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A pesar de la larga historia y los fundamentos existentes, la posición venezolana es débil. Las gestiones de Venezuela orientadas hacia la resolución de este tema, pasaron por varias etapas. A regañadientes La Paz aceptó una frontera terrestre fijada por arbitraje en 1899, para rechazarla en la década de los 60. La posición sentada entonces por el gobierno de Rómulo Betancourt en la ONU ha sido política nacional del Estado venezolano. No se vio alterada por la independencia de la antigua colonia británica en 1966.
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Viernes, 13 de mayo de 2011
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha designado al economista y profesor jamaicano, Norman Girvan, como su representante personal y mediador en la controversia fronteriza entre la República Cooperativa de Guyana y Venezuela. El territorio del Esequibo, denominado como Guayana Esequiba, es un área de más de 150.000 kilómetros cuadrados, rico en reservas minerales y diamantes, localizado al occidente del río Esequibo, tomado desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico.
A pesar de la larga historia y los fundamentos existentes, la posición venezolana es débil. Las gestiones de Venezuela orientadas hacia la resolución de este tema, pasaron por varias etapas. A regañadientes La Paz aceptó una frontera terrestre fijada por arbitraje en 1899, para rechazarla en la década de los 60. La posición sentada entonces por el gobierno de Rómulo Betancourt en la ONU ha sido política nacional del Estado venezolano. No se vio alterada por la independencia de la antigua colonia británica en 1966.
Durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez se pensó en una transacción por la cual Venezuela recuperaría una franja de unos 12.000 kilómetros cuadrados, abriéndole una salida hacia el Atlántico, quedándose Guyana con el resto del territorio. La razón por la que no pudo hacerse continúa en la actualidad: ambos gobiernos aparecerían ante sus respectivos pueblos como cediendo porciones de su territorio nacional.
¿Es factible la pretensión venezolana?
La reclamación venezolana comprende casi tres cuartas partes del territorio de Guyana. A ello hay que añadir una franja importante de su mar territorial donde Guyana ha otorgado concesiones petroleras. Esta demanda se presenta como prácticamente inviable. De llevarse a efecto, Venezuela aparecería a los ojos del mundo liquidando a uno de los países más pobres del hemisferio. Máxime si se considera que su vecino oriental, Surinam, también reclama de Guyana una parte de su territorio.
Si bien no por su superficie, sí por su reducida población (menos de un millón de habitantes) Guyana puede considerarse como un micro estado. Los micro estados no son conflictivos por naturaleza, pero pueden presentar debilidades estructurales que los hacen más vulnerables a las amenazas en el contexto global. Las desventajas vienen dadas por cuestiones que van desde el tamaño, la heterogeneidad y el secesionismo, hasta - como en el presente caso - las ambiciones territoriales de vecinos mucho mayores. Recuérdese que durante la crisis de las Malvinas, tanto Venezuela como Guatemala en Centroamérica, concentraron tropas en las fronteras de sus vecinos, los micro estados Guyana y Belice. En un ambiente de gran inquietud, Guyana se dirigió al Consejo de Seguridad.
Cualesquiera que sean los retos a los que se enfrentan algunos de ellos hoy en día, los micro estados existen en una comunidad internacional en la que su supervivencia cuenta con más garantías que en cualquier otro periodo de la historia moderna. En el caso de Guyana, cualquier tentativa de solventar militarmente las reclamaciones territoriales llevaría a Estados Unidos y a Gran Bretaña, antiguo poder colonial, a intervenir en la lucha.
Expectativas de la mediación
La nueva mediación se produce en un buen momento de las relaciones bilaterales entre Caracas y Georgetown, enmarcadas en los principios de solidaridad, complementariedad y cooperación. Asimismo constituye un paso importante en la promoción de la integración regional, ya que los dos países se incluyen en la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y son parte del acuerdo de colaboración energética Petrocaribe. Este acuerdo trata de resolver las asimetrías en el acceso a los recursos energéticos, por la vía de un nuevo esquema de intercambio favorable, equitativo y justo entre los países de la región caribeña.
En un primer encuentro se han identificado las alternativas para avanzar en el proceso sobre la disputa. A partir de ahora se realizarán reuniones periódicas entre el mediador, Girvan, y los facilitadores de ambos países. Desde la cancillería venezolana - más prudente que en otras ocasiones -, el ministro Nicolás Maduro ha respaldado las acciones de buena voluntad de la ONU, para el beneficio de ambos pueblos.
Una de esos efectos benéficos se encuadra en la Iniciativa del Escudo Guayanés, un proyecto eco regional para desarrollar un mecanismo financiero capaz de conservar los ecosistemas del área comprendida por Guyana, Surinam, y partes de Venezuela y el norte de Brasil. El presidente de Guyana, Bharrat Jagdeo, un economista educado en Moscú, ha sido aplaudido por su política de protección forestal, aunque su gobierno también emprende esfuerzos menos transparentes de extracción y perforación de petróleo.
Los militares pesan más en la geopolítica regional latinoamericana ya que se ha producido un curioso giro consistente en que los gobiernos que se definen como 'revolucionarios' son los que otorgan un lugar especial a las Fuerzas Armadas. Un caso paradigmático es Venezuela por lo que resulta positivo que este papel, quizá en exceso relevante, trate de dirigirse a la cooperación y no a la injerencia. Mucho menos a la agresión. Guyana, por su parte, debería corresponder absteniéndose de una política de hechos consumados y no actuando unilateralmente en el territorio reclamado.
Estas son las pautas para encontrar una solución pacífica a una desavenencia centenaria y, más allá de esto, para servir como ejemplo en la resolución de conflictos y la integración.
Nota del editor del blog:
Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana .
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
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