3 de mayo 2015 - 00:01
Nicolás Maduro, igual que Hugo Chávez, ha tratado de
enarbolar la bandera del nacionalismo para enfrentar las justificadas
críticas surgidas, en amplios sectores de la opinión internacional, por
sus arbitrarias acciones represivas contra la oposición democrática. Sus asesores
comunicacionales le han insistido en la necesidad de acusar de entreguistas a
todos los gobiernos venezolanos anteriores a la mal llamada revolución
bolivariana. En estos días escuché en Radio Nacional una cuña afirmando que la
nacionalización petrolera no era obra de Carlos Andrés Pérez, porque las
filiales venezolanas, al reemplazar a las transnacionales, continuaron
vendiendo petróleo a Estados Unidos. El nacionalismo petrolero fue bandera
fundamental de Acción Democrática expresada esencialmente por la creación de la
OPEP en 1960 y la acción militante de importantes líderes democráticos como
fueron Rómulo Betancourt y Juan Pablo Pérez Alfonzo.
Hugo Chávez, en su esfuerzo por falsificar la historia,
diseñó, desde el inicio de su gobierno, una campaña orientada a descalificar la
política exterior de los gobiernos democráticos. En justicia, esos gobiernos
mantuvieron no solo una política internacional absolutamente independiente de
cualquier centro de poder, incluyendo Estados Unidos, sino que se negociaron
importantes acuerdos limítrofes, muy beneficiosos para nuestro país, en los
cuales se definieron las áreas marinas y submarinas con: Estados Unidos, a
través de Puerto Rico y las Islas Vírgenes; el Reino de los Países Bajos,
a través de Aruba, Curazao, Bonaire, Saba y San Eustaquio; Republica
Dominicana; Francia, a través de Martinica y Guadalupe y Trinidad y Tobago. A
partir de 1998, no se ha avanzado en ninguna negociación. Están pendientes:
Colombia, Guyana, San Cristóbal y Nieves, Reino Unido, a través de Montserrat,
Dominica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada, y Barbados.
Los acuerdos firmados por los gobiernos democráticos siempre
tuvieron un objetivo estratégico: garantizar a Venezuela una salida soberana y
libre desde la cuenca del río Orinoco al océano Atlántico, establecer una zona
económica exclusiva de 200 millas, y permitir la exploración y explotación de
aquellas áreas pertenecientes a cada país. Al mismo tiempo, se logró que
Estados Unidos, Francia y los Países Bajos reconocieran nuestra soberanía sobre
la isla de Aves y su derecho a una zona económica exclusiva de 200 millas. En
el año 2001, Dominica, respaldada por Barbados, San Cristóbal y Nieves,
Santa Lucía y San Vicente y Las Granadinas, denunció, en la reunión de jefes de
Estado y de gobierno del Caricom, la ocupación de Venezuela de la isla de Aves.
De todas maneras, fue tal la fortaleza jurídica de los acuerdos limítrofes
firmados que condujo a la Organización de Estados del Caribe Oriental, en el
año 2007, a reconocer la soberanía de Venezuela sobre dicha isla.
Los gobiernos democráticos siempre se caracterizaron por
defender, con gran firmeza, los intereses de Venezuela en las negociaciones con
Colombia para delimitar las áreas marinas y submarinas en el golfo de
Venezuela, incluyendo la eficiente movilización de nuestras Fuerzas Armadas, en
1985, por la presencia de la corbeta Caldas en nuestro mar territorial. Esa
crisis diplomática y militar encontró un marco de negociación conveniente con
la firma del Acuerdo de San Pedro Alejandrino y el reconocimiento por Colombia
de los principios de la bilateralidad y globalidad. A partir de ese momento,
las negociaciones han avanzado progresivamente en todos los campos, aunque las
erráticas políticas de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro han impedido que se
alcance una solución definitiva del problema. Solo con recordar la declaración
de Hugo Chávez, en la cual estableció la neutralidad de Venezuela en el
conflicto entre el Estado colombiano y la FARC, es más que suficiente.
Durante los cuarenta años de gobiernos civiles se mantuvo un
consistente esfuerzo de negociación con Guyana, tratando de lograr una solución
práctica de la controversia como lo establece el Acuerdo de Ginebra.
Lamentablemente, la intransigencia de Guyana lo impidió. De todas maneras, la
posición firme de Venezuela al no reconocer concesiones en la zona en
reclamación sirvió de presión en la búsqueda de una solución. Además, en el
espacio marítimo se mantenía un permanente patrullaje de buques de la Armada,
el cual ha sido inexplicablemente suspendido. Para colmo, la imprudente
declaración de Hugo Chávez en contra de los más altos intereses de la nación,
al mantener en Georgetown “que el gobierno de Venezuela no se opondrá a que
empresas extranjeras exploten yacimientos petroleros y gasíferos en el
disputado territorio, si es en beneficio de sus habitantes” debilitó
considerablemente nuestra posición en las negociaciones. La respuesta de Guyana
fue clara: dar concesiones no solo en el territorio en reclamación sino también
en aguas venezolanas. Dolorosamente, el gobierno de Nicolás Maduro no ha sido
capaz de enfrentar con decisión esta amenaza. Definitivamente, compromete
nuestra soberanía. El nacionalismo chavista, una bandera de pacotilla.
fochoaantich@gamil.com
@FOchoaAntich
2005 La
Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar Primera Edición
Nota del
editor del blog:
Al referenciarse a la República Cooperativa de
Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al
oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en
Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el Gobierno
Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos
sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966
al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como
territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del
río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva
expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
LA
GUAYANA ESEQUIBA
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2008/01/la-guayana-esequiba.html
Terminología sobre cómo referenciar la
Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Mapa que señala el
Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09
de Julio de 1968
No hay comentarios:
Publicar un comentario