por su integridad territorial", (ob
cit., p. 23).
Sin embargo, hay que tener presente que ha sido todo lo
contrario, la revolución bolivariana como nunca antes en la historia ha
promovido el sentido de identidad y pertenencia exaltando lo que don Mario
Briceño Iragorry llamara "Tapices de historia patria". (Mario
Briceño-Iribarren (1982). Tapices de Historia Patria. Ensayo de una morfología
de la cultura colonial" (Caracas, Quinta Edición, 1982).
Otra cosa es que no se ha procurado incentivar conflictos
fronterizos de manera irresponsable, en cambio ha hecho mucho por la
integración latinoamericana y caribeña, acogiéndose, según se puede observar en
los logotipos de Petro-Caribe, energía para la unión, Unasur, Telesur, Nuestro
Norte es el sur que, además, son recogidos en la página 26 del libro de marras;
por lo que podemos decir que esta es una obra de ciertas inconsistencia en la
identificación y fundamentación de cuál es su tesis principal; ya que por un
lado afirma que el comandante Chávez fue un campeón de la integración
latinoamericana y por el otro lo niega; aludiendo al objetivo 3 del Plan de la
Patria señala que busca "…la conformación de una zona de paz en América
Latina y el Caribe". En ese sentido reafirma una tradición, como se
comprende de la lectura de la nota de AP: "En 1966, Venezuela y Guyana
firmaron en Ginebra un acuerdo por el cual convinieron en buscar una solución
práctica y pacífica a la disputa territorial, bajo el auspicio de las Naciones
Unidas", (ob cit).
Finalmente, no hay que confundir un aspecto fundamental:
pensar que como se promueve una salida práctica y pacífica con Guyana,
Venezuela muestre una actitud débil. Aunque sí convendría desarrollar una
campaña escolar y por los medios de comunicación social sobre la importancia de
nuestra Guayana Esequiba, porque como decía un desaparecido locutor larense en
su muy conocido programa radial de música venezolana, Los Venezolanos Primero:
"De Venezuela ni un centímetro para nadie"…
Como fuere, esta obra "Visión política e histórica de
nuestra Guayana Esequiba", (Barquisimeto, 2014) ofrece una aproximación
desde una perspectiva personal y, en consecuencia, marcada por cierta postura
política que quiere ser "independiente de las facciones en pugna"
chavistas-opositores, pero realizado con sentido nacionalista; sobre todo
viniendo de quien es parte de las nuevas generaciones cuyos puntos de mira se
han formado en el marco de una Venezuela marcada por la polarización, con
centros universitarios que no escapan a ello, pero aun así inculcan la
importancia de la investigación. Lo cual no es poca cosa, ya con el tiempo se
irá incrementando la pericia que corresponde en la elaboración de un producto
académico, como dice su autor, Álvarez:
"El presente trabajo es una contribución a la cultura
general del venezolano y a quien pueda interesarle los problemas limítrofes,
que sirva como consulta sobre la reclamación de la Guayana Esequiva, y luego
pueda profundizar en otros textos de mayor relevancia" (…) "Una de
las motivaciones que me llevó a realizar este escrito, fue cuando Guyana
pretendió extender su plataforma continental (2012) y el Estado venezolano
tardó mucho tiempo en responderle diplomáticamente. Además del desconocimiento
que un significativo número de compatriotas ostenta sobre la historia de
Venezuela y, específicamente, sobre la Guayana Esequiba", (ob cit., p.
14).
En cambio, en los últimos días del 2014 sí fue rápido en
responder nuestra cancillería a las declaraciones inamistosas del gobierno
guyanés por boca de la Lic. Carolyn Rodríguez- Birkett, de allí que se puede
decir que la Guayana es nuestra pero la solución a tal cuestión limítrofe debe
ser práctica y pacífica y no ser motivo de controversias y actitudes
chauvinistas, como hacían ciertos regímenes no hace mucho tiempo donde por
ganar apoyo nacionalista se involucraron en conflictos bélicos de graves
consecuencias humanas, por ejemplo en las Malvinas argentinas…de donde se tiene
que hay que ser astutos como serpientes y mansos como palomas, además de que es
muy importante que las nuevas generaciones reflexionen sobre estos aspectos;
estas notas mínimas de prensa y pequeños libros sobre Guyana Esequiba, en consecuencia,
no deberían pasar desapercibidas sino ser motivo de lectura, conversación y
estudios, sin importar que se tengan observaciones sobre su contenido, sino
incentivar que como decía don Rigoberto Lanz: "Que siga la
discusión"…tanto en ambientes académicos como en la calle y en nuestras
comunidades.
2005 La
Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar Primera Edición
Nota del
editor del blog:
Al referenciarse a la República Cooperativa de
Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al
oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en
Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el Gobierno
Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos
sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966
al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como
territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río
Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente
sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la
margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la
Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos
soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea
del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el
Océano Atlántico...”
LA GUAYANA ESEQUIBA
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2008/01/la-guayana-esequiba.html
Terminología sobre cómo referenciar la
Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Mapa que señala el
Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09
de Julio de 1968
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