jueves, 31 de agosto de 2017

Un cubano de Luyanó: "Recorrí 12 países y atravesé la selva porque quería llegar a un país donde nadie me pone límites"


Ésta es la historia de Roberto Rodríguez, pero podría ser la de cientos de cubanos que han recorrido las selvas de América Latina para intentar llegar a los Estados Unidos. Él lo consiguió. Viajó a pie, en guagua o en lancha desde Guyana hasta la frontera de Reinosa. Atravesó Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Nicaragua, Costa Rica, Honduras, Guatemala y México. Doce países en poco más de seis meses. Ahora vive en Virginia, pero no olvida los huesos que vio tirados por el camino, junto a los ríos. De esos compatriotas no hay mucho que contar. Murieron y la tierra les dio sepultura.
Roberto vendió lo único que tenía en Cuba: un cuartico en un solar en el barrio de Luyanó, en Diez de Octubre (La Habana). Con los 4.000 dólares que le dieron legalizó la vivienda (2.000 CUC) y sacó un billete de avión para Guyana (900 dólares). Un amigo que estaba en Brasil le contó que allí no pedían visado a los cubanos. Sus planes eran irse a Rusia o a Ecuador, pero esa última vía ya estaba cerrada. En teoría él iba de vacaciones, como turista, con un pasaje de ida y vuelta a los seis días. En el bolsillo llevaba 1.000 dólares y en la cabeza una idea fija: llegar a los Estados Unidos.

"Cuando iba a la playa miraba hacia el mar y pensaba: tan cerca, pero tan lejos. Veía los aviones pasar y me preguntaba cuándo llegaría mi día. Creo que si existe la reencarnación, los cubanos fuimos muy malos en otra vida y por eso nos tocó esa prisión llamada Cuba. Allí pasé 38 años hasta que por fin logré salir".

La salida. 15 de junio de 2016
Roberto no quiere que su familia lo despida en el aeropuerto. Va solo con su padre por temor a que sospechen que no piensa regresar. Tiene miedo.

"Cuando empiezan a verificarte los papeles piensas que no te van a dejar salir. Crees que nunca te vas a montar en el avión. Uno se pone nervioso, pero no puede demostrarlo para no llamar la atención. Cuando el avión despega, la sensación es indescriptible. Lo único que empaña esa felicidad es saber que aún no has vencido, que te pueden virar desde Guyana. Y tú sabes que no puedes regresar por ningún motivo. Lo vendiste todo y en cualquier país vas a estar mejor que en Cuba".

El avión hace escala en Panamá, pero a Roberto ni se le pasa por la cabeza quedarse y pedir asilo. Sabe que hay muchas conexiones aéreas con Cuba y que te suben a una avión de vuelta a la Isla en un abrir y cerrar de ojos. Su vuelo iba con retraso y el aeropuerto panameño es inmenso. Tiene que correr para que no se le escape el vuelo a Guyana. Nunca ha cogido un avión. Nunca para un cubano no admite tibieza: es nunca.

Roberto se acerca a un grupo de cubanos. Todos hablan de lo mismo, que van a Guyana a comprar ropa y que luego van a regresar a Cuba para venderla en el mercado negro. Mentira. El avión regresa vacío. Roberto se los encuentra esperando a los mafiosos que los trasladan a Brasil por 250 dólares. Los ve en medio de la selva, ya rumbo a Estados Unidos. "Yo los miraba y les decía: 'Oye, tú no venías a comprar ropa'?"

Al llegar a Guyana llueve a cántaros. El aeropuerto es "bien feo". Los pasajeros tienen que ir caminando hasta la Aduana. Allí les dan un papel que tienen que rellenar. Está en inglés. Roberto chapurrea un poco. Eso le basta para no dejar ninguna línea en blanco. "Lo llené a mi manera".
Está a un paso de ser libre. Sólo tiene que atravesar la Aduana. Pero en su fila empieza a haber problemas con un cubano. "Le contaron hasta el último dólar". Inmediatamente todos los cubanos se pasan a la otra fila, pero Roberto no se mueve. "Me quedé porque pensé que con todos no se podían demorar tanto. Así mismo fue. Casi ni me hicieron preguntas". Después Roberto se entera de que en Guyana hacen negocio con los cubanos. "Les dicen que los van a virar para que les den dinero".
Sale del aeropuerto y por primera vez en 38 años se siente libre. Primera victoria.

Con el mafioso
A la salida del aeropuerto, Roberto pregunta por la persona que le estaba esperando para pasarle a Brasil. Otros cubanos que venían en su vuelo, al oírle pronunciar ese nombre, le llaman para que suba a su taxi. Entre todos cuesta menos. "Llegué a la casa de hombre y nada más verlo me di cuenta de que es un mafioso. Pero el tipo estaba bien organizado. Pagué los 250 dólares y emprendí camino hacia Brasil ese mismo día".

Dieciséis horas de viaje por terraplenes llenos de hueco y fango. Roberto sabe que si se rompe el carro está perdido. "Esas guagüitas Mitsubishi son unas campeonas. Tuvimos que cruzar un río en una 'patana' y luego en una lancha a motor. Ya estábamos en Brasil".

El grupo tiene que esperar varias horas hasta que se van los policías de la frontera de Brasil. "Esperamos en una finca hasta que varios carros nos llevaron a Boa Vista y nos soltaron en un hotelito. Hasta ahí alcanzaron los 250 dólares".

Roberto llama enseguida al amigo que le contó que en Guyana no pedían visado a los cubanos. "Me dijo que no fuera para donde él estaba porque no había trabajo y los alquileres eran caros. Me sentí solo y sin saber para dónde coger".

No le da más vueltas. Se une a un grupo de cubanos, que estaban a la espera de ver si ponían un puente aéreo. Decide marchar a Turbo (Antioquía, Colombia), en la antesala de la selva. De Boa Vista, Roberto sale hacia Manaos, pero el dinero no le da para coger un avión. Se queda en Brasil. Llegan rumores de que está todo muy revuelto con los cubanos en los lugares que hay que atravesar hasta Turbo. Se habla de deportación. "Fue suficiente para decidir no movernos".

En Manaos Roberto consigue papeles para empezar a trabajar. Es su primera oportunidad de estar legal en algún sitio. El tiempo pasa. Tres meses después de su llegada, lo contratan 60 días en un hotel en medio de la selva, a orillas del Amazonas. Está en Ariau. Desde esa zona perdida en el mapa sigue las elecciones en los Estados Unidos. Llega la hora de cobrar. El hotel está en quiebra. "Fue una candela que nos pagaran 200 dólares, al cambio".

Roberto (d), en el hotel de Ariau, a orillas del Amazonas, donde trabajó en Brasil.
De frontera en frontera. 15 de noviembre de 2016.
Un grupo de 18 cubanos, entre los que viaja Roberto, coge un barco rumbo a Tabatinga, un ciudad brasileña en la que hay una triple frontera de Brasil con Perú y Colombia. Pronto se divide el grupo. Por un lado seis que tenían dinero y por otro, doce que estaban 'escachaos'. Roberto va con los últimos.

El trayecto de Brasil a Perú y de ahí a Ecuador es un paseo. "No tuvimos problemas. Sólo era difícil cruzar las fronteras. Había que tener mucho cuidado al elegir quién te cruzaba. Se tenía que notar que no llevabas dinero. Les decíamos que al llegar al otro país nos mandarían algo. Sólo así conseguimos que no nos pidieran mucho por cruzar de un país a otro".

En Colombia los paran dos veces. En ambas sale a flote la palabra mágica. "Colaborénme".  Todos pagan. Unos más que otros. Eso no se sabe a ciencia cierta en un grupo de doce personas. Roberto pone 10 dólares."Nos insultaban y nos asustaban con la deportación.Les dábamos el dinero y nos dejaban ir. Sabían que detrás de nosotros vendrían más cubanos. Eso es Colombia".

En Turbo sí hay que pagar para cruzar la selva. Sólo los nativos de la zona conocen el camino. "Yo vi pagar hasta 500 dólares y otros que sólo dieron 20. Había muchos engaños. A los que más pagaban les decían que los llevarían por un camino más corto, que llegarían en horas. Era mentira. Era el mismo camino para todos".

Ya todo está listo para adentrarse en la selva. Botas de agua, machete y mochila con comida. El negocio de ese pueblo son los migrantes (cubanos, chinos y hasta italianos) que necesitan avituallamiento y guías para cruzar la selva. Incluso hay quien te sube la mochila si pagas entre 10 y 20 dólares.

Roberto, en la selva colombiana
El primer día Roberto y su grupo suben una montaña y acampan en una finca al bajar. Todo parece ir bien. El segundo día toca "la Loma de la Muerte" que hace honor a su nombre. "Pensé que no podía. Soy fumador. El corazón se me quería salir. Sólo unos días antes un cubano al llegar a la cima se tomó un Red Bull y le dio un infarto. Nos enseñaron dónde estaba enterrado".

Por todo el camino hay tumbas. Los guías las enseñan. Gente que resbala y cae al barranco y ahí se queda. Todos los guías se reúnen en un mismo lugar. Un punto en el que convergen con los migrantes. Falta un grupo de chinos. Los guías les han asaltado. "Uno de los chinos pagó para que le subieran la mochila y enseñó un fajo de billetes. Out por regla".

En medio de la selva los cubanos del grupo de Roberto se enteran de que ha muerto Fidel. "Los que venían detrás traían la información. Estaba tan acostumbrado a las noticias falsas de la muerte de Fidel que no sabía si creerlo o no. Preguntaría cuando llegara a la civilización".

Llegas a la cima y los guías te dicen que estás en Panamá. Hasta ahí llegan ellos. Tienes que bajar bordeando el río. A los pocos minutos, el primer retén panameño. Los dejan dos noches. Los sueltan. A los 45 minutos, otro retén. Otras dos noches. Los sueltan. Otro retén. Seis noches. "Lo malo de esos retenes es que gastábamos la poca comida que nos quedaba porque sólo nos daban arroz, aceite y sal para comer".

Faltan 75 kilómetros para llegar a un pueblo en el que hay otro retén. Todavía no han salido de la selva. En esa parada, Roberto conoce a una cubana, embarazada a punto de parir, y a una pareja de cubanos que viajan con sus dos hijos: un niño de unos cuatro años y una niña de diez con Síndrome de Down.

Ahora el grupo es más grande, de unas cien personas. No todos son cubanos. Hay gente de todas partes. No todos llegaron a su destino. "A algunos no volvimos a verlos más. Se caían, se daban golpes en las rodillas, se viraban el tobillo y ahí se quedaban. En ese momento sólo piensas en sobrevivir. Sabes que si te pica una serpiente o cualquier otro animal venenoso estás muerto. Aunque tengas amigos a tu lado ellos no pueden ayudarte porque están llevando su cuerpo al límite".

El grupo de cubanos con el que viajaba Roberto, en la selva.
Toca dormir. Deciden hacerlo al margen de un río al que le precede su mala fama. Aunque no esté lloviendo, si llueve en otro sitio, crece de un momento para otro y arrasa lo que encuentra a su paso. Hay que elegir entre morir ahogado o por la picadura de una serpiente.

Tienen suerte. Despiertan vivos. En esa zona hay huesos de personas por doquier. Al fin llegan a una aldea. El saludo de los guardias se limita a enumerar los precios de los botes y de los alquileres. Aún están en la selva.

Suben a una lancha con motor. Ocho horas de viaje. Llegan a un retén en Panamá. Ahí separan a los cubanos del resto de nacionalidades. "Nos alegró la suerte de ser cubanos. Pudimos continuar camino ese mismo día. Pero nos daba sentimiento ver que otras personas que habían hecho el mismo trayecto que nosotros se quedaban atrás. Podían estar ahí cerca de un mes".

Los cubanos cogen una guagua hasta Ciudad de Panamá. Roberto se va directo a dormir en una iglesia de Cáritas. Tiene fiebre de 40. Sin más síntomas. "Pensé que había cogido alguna enfermedad en la selva".

Para entonces en el grupo sólo quedan tres cubanos. Los retenes los han ido separando. Se dirigen hacia Costa Rica. Próximo objetivo, llegar a la frontera de la Cruz, con Nicaragua. Ahí están todos los cubanos.

El trayecto por Nicaragua es difícil. Si optas por la carretera, la policía, cuando ve a un cubano, lo devuelve a Costa Rica. No les importa que esté pegado a Honduras. Si decides coger por la selva, te enfrentas a las bandas que viven de asaltar a los cubanos. "Violaban hasta a los hombres. Tenías que pagar y en un 70% era una estafa".

Roberto encuentar una vía cara pero segura. No tiene que pagar hasta llegar a Honduras. Es una garantía. Coge una lancha pirata por el Pacífico hasta la capital. Lo consigue. Siete horas después, una guagua, con carros delante que avisan si hay policías. Cuando hay retenes los meten en un camión cerrado y ahí no se enteran de nada hasta llegar a la frontera.

En Honduras
Honduras es puro peligro. Los guías que llevan a Roberto se enteran de que hay una banda en esa zona y de que acaban de asaltar a un grupo de cubanos. Tienen miedo. Quieren virar. Dar la vuelta significa perder mucho tiempo. El grupo ha crecido. Se han juntado ya 20 hombres y una mujer sola, con un niño. Deciden enfrentar a los pandilleros. Atraviesan un río a pie, armados con piedras. "Al que saliera, piedra sin preguntar, pero no pasó nada. Estoy seguro de que nos vieron".

En Honduras, tres días para sacar un salvoconducto con el que viajar a Guatemala. Ese camino se hace con alguien que desde fuera te manda dinero y te ayuda. Poco a poco, por si te asaltan, no perderlo todo. Este tramo del camino se hace sin problemas. De Guatemala, a México, hasta Tapachula. Otro salvoconducto.

La policía mexicana los para y les pide dinero. En Tapachula tienen que buscar un abogado para que gestione el salvoconducto sin necesidad de entrar en el Centro de Migración. Empezaron cobrando 100 dólares y al llegar Roberto ya pedían 1.000 o 1.500.

El grupo de Roberto llega en fin de año. Es festivo. Los abogados no trabajan. Deciden entregarse. Los cubanos salen en siete u ocho días. Es una decisión arriesgada. Si hay alguna revuelta dentro del Centro de Migración, los deportan a todos juntos a Cuba sin preguntar quién sí y quién no. "Después de tanto camino, perderlo todo al final... Es duro".

Que sea lo que Dios quiera. México celebra la Navidad. "El 24 de diciembre lo pasé ahí. Nadie puede imaginar la alegría, la euforia que sientes cuando escuchas tu nombre y te dicen que te vas. Ya nada te detiene".

A los seis días, Roberto, con su salvocondcuto, saca un billete de avión para Reinosa. Es 31 de diciembre. A las cuatro y media de la tarde entran en Emigración de los Estados Unidos. Atrás se queda uno de los cubanos que hizo todo el trayecto con él. Lo deportan a Cuba porque lo confunden con un delincuente.

Faltan doce días para que Obama ponga fin a la política de pies secos/pies mojados. Roberto tiene delante a un guardia de los Estados Unidos. Empieza a llorar. "Había logrado alcanzar mi sueño. Estaba en un país donde nadie te pone límites para crecer como persona. El límite te lo pones tú".

2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar
Primera Edición

La Guayana Esequiba Zona en Reclamación
Terminología sobre cómo referenciar la Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.


Nota del editor del blog:

Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.

Territorios estos sobre los cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservó sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:

“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
  



Mapa que señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como   Mar    Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968

miércoles, 30 de agosto de 2017

Para refrescar: lo que los militares de Delta Amacuro / linea Esequiba o de facto



Agosto 29, 2017
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Ministro de la Defensa, Padrino López. Foto de archivo web.
Nota publicada el 10 de abril de 2017.
El jueves 6 de abril de 2017, el actual ministro de Defensa venezolano Vladimir Padrino López visitó el estado Delta Amacuro, y aunque los medios de comunicación privados no fueron invitados, oficialmente se publicó que el arribo del militar obedeció al lanzamiento del “Gobierno de Eficiencia Militar de Calle”.

Las gráficas evidenciaron  al alto mando militar del estado Delta Amacuro mostrando la capacidad de organización que también pueden tener en otros ámbitos de la realidad venezolana; mientras eso ocurría, en la frontera de Venezuela con Guyana, más personas abarcaban más territorio venezolano.
En el año 2014, durante el simposio organizado por la institución edu-comunicativa Fe y Alegría Tucupita, el diputado Henry Hernández, denunció la supuesta invasión masiva de guyaneses que permanecían en Curiapo  sin traba alguna. Hernández consideró esa anormalidad como un acto deplorable dado el conflicto histórico territorial con Guyana. Quien para ese entonces representaba al Delta en la Asamblea Nacional por el partido político, UPV, instó a las autoridades como el Saime, establecer una oficina en esa comunidad por la misma irregularidad.

Ese mismo año, el dirigente de la organización Consejo Nacional Indio de Venezuela por el estado Delta Amacuro, Alexis Valenzuela, denunció públicamente la penetración planificada que habían emprendido algunos guyaneses. Valenzuela reveló que estos ciudadanos contraían concubinato con indígenas warao con el objetivo de no tener problemas legales de estadía.

Las afirmaciones de los dirigentes que, a pesar de pertenecer a los grupos afectos de la revolución, ponen en evidencia  el abandono de la frontera venezolana por el estado Delta Amacuro.

La acción militar en zonas vulnerables de la frontera a través del estado Delta Amacuro es casi nula y así lo dan a conocer habitantes de Guayo, San José de Amacuro y Curiapo.

En abril de 2016 un residente de Curiapo reveló a tanetanae.com que, a diferencia de los efectivos militares venezolanos, la Policía Nacional de Guyana, está mejor equipada y organizada para defender su territorio.

“Una vez  por las marejadas medio pasamos la línea y allí mismo fuimos abordados por la policía, nos dijeron que qué hacíamos allí, nosotros dijimos que estábamos visitando La Línea. Chamo te voy a decir algo, ellos están pilas de un mínimo movimiento, en cambio notamos que de allá pasaban para acá botes y botes de mercancías y los guardias de Venezuela no hacían nada, y tú ves donde están los nuestros y están menos equipados que ellos”, dijo.

La Guardia Nacional es el componente militar que más presencia tiene en el estado Delta Amacuro, pero estos no cuentan con equipamiento que amerita tener una zona fronteriza. Sobre este tema de abordaje ya se  ha pronunciado el profesor universitario Zoilo Sarabia.

El 3 de marzo de 2017, el exDisip aseveró que las fuerzas de seguridad en Delta Amacuro no están en la capacidad para detener el avance de grupos irregulares, haciendo referencia a la vulnerabilidad que posee la entidad en materia de seguridad y resguardo de soberanía. Aunque reconoció el trabajo de algunos componentes de la Guardia Nacional, aseguró que no cuentan con equipamiento adecuado y otros elementos para frenar los presuntos cárteles de Colombia y África que estarían operando desde el Delta.

El 9 de marzo de 2017, el residente de San Francisco de Guayo, Geremías Robles, desmintió al director de salud del estado Delta Amacuro que había asegurado que a través de los componentes militares, se mantenía un sistema de ambulancia en comunidades como, Guayo y Curiapo, aun cuando no tenían una embarcación para tal fin médico.

Robles reveló que la Guardia Nacional ni la Armada, componentes militares que  están en Guayo, cuentan con embarcaciones adecuadas para cumplir con los trabajos de prevención y seguridad a pesar de que estas comunidades están cerca de la frontera.

Sobre lo dicho, el habitante explicó que la  Guardia Nacional no tiene una embarcación equipada y la Armada solamente tiene “una curiarita” con un motor 40 Hp.

De acuerdo con un informe presentado por la ONG Provea en 2016, en los últimos 15 años, Venezuela ha invertido en gastos militares 5.620 millones de dólares.

Venezuela le compró más armas a Rusia, China y España. El país gasta más en este tipo de iniciativas superando a Chile y Colombia, revela el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (Sipri).

“En el 2016 el presupuesto al Ministerio de Defensa se le asignaron Bs 85.377.082.544. La cartera ocupó el cuarto lugar en el presupuesto, y recibió 193 veces más dinero que la Defensoría del Pueblo. Con eso se podrían haber construido 112.400 apartamentos de la Gran Misión Vivienda Venezuela, 56 hospitales de 220 camas cada uno y 4.257 liceos, de acuerdo a los valores que el mismo gobierno le ha asignado. “El militarismo es costoso, y mucho“, dijo Rafael Uzcátegui presidente de Provea en una publicación hecha en el medio digital, Efecto Cocuyo.

La frontera de Venezuela con Guyana está descuidada en el estado Delta Amacuro, la zona de facto Kumaka mantiene un gran número de ciudadanos guyaneses, se habla el inglés y la moneda dominante es el dólar.



2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar
Primera Edición

La Guayana Esequiba Zona en Reclamación
Terminología sobre cómo referenciar la Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.


Nota del editor del blog:

Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.

Territorios estos sobre los cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservó sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:

“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
  


Mapa que señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como   Mar    Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968




Ela não é brasileira





Un lector venezolano, residenciado en Boa Vista, nos envió esta ilustración de Sergio Paulo capturada en las redes con un comentario único: "Mira que feo".


A la altura del puesto de control conocido como La Balanza, en donde por tradición un par de funcionarios de Hacienda apenas observaba el ingreso de vehículos desde el extremo norte del Brasil, de cara a Venezuela, este miércoles 24, un efectivo del Ejército Brasilero pregunta: “Tudos são brasileiros?” y la pasajera del extremo derecho del asiento trasero intermedio responde, colocando su dedo índice izquierdo sobre la cabeza de la pasajera contigua: “Ela não. Ela é venezuelana”.

La extranjera se identifica y el efectivo invita al chofer del vehículo por puesto a seguir adelante. Entonces, la mujer de la ventanilla derecha insiste: ¿E você, não necessita carimbar (sellar su ingreso o salida)? A lo cual la mujer venezolana responde: “Não necessito. Tenho residência. Sou estudante de postgraduação”.

Por estos días, de acuerdo con las informaciones publicadas una y otra y otra vez por los sitios web, por los diarios, por las radios y televisoras de la entidad brasilera fronteriza con Venezuela, alrededor de 30 mil venezolanos moran en Boa Vista, la capital de la entidad brasilera que colinda con Venezuela.

La mayoría de ellos trabaja duro (8, 10, 12 horas) para pagar alquiler, comida, transporte y enviar el excedente (si lo hay) a sus familiares en Venezuela; muchos mendigan o imploran por un empleo en las puertas de los bancos, de las loterías, de los supermercados o en los semáforos de las principales avenidas; algunos deambulan o ven pasar el día y la noche en las plazas locales; docenas de mujeres ofrecen sexo por 80 reales (el equivalente a 280 mil bolívares) en los alrededores del Terminal de Pasajeros de Caimbé; algunos estudian y triunfan ejerciendo los oficios y profesiones para los que se formaron; los menos roban.

El cuentakilómetros registra el primero de los 230 kilómetros que separan este extremo del Brasil de Boa Vista. Se consumen los primeros 10 de los 150 minutos siguientes y las dos mujeres de las ventanillas intermedias laterales del carro por puesto vociferan, tras advertirle a la venezolana (sentada entre ambas) que saben que ella era diferente, que las venezolanas “são sujas”, que no lavan la loza inmediatamente después de comer y que acumulan lar ropa usada hasta no tener ni una pieza limpia; que las venezolanas  “são putas”, que ofrecen sexo por dinero en Boa Vista y que un grupo de ellas intentó hacer negocio en Tepequém, una localidad turística de estado de Roraima y que de allá las sacaron a pedradas; que las brasileiras hacen el amor con los ojos cerrados, disfrutando a plenitud del amor carnal y que en cambio las mujeres venezolanas abren los ojos para ver qué pueden robarle a su amante; que los hombres venezolanos están robando en Boa Vista, transformando el sitio en un lugar inseguro y que ambos, mujeres y hombres venezolanos son “bagunceiros” (desordenaros, flojos, bochincheros), aprovechadores que vivieron en Venezuela mientras el Gobierno les concedió beneficios y que ahora pretenden hacer lo propio en Brasil; que las tierras venezolanas “são maravilhosas” y “as bananas são asim”, de una cuarta de altura, pero que los venezolanos “não sabem trabalhar”; que la mayoría de quienes llegan a Boa Vista proceden de San Félix y Ciudad Bolívar y que “são malandragem”.  “Mas você não, você é trabalhadora é chique”, insisten refiriéndose a la pasajera del centro intermedio. Uffff….

Ellas dos, las brasileras de los laterales, son ex mujeres de mineros; de hombres que hicieron fortuna y que la perdieron tras hurgar durante años en las tierras de Guayana, ese espacio compartido entre Guyana, Brasil y Venezuela, conocido como El Dorado. Sin embargo, no se conocían hasta que coincidieron en el carro por puesto.

Tras desahogarse, coinciden en que conocen y adoran Venezuela; una de ellas, la de más edad, cuenta que vivió en Venezuela durante más de 40 año, que tiene hijos y nietos venezolanos y recibe un “benefíçio” de una institución policial regional, porque allí trabajó durante una década y la otra dice que anhela jubilarse y radicarse en Mérida -“Não ví cidade mais linda”- o en Margarita, “porque em Margarita o shopping tem de todo. Cadé a crisis?” Dónde está la crisis? Se pregunta recordando el Centro Comercial Costa Azul.

Mientras el carro por puesto rueda hacia Boa Vista, la prefecta Tereza Surita detalla durante una rueda de prensa los alcances de su plan para tratar la creciente migración de venezolanos. La Prefectura impulsará un censo y beneficiará con alquiler y comida a aquellos migrantes que estén en condición de calle. Este plan, según explicó, es una expresión de solidaridad que pretende sacarlos de la mendicidad, darles un plazo de seis meses para que puedan instalarse y encontrar empleo, al tiempo que una estrategia para proteger los espacios públicos que tanto le han costado a las autoridades locales y a la ciudadanía.

Sin embargo, no todo el mundo recibe la noticia como un gesto de buen corazón.

Las redes sociales se encienden con expresiones de rechazo hacia los venezolanos y hacia la prefecta. “Mira que feo”, comentó el amigo y lector que me envió la ilustración que acompaña a esta crónica.

En la Folha Web, Luan Guillerme Correia recuerda que aún espera para ser discutido y votado en el Senado Brasileiro la propuesta de enmienda de la Constitución 25/2012 que permitiria a los extranjeros residentes em Brasil votar en las elecciones municipales.

Una vez en Boa Vista, ambas mujeres descienden y los tres hombres, el conductor y los otros dos pasajeros hombres se disculpan con la venezolana. El chofer y el abogado, sentado a su lado, entusiasman a la venezolana a desoír a los brasileros.

El ocupante del asiento del fondo está furioso. Dice que vive en Tumeremo, una localidad minera del sur venezolano, en donde tiene una mujer y cuatro hijos, todos venezolanos.

Según su historia hace parte de los miles de brasileros que pasaron a Venezuela ante el cierre de los garimpos (campamentos mineros) en las tierras indígenas yanomami (en Brasil) durante la última década del siglo pasado. Dice que por nada del mundo dejaría Venezuela. Le gusta Tumeremo. Dice que se hace dinero y tiene dos casas bonitas.
Apenas fue a Boa Vista para renovar su título de elector.

Aunque esté furioso, él comparte con las dos mujeres una historia común: son migrantes que llegaron a Guyana tras la mina, el garimpo, el oro, los diamantes, esa ilusión de riqueza súbita que durante más de cinco siglos ha motivado a los hombres y a sus mujeres a entregarse en la búsqueda de El Dorado, sin importarles cuánto dejan atrás, la tierra que devoran a su paso, las fiebres palúdicas, la llaga brava (la leishmaniosis). El Dorado es oro, es gasolina, son reales es un salir de súbito de la pobreza.


 “Por qué esa mujer tuvo que decir, Ela não é brasileira. Ela é venezuelana, si este mundo es de todos y todos deberíamos poder ir a donde queramos”, insiste el pasajero del fondo hasta el momento de bajar. Han pasado exactamente 150 minutos.
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2 comentarios:

Pamela Llavaneras29 de agosto de 2017, 19:29
Excelente escrito, lamentable anécdota. Es sorprendente y molesto los contrastes de las señoras brasileras que hablan mal de los venezolanos pero que hicieron su vida en Venezuela y desean retirarse aquí.

Responder

Anónimo30 de agosto de 2017, 6:37
Todos los dias encontraremos personas q hablan mal del vnzlno. Como tambien vnzlnos q hablan mal del gobierno pero desde otro pais. Sin tomar en cta la responsabilidad del desastre q hay en vnzla. Se debe a todos nosotros. Hicimos todo los q nos dió la gana y ahora llegamos a otro pais diciendo q tuvimos q salir de allá por la dictadura. Contradictorio. Al mismo tiempo mucha gente en varios paises se estan dando cta q el problema de vnzla es la conducta del vnzlno

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Morelia Morillo
Santa Elena de Uairén, Estado Bolívar, Venezuela
Soy periodista. Trabajé durante casi una década en El Universal, pero -"por amor"- renuncié y me vine a la Gran Sabana. Cuando comencé a escribir este blog, lo hice para compartir con ustedes las particularidades de la vida en el extremo sureste venezolano, con un pie en tierra indígena venezolana y el otro en Brasil. Entonces, la Gran Sabana era un lugar prístino, tranquilo, seguro, aunque marcado por contrastes. Ahora, esos contrastes se han hecho dramáticos. La Gran Sabana sigue siendo el Paraíso, pero,de momento, es un edén vulnerado por los demonios desatados por la crisis del país. Act




2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar
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Terminología sobre cómo referenciar la Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.


Nota del editor del blog:

Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.

Territorios estos sobre los cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservó sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:

“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
  



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Padrino López convirtió a Venezuela en el hazmerreír del mund




Ago 28, 2017 12:22 pm
Publicado en: Actualidad, Nacionales
Prensa Vente Venezuela
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“Padrino López convirtió a Venezuela en el hazmerreír del mundo”. Así, el diputado a la Asamblea Nacional (AN) por el estado Anzoátegui, Omar González Moreno, responsabilizó al Ministro de Defensa por las reacciones que causaron los ensayos militares del Ejército nacional.

El parlamentario calificó como “una ópera bufa” los llamados bélicos realizados por la cúpula castrense venezolana.

Señaló que en otros tiempos, las Fuerzas Armadas Nacionales fueron respetadas y admiradas por los venezolanos y por el resto de las naciones del globo, pero luego de 18 años de politización, ideologización, represión y corrupción, la ciudadanía las ve con recelo y los vecinos países se burlan porque las “transformaron en un mal chiste”.

El legislador fue lapidario al describir como “una payasada de verde olivo” las supuestas prácticas de defensa encabezadas por Nicolás Maduro y Padrino López.

El representante de Vente Venezuela en el parlamento nacional recordó que la República, producto de los altos niveles de inseguridad, sufre una elevada tasa de asesinatos violentos que superan a los índices de países en conflicto militar.

“Perdieron la guerra contra el hampa y perdieron la supuesta guerra económica, pero ganaron la guerra de la matraca y de la inmoralidad”, ironizó.

Desde hace años –precisó González Moreno- los guyaneses vienen invadiendo nuestro Esequibo y los generales de Venezuela no hacen nada, mientras el Gobierno de Guyana nos roba parte de nuestro país; aquí el régimen se hace de “la vista gorda”.

Añadió que si los inquilinos del poder fuesen realmente nacionalistas y patrióticos, le pusieran un alto a la política expansionista de los guyaneses y salvaguardarían el territorio patrio.

González Moreno indicó que Maduro es un “títere de los extremistas”. Y agregó: “La falta de carácter, la inconsistencia y la incapacidad han anarquizado a Venezuela”.
El coordinador de Vente Venezuela en Anzoátegui manifestó que Raúl Castro es quien mueve los hilos del poder político venezolano y señaló que “hablan de patriotismo al mismo tiempo que nos convirtieron en colonia de La Habana”.

Espíritu joven

Omar González Moreno exhortó a la juventud venezolana para que continúe siendo el “espíritu de lucha” para toda la sociedad venezolana.

“Ustedes son la resistencia, la inspiración, el ejemplo para seguir adelante por una Venezuela en libertad”, resaltó.

El legislador hizo hincapié en el rol protagónico de las nuevas generaciones de venezolanos. “Ustedes son el hoy, su futuro se juega en el ahora”, subrayó.

Nota de prensa

2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar
Primera Edición

La Guayana Esequiba Zona en Reclamación
Terminología sobre cómo referenciar la Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.


Nota del editor del blog:

Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.

Territorios estos sobre los cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservó sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:

“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
  


Mapa que señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como   Mar    Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968



Gobernador colombiano denunció incursión y robo de GNB en La Guajira





El burgomaestre del departamento de Colombia, Weildler Guerra, dijo que los uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana “despojaron de objetos de valor” a habitantes de Paraguachón.

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 Guerra: Cerca de veinte guardias en diez motocicletas llegaron hasta el Barrio San Martín (Paraguachón) durante diez minutos.

27 de agosto de 2017 07:09 AM
Actualizado el 27 de agosto de 2017 14:52 PM
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Gobernador colombiano denunció incursión y robo de GNB en La Guajira
Gobernador de La Guajira colombiana: Guardias venezolanos despojaron de dinero y celulares a varios ciudadanos de Paraguachón

Bogotá.- El gobernador del departamento colombiano de La Guajira, Weildler Guerra, denunció ayer sábado la incursión en dicho territorio de miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que, además, “despojaron de dinero y celulares a varios ciudadanos de Paraguachón", población que forma parte del municipio de Maicao.

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Weildler Guerra C @yorija
Los guardias venezolanos despojaron de dinero y celulares a varios ciudadanos de Paraguachon
20:01 - 26 ago. 2017

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"Cerca de veinte guardias en diez motocicletas llegaron hasta el Barrio San Martín (Paraguachón) durante diez minutos", escribió Guerra en su cuenta personal en la red social Twitter, donde precisó que la incursión se produjo hacia el mediodía de ayer, según reseñó Efe.

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Weildler Guerra C @yorija
Cerca de veinte guardias en diez motocicletas llegaron hasta el Barrio San Martín (Paraguachon) durante diez minutos

20:03 - 26 ago. 2017
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Miembros de la Guardia Nacional venezolana incursionaron en el mediodía de hoy alCorregimiento de Paraguachon

19:59 - 26 ago. 2017
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Justamente ayer seis personas murieron en enfrentamientos entre el Ejército y un grupo violento en el estado Táchira, fronterizo con Colombia, durante los ejercicios militares que realizaron en el país, informó el mayor general Jesús Suárez Chourio.

"Estábamos haciendo escudriñamiento, patrullaje y protección de nuestra frontera de Venezuela. En este patrullaje nos encontramos con un grupo generador de violencia llamado Los Rastrojos. Se suscitó este enfrentamiento dando como resultado seis elementos abatidos", dijo en declaraciones al canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).

El jefe del Ejército añadió que, además, fue capturada una ciudadana que está aportando "información valiosa para esclarecer este hecho y llegar a las conexiones aquí en Venezuela de hechos irregulares".

La banda criminal "Los Rastrojos" surgió en territorio colombiano tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

El general Suárez Chourio explicó que al grupo violento se le encontró municiones y material de intendencia así como "un uniforme del Ejército colombiano con nombres y apellidos", "jerarquización y grado".

El Gobierno insiste constantemente en que en el país hay paramilitares colombianos.

Venezuela y Colombia comparten una porosa frontera de 2.219 kilómetros en la que existe una fuerte actividad de contrabando de todo tipo de productos.


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