http://www.lavoz.com.ar/ciudad-equis/investigacion-sobre-tragedia-0
Tomado de:
Antonio Gagliano es uno de los cordobeses finalistas del
Premio arteBA-Petrobras que se anuncia este viernes en la feria porteña.
Explica cómo es “Guyana”, una instalación en torno del mayor suicidio colectivo
de la historia.
Antes del 11 de septiembre de 2001, la peor tragedia no
natural en la historia de los Estados Unidos había ocurrido en Guyana, el 18 de
noviembre de 1978, donde 912 norteamericanos murieron tras ingerir, por orden
del reverendo Jim Jones, una bebida sabor uva (Flavor Aid) con cianuro y
Valium. Otras seis habían muerto horas antes en un tiroteo, al intentar escapar
de la secta fundada por Jones. Ese episodio de suicidio colectivo es una de las
aristas más perturbadoras de Guyana, el proyecto de Antonio Gagliano que fue
seleccionado como finalista del Premio arteBA 2013 por el jurado presidido por
el curador mejicano Cuauhtémoc Medina. Es la primera vez que el curador del
premio es extranjero, y la idea que propuso el investigador de la Unam como
título de la 10ª edición fue “Desplazamientos”. En su texto curatorial Medina
escribió: “Llamamos a concurso a quienes, por decisión o necesidad, han
partido, arribado o regresado a la Argentina, para constituir una mirada
transformada por esos saltos: los portadores de ‘una maleta espiritual en otras
latitudes’”.
Antonio Gagliano es uno de los dos cordobeses finalistas
(Enrique Jezik es el otro). Recibió 25 mil pesos para montar su proyecto y
compite por otros 50 mil (el Premio se anuncia mañana). Guyana, una
“instalación+lectura dramatizada +publicación fanzine”, según el artista es “un
tejido narrativo en donde una serie de pequeñas historias se van acumulando y
son paulatinamente enlazadas por sus parecidos de familia. La pieza se activa
una vez por día mediante un pase de imágenes de distinta intensidad que son
comentadas en vivo por una actriz”. La actriz es Elisa Gagliano, la hermana de
Antonio.
“El guion sensacionalista –continúa el autor– incorpora
pasajes de diversos textos, estableciendo una cartografía narrada en donde se
conectan puntos distantes de nuestra historia cultural reciente”. Los textos en
relación son de tradiciones disímiles, las conexiones señaladas son
sorprendentes, tensando un límite ligeramente cómico y terrible a la vez. Desde
Las teorías salvajes, la novela de Pola Oloixarac, hasta Los Simpsons, pasando
por la película de los ‘80 La supercamiseta de Sammy: ¿qué tienen en común
todas estas cosas? Mientras monta la obra, Antonio responde.
–¿Cuál fue tu primer contacto con las historias que confluyen
en “Guyana”?
–Creo que descubrí el caso de Jonestown en 2010, navegando alguna de esas páginas de rarezas y teorías conspiranoicas. Luego quedó almacenado hasta el año pasado, cuando surgió la posibilidad de comenzar un proyecto grande y me propuse recuperarlo y comenzar a investigarlo a fondo. El resto de las conexiones ocurrieron muchas veces de manera accidental. La supercamiseta de Sammy, por ejemplo, entró en el guion porque mi novia había visto la película de chiquita y se acordó un día de repente mientras charlábamos sobre el proyecto.
–Creo que descubrí el caso de Jonestown en 2010, navegando alguna de esas páginas de rarezas y teorías conspiranoicas. Luego quedó almacenado hasta el año pasado, cuando surgió la posibilidad de comenzar un proyecto grande y me propuse recuperarlo y comenzar a investigarlo a fondo. El resto de las conexiones ocurrieron muchas veces de manera accidental. La supercamiseta de Sammy, por ejemplo, entró en el guion porque mi novia había visto la película de chiquita y se acordó un día de repente mientras charlábamos sobre el proyecto.
–Si hicieras una lista de sensaciones que te gustaría que
pasaran por el cuerpo de un espectador de “Guyana”, ¿cuáles serían?
–Diría que la relación entre el calor y la sed son dos sensaciones muy importantes en el proyecto.
–Diría que la relación entre el calor y la sed son dos sensaciones muy importantes en el proyecto.
–En tu trabajo anterior “Kane” y en “Guyana” aparecen
referencias a “Los Simpson”. ¿Qué importancia tiene ese programa en tus
“desplazamientos”?
–Me gustaba mucho hace unos años, pero no tiene ningún estatus especial, pura coincidencia que Los Simpson salgan en dos trabajos.
–Me gustaba mucho hace unos años, pero no tiene ningún estatus especial, pura coincidencia que Los Simpson salgan en dos trabajos.
–La masacre de Jonestown es uno de los mayores misterios de
la historia, ¿qué fue lo que más te impactó para empezar a trabajar sobre ella?
–Quizás ese aspecto espectacular (“el mayor suicidio
colectivo de la historia moderna”) y al mismo tiempo, ambiguo y espantoso del
caso, que lo convierte en una suerte de emblema. Cuando busco este tipo de
episodios intento que tengan la posibilidad de funcionar como grado cero de una
idea, con una forma pura, pero no trato tanto de construir esa forma como de
recolectarla de cualquier lugar. Entonces hay un trabajo de archivo, artesanía,
copia, edición, traducción, cartografía, y todo esto es un proceso lentísimo y
lleno de errores. Mi forma de trabajar es lo opuesto a la de la subjetividad
inspirada, al momento eureka en el sentido de las bellas artes o la ciencia.
–“Guyana” siembra preguntas, ¿qué te seguís preguntando, como
autor, tras el armado de la instalación?
–Un montón de cosas, casi las mismas que al principio; sobre todo en relación a cómo se organiza y transmite la cultura.
–Un montón de cosas, casi las mismas que al principio; sobre todo en relación a cómo se organiza y transmite la cultura.
Más lejos
–Tanto en “Kane” como en “Guyana” hay algo con el tiempo: uno
podría decir que tu trabajo es absolutamente contemporáneo pero tus materiales
son del pasado. Las imágenes, los íconos, las historias. ¿A qué atribuirías
esto?
–Quizás sea por el tratamiento de los contenidos. Creo que estas experiencias de narración distribuida o de múltiples hilos son una marca de época, está en mil series como The wire o Lost, en los videojuegos, la experiencia entera de surfeo en Internet. En esto –y en casi todo lo demás– el mundo del arte contemporáneo va atrasadísimo respecto a la cultura popular. Sobre la “antigüedad” de los materiales con los que trabajo, últimamente me estoy animando a ir más lejos para atrás y más cerca para adelante. Ya tengo entre manos algún proyecto sobre futurología.
–Quizás sea por el tratamiento de los contenidos. Creo que estas experiencias de narración distribuida o de múltiples hilos son una marca de época, está en mil series como The wire o Lost, en los videojuegos, la experiencia entera de surfeo en Internet. En esto –y en casi todo lo demás– el mundo del arte contemporáneo va atrasadísimo respecto a la cultura popular. Sobre la “antigüedad” de los materiales con los que trabajo, últimamente me estoy animando a ir más lejos para atrás y más cerca para adelante. Ya tengo entre manos algún proyecto sobre futurología.
–Los dos proyectos buscan los puntos en común entre varias
historias. ¿Creés que el trabajo del artista tiene que ver con descubrir esos
puntos o con crearlos, con inventar esa conexión?
–Creo que ya está todo ahí afuera, sólo hay que mirar con lupa y descubrir los hilos. En cuanto al trabajo de los artistas, el deber ser, creo que una de las cosas interesantes del campo artístico es que se pueden hacer un montón de cosas a la vez. Uno puede decidir qué tipo de operador cultural quiere ser y el abanico de posibilidades es muy grande.
–Creo que ya está todo ahí afuera, sólo hay que mirar con lupa y descubrir los hilos. En cuanto al trabajo de los artistas, el deber ser, creo que una de las cosas interesantes del campo artístico es que se pueden hacer un montón de cosas a la vez. Uno puede decidir qué tipo de operador cultural quiere ser y el abanico de posibilidades es muy grande.
2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico
Simón Bolívar Primera Edición
Nota del editor del blog: Al
referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta
los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con
el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de
Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los
cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se
reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota
del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela
reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen
derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se
reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que
señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante
el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968
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