http://www.semana.com/nacion/articulo/la-crisis-historia/255378-3
Tomado de:
POLÉMICA Las consecuencias de haber desaparecido la cátedra
de Historia en los colegios, unido a la baja calidad de los textos, han
empezado a verse en la amnesia colectiva que se ha apoderado del país.
Prestigiosos historiadores piden reversar esta absurda decisión.
A pesar de todo lo que
se ha escrito y descubierto en los últimos 40 años, muchos estudiantes son
formados con el libro ‘Historia de Colombia’ de Henao y Arrubla, publicado en
1910.
Colombia es uno de los países del mundo que menos atención y
esfuerzo le pone a la enseñanza y al estudio de la Historia, tanto, que hoy la
mayoría de los padres de los más de 10 millones de niños y jóvenes que van a
los colegios públicos y privados no saben que esta materia desapareció hace 20
años
de los currículos escolares. Por eso, muchos de sus hijos hoy
no saben si Nariño es un prócer, un expresidente, un departamento o un frente
de las Farc.
Mientras que en Estados Unidos los estudiantes y ciudadanos
tienen casi que a diario referencias de su pasado, de sus padres fundadores, de
la Constitución, de sus batallas, triunfos o tragedias -como la Guerra de
Secesión o de Vietnam-, en Colombia el 70 por ciento de los presidentes no
tienen una biografía y los textos con los que hoy se enseña el pasado son
lamentables.
Por eso, casi 30 años después de que el Ministerio de
Educación decidió sacar del pénsum de primaria y bachillerato la materia de
Historia y crear la de Ciencias Sociales-una mezcla de Geografía, Economía,
Política, Antropología, Sociología, Cultura e Historia-, un grupo de
reconocidos historiadores e intelectuales le ha empezado a pedir al gobierno
que, frente a la amnesia en la que cayó el país y ante semejante error
pedagógico, permita de nuevo la enseñanza de la Historia como materia única de
primero de primaria a grado once.
Las consecuencias de esa decisión están a la vista. Darío
Campos, profesor de la Universidad Nacional y director del Grupo de Enseñanza
de la Historia, dijo a SEMANA que la creación de la materia de Ciencias
Sociales es un reto exigente, ya que se requiere tener profesores con un
conocimiento de estas disciplinas. La paupérrima formación de los docentes hizo
que al final los profesores terminaran usando programas o libros caducos, como
el manual de Henao y Arrubla de 1910, o, en su defecto, a plegarse a los textos
actuales de Ciencias Sociales, que en su mayoría son de una calidad discutible.
Todo esto ha redundado en que los jóvenes lleguen a los 18 años sin saber qué clase
de ciudadanos son y en qué país van a vivir.
Jorge Orlando Melo, que hace unos años hizo un estudio de los
libros escolares, dijo a SEMANA que los textos de Ciencias Sociales terminaron
siendo muy livianos, por no decir flojos. "Son muy descriptivos, basados
más en contar un cuento sin referencias que en invitar a la lectura, a
profundizar en los temas y a reflexionar sobre el pasado para comprender el
presente".
Todo esto ha hecho que la enseñanza de esta materia en
Colombia, no solo en secundaria sino en todos los niveles, sea pésima, dice
Heraclio Bonilla, director del programa de Historia de la Universidad Nacional.
Además de la mala formación de los maestros, los textos actuales están
desactualizados y evidencian una separación entre lo que se publica y descubre
en la academia y lo que se enseña en las aulas escolares, que es una historia
conservadora, clásica, del siglo antepasado.
Esa falta de culto por la Historia puede ser una de las
razones por las cuales Colombia es uno de los países con un menor nivel de
patriotismo en el mundo, pues, si se quiere, historia y patriotismo son
conceptos que van unidos. Cuba y México son tal vez los países mas
nacionalistas del continente, y no hay niño que no conozca todos los detalles
de sus revoluciones, la vida de sus héroes y el precio de lo conseguido.
Otro elemento que produce el conocimiento de la historia es
la conciencia de las fronteras. Todos los venezolanos, por ejemplo, conocen al
dedillo el diferendo que existe en el golfo de Maracaibo y sufren con el hecho
de que Inglaterra les haya quitado la Guyana (La Guayana Esequiba- Zona en Reclamación
territorios al oeste del río Esequibo). Los peruanos lamentan la pérdida de
Arica. Los bolivianos, la perdida del litoral que les quitó el acceso al mar, o
en el sur, las heridas de la Guerra del Chaco todavía no sanan. En Colombia,
por el contrario, hay una ignorancia casi total del grueso de la población
sobre los intereses fronterizos con Venezuela. Ese tema en el país está
reservado para personas como Julio Londoño y un puñado de especialistas y
excancilleres. La pérdida de Panamá, que como dato curioso, todavía está en el
escudo nacional sin que se entienda por qué, ni siquiera causa rabia o
indignación.
El historiador Fabio Zambrano dijo que los estudiantes
colombianos tienen el mismo conocimiento de la historia que el que tienen los
de Estados Unidos de geografía. "No hay una amenaza más grave para un país
que el alzheimer en el que hemos caído. La historia se escribe en el presente y
explica parte de las realidades y anhelos de una sociedad. Sirve para saber lo
que hemos construido, el largo camino que ha tomado obtener muchos de los
derechos y libertades actuales, así como para explicar también nuestras
tragedias y desastres". Sobre este tema, Melo dice: "Muchos pueden
decir que la gente puede vivir sin saber nada de su pasado, pero creo que para
una sociedad es sano saber de dónde viene, dónde está y para dónde quiere ir.
Imagínese que alguien empiece a vivir a los 20 años con su memoria en cero,
borrada, ¿podría vivir bien y planear su futuro?".
Al ver la enseñanza que se está dando en los colegios, muchos
académicos se sienten frustrados y fracasados, pues la mayoría de lo que se ha
escrito en la Nueva Historia, nacida en los años sesenta con la creación de las
carreras de Historia, sigue sin llegar a las aulas. "Todos los 6 de agosto
me siento frustrado, porque si algo hay claro en la historia de Bogotá es que
Gonzalo Jiménez de Quesada no fundó Santa Fe con la construcción de 12
chocitas, sino que llegó a un poblado indígena. Pero uno ve, ese día, a los
estudiantes de los colegios llevando las maquetas de las 12 chozas y repitiendo
la misma historia conservadora que nos enseñaron de niños", dijo Zambrano.
Incluso, dice Adolfo Meisel, historiador económico y gerente
del Banco de la República en Cartagena, los estudiantes de universidad tienen
muy poco conocimiento y enormes vacíos, pues ni han leído a los clásicos, ni
conocen lo que se ha publicado en los últimos años. "Eso se explica no
solo porque los libros son muy malos y aburridos, sino porque los historiadores
se han dedicado a escribir de cosas muy pequeñas y no hay textos nuevos, bien
escritos, que den un panorama global de la historia nacional".
Estas y otras críticas demuestran que el retiro de la materia
de Historia de los programas de estudio fue un error que nadie cuestionó y del
que nunca se hizo una reflexión. Hoy, "dos décadas después, se puede decir
que fue un horror desde el punto de vista cultural, de identidad nacional y de
país. Primero, porque un ciudadano debe saber dónde está parado. Por eso, ahora
que estamos en un mundo globalizado, el Estado debe replantear y crear de nuevo
una cátedra de Historia de primero a once, porque las sociedades que no tienen
conciencia de lo que son tienen el riesgo de diluirse", dijo el reconocido
historiador Álvaro Tirado Mejía. Él y otros historiadores hablan de la
necesidad de que el Estado replantee el pénsum y de crear de nuevo la cátedra
de Historia, fijando programas claros sin caer en partidismos ni doctrinas, tal
y como se hace en muchos países.
El prestigioso historiador Marco Palacios dijo que es tiempo
de revertir esa "decisión patética y garrafal". Es hora de volver a
ser sensatos y devolverle el equilibrio a la educación. El Estado, como en
otros países, debe propender de que se enseñe Historia y Geografía, diseñando
planes de estudio que incluyan lo que debe saber un bachiller. "Eso está
inventado y ya hay suficientes experiencias para hacerlo bien, sin pasiones y
partidismos".
Así como el Ministerio saca su regla para evaluar a todo el mundo, es hora de que lo haga con su propia gestión en los últimos años. La polémica sobre devolver la cátedra de Historia y Geografía está abierta. En sus manos está que no seamos víctimas del famoso refrán de: "quien no conoce su historia está condenado a repetirla".
Así como el Ministerio saca su regla para evaluar a todo el mundo, es hora de que lo haga con su propia gestión en los últimos años. La polémica sobre devolver la cátedra de Historia y Geografía está abierta. En sus manos está que no seamos víctimas del famoso refrán de: "quien no conoce su historia está condenado a repetirla".
2005 La
Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar Primera Edición
Nota del editor del blog: Al referenciarse a la
República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de
territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de
Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de
febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el Gobierno
Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos
sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966
al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como
territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río
Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente
sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la
margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la
Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos
soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea
del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el
Océano Atlántico...”
Mapa que señala el Espacio
de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09
de Julio de 1968
1 comentario:
Cómo los colombianos-neogranadinos nos ven a los venezolanos con respecto al Golfo de Venezuela y al diferendo del Esequibo.
Vale la pena ver los errores "inocentes" o, más seguramente, malintencionados al mencionar "Golfo de Maracaibo" (en lugar de Golfo de Venezuela) e "Inglaterra nos quitó Guyana" (en lugar del Territorio Esequibo).
"Todos los venezolanos, por ejemplo, conocen al dedillo el diferendo que existe en el golfo de Maracaibo y sufren con el hecho de que Inglaterra les haya quitado la Guyana."
"En Colombia, por el contrario, hay una ignorancia casi total del grueso de la población sobre los intereses fronterizos con Venezuela."
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