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Hugo Alvarez Pifano
Viernes, 15 de marzo de 2013
Simón Alberto Consalvi a lo largo y ancho de su fecunda
existencia ha sido muchas cosas a la vez: un político republicano, situado al
centro-izquierda de la democracia, lo que le costó en tiempos del dictador
Marcos Pérez Giménez, 3 años de reclusión en la cárcel de Ciudad Bolívar y un
exilio (1953) en Cuba y Nueva York, más tarde, desde las filas del partido
Acción Democrática, tuvo participación activa como constructor de la república
liberal y democrática que Venezuela fue en los 40 años, que corrieron de 1958 a
1998, así mismo, fue periodista de agudos análisis políticos, promotor
cultural, historiador y escritor, pero más allá de todas estas consideraciones,
para los diplomáticos venezolanos ha sido uno de los más sobresalientes
Cancilleres que ha tenido nuestro país en toda su historia. Creo que esa es la
opinión generalizada entre la gente de la Cancillería y corroborada por los
hechos que mencionaremos a continuación.
1.- Tercer Canciller en el primer gobierno de Carlos Andrés
Pérez.
Consalvi llegó al Ministerio de Relaciones Exteriores como el
tercer canciller que designó Carlos Andrés Pérez en su primer gobierno, lo
precedieron Efraín Schat Aristiguieta, un jurista de importantes contribuciones
en el área del derecho internacional, partidario de una política internacional
de principios, hombre de mundo y gran señor, maestro inigualable en el arte de
libar con gracia y encanto; y Ramón Escovar Salóm, uno de los intelectos más
vigorosos que ha pasado por la cancillería venezolana, hombre de inteligencia
brillante, realizó en 3 años, 25 visitas oficiales al exterior. Todo esto ha
debido ser un acicate para Consalvi. Por otra parte, era el momento en que
Venezuela ante la comunidad internacional asoma su perfil como líder del Tercer
Mundo y lo hace a través de su participación en procesos de gran importancia
como son la devolución del Canal de Panamá por parte de los Estados Unidos de
América; el desarrollo de la Revolución Sandinista, para dejar atrás la negra
noche de la dictadura de los Somoza; la concertación de un Pacto Amazónico,
entre los países de la región, para hacer frente a la amenaza de declarar a esa
cuenca hidrográfica “ un gran protectorado internacional en beneficio de la
humanidad” El ingreso de Venezuela a los Países No Alineados. La reclamación
histórica de la Guayana Esequiba y la delimitación de arias marinas y
submarinas con Colombia, en el Golfo de Venezuela. Estos son, entre otros, los
retos que debía enfrentar el Canciller Consalvi al jurar su cargo.
2.- Segundo Canciller en el gobierno de Jaime Lusinchi.
Más tarde en los años 80 Consalvi es designado como el
segundo canciller del Presidente Jaime Lusinchi, su antecesor fue un personaje
gris, de muy pocas actuaciones acertadas, vanidoso e inflado como un “pez
globo” afortunadamente de corta duración en el cargo: Isidro Morales Paúl.
Nuevos retos para el Canciller Consalvi, fueron las negociaciones de Contadora,
la búsqueda de un clima de paz para Centroamérica, los grandes avances en la
integración, el impulso a la reclamación territorial con Guyana y las fuertes
presiones de Colombia para el establecimiento de un condominio sobre el Golfo
de Venezuela, que desembocará en el grave incidente del Caldas, el cual vale la
pena señalar in extenso porque es un buen ejemplo de coordinación entre la
Presidencia de la República, la Cancillería y las Fuerzas Armadas.
3.- La Crisis de la corbeta Caldas.
La “Crisis de la corbeta Caldas” tuvo lugar el 9 de agosto de
1987, cuando un barco de guerra colombiano –la corbeta ARC Caldas- cruzó el
paralelo de Castilletes rumbo al sur y se colocó en el Golfo de Venezuela, en
el centro del área reclamada por Colombia, allí fue interceptada por el
patrullero venezolano ARV Libertad y tuvo lugar el siguiente dialogo, muy
revelador:
-Corbeta Caldas, usted se encuentra sin autorización en aguas
jurisdiccionales venezolanas, le sugiero su inmediato retiro.
-Bienvenido patrullero Libertad al mar territorial
colombiano, zona económica exclusiva, nosotros estamos en navegación de rutina
en nuestras aguas.
-No existe tal zona económica exclusiva, le repito usted está
en el Golfo de Venezuela donde hemos ejercido soberanía desde antes de la
independencia. Sepa usted que la Armada y la Fuerza Aérea de Venezuela haremos
lo que sea necesario para defender nuestra soberanía sobre el Golfo de
Venezuela, por lo tanto ¡Le ordeno desalojar estas aguas!
Eran a la sazón Virgilio Barco el presidente de Colombia y su
canciller Julio Londoño, los responsables de haber provocado esta grave crisis
diplomática; el presidente de Venezuela era Jaime Lusinchi y su canciller Simón
Alberto Consalvi. Con premura el presidente Lusinchi convocó una reunión de
“alto gobierno” en Miraflores (formaba parte de ese “alto gobierno”, como
Ministro de la Defensa el general Heliodoro Guerrero Gómez), el presidente
ordena el estado de “alerta militar” y constituye un “teatro de operaciones”
comandado por el inspector general del ejército, general José María Troconis
Peraza. La conclusión de la reunión fue que la excursión del Caldas en aguas
venezolanas no era un hecho fortuito, sino un plan de acción premeditado, en
consecuencia Venezuela debía prepararse para una acción de mayores
proporciones. Ese día el batallón Bravos de Apure fue desplazado al río Limón,
así mismo fueron movilizados a posiciones estratégicas los batallones de
infantería Arismendi y Girardot, igualmente el grupo de artillería Freitez, el
batallón de ingenieros Carlos Soublette, el batallón de apoyo José Escolástico
Andrade y el grupo de artillería lanza cohetes José Gregorio Monagas. Con
anterioridad dos aviones caza F16, de la Fuerza Aérea de Venezuela, procedentes
de la costa del estado Falcón habían volado en apoyo del patrullero Libertad.
Al anochecer, el Canciller Simón Alberto Consalvi hizo entrega a Pedro Gómez
Borrero, embajador de Colombia en Caracas, de una nota diplomática donde
Venezuela reafirma su soberanía sobre el área marítima ocupada por el Caldas y
exige la inmediata salida del barco de guerra colombiano y advierte “el
gobierno venezolano ha evitado tomar las medidas que las circunstancias
justifican”
¡Que manera ejemplar de defender nuestra soberanía e
integridad territorial! Eran otros tiempos, cuando el Canciller venezolano y su
Cancillería estaban respaldados por un bien formado equipo de diplomáticos de
carrera, con vocación de servicio.
Efectivamente, el Caldas salió de nuestro golfo, pero vean
ustedes el dialogo final entre los capitanes de los dos barcos: capitán Alfredo
Castañeda Giral de Venezuela y capitán Sergio García de Colombia:
Capitán del Caldas: Procedo a abandonar el área, he cumplido
mi misión de hacer presencia y ejercer control sobre esta área marítima
colombiana. Terminado.
Capitán del Libertad: usted no ha podido hacer presencia ni
ha ejercido control alguno, su retirada reafirma la soberanía venezolana sobre
el Golfo de Venezuela. Terminado.
¡Que actitud más gallarda y noble de nuestra armada! Eran
tiempos, de militares con un gran sentido del deber.
4.- Algunas anécdotas.
En ocasión en que se desempeñaba como Representante
permanente de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas en Nueva
York, Simón Alberto organizó un acto social en su residencia, entre los
invitados se encontraba presente el General Fernando Paredes Bello, a la sazón
Comandante General de la Fuerza Aérea, quien gozaba la fama de ser dentro de la
Fuerza Armada el oficial más condecorado. En efecto, esa noche lucía sobre su
pecho una abigarrada constelación de condecoraciones de todo tipo, tamaño y
formas. A un cierto momento de la velada alguien sugirió hacer un brindis con
champaña, rápidamente los camareros retiraron de la vitrina un conjunto de
copas de plata que formaban parte de la vajilla de la embajada y las colocaron
en una charola. Acto seguido el portador de la bandeja dio un traspié y todas
las copas cayeron sobre el piso con un gran estrépito. En la sala se hizo un
profundo silencio, todos los presentes quedamos consternados pues no sabíamos
cuál era la causa de ese ruido de metales tan ensordecedor, entonces el
Embajador Consalvi se puso de pié y con una sonrisa exclamó: ¡Ah caramba!
Parece que se cayó el General Paredes Bello.
La otra anécdota que me involucra personalmente es la
siguiente: Seis días después de la fecha de presentación de mis cartas
credenciales como Embajador de Venezuela en Guyana, recibí una llamada
telefónica de la persona que me precedió en el cargo, el embajador Enrique
Peinado Barrios, quien me dijo: -embajador Álvarez Pifano lo estoy llamando
porque necesito que usted me ayude a mantener una promesa. Como es de su
conocimiento yo formé en el Instituto de Cultura y Cooperación
venezolano-guyanés una biblioteca, una tarea de varios años. Pues bien usted
deberá inaugurar esa biblioteca el mes próximo. Ahora bien, yo prometí al Sr.
Luis Alfaro Usero que esa biblioteca llevaría su nombre. Yo espero que usted
proceda a inaugurar la biblioteca con ese nombre. De seguidas le respondí:
-embajador yo lo siento mucho pero no puedo hacer eso, yo no tengo
instrucciones de la cancillería para proceder en ese sentido. A lo que me
respondió: -eso ya está acordado entre Luis Alfaro Usero y yo, si no procedes
de este modo, atente a las consecuencias. Luis Alfaro Usero era a la sazón el
Secretario de Organización del partido Acción Democrática y uno de los hombres
más influyentes dentro del gobierno. Huelga decir que yo me quedé muy
preocupado, entonces decidí llamar al Canciller Consalvi y contarle mi
conversación con Enrique Peinado Barrios. La respuesta del Canciller Consalvi
fue una sonora carcajada y me dijo: -nunca pensé que la adulancia llegara a
esos extremos, eso parece más bien una patología aguda, yo conozco a Alfaro
Usero, ese hombre no está interesado en eso. Entonces le pregunté: ¿Puedo estar
tranquilo de que no tomará represalias porque no le pongo a la biblioteca su
nombre? A lo que me respondió: -te voy a aclarar las ideas, quien te va a botar
de la Cancillería soy yo, si tú le pones ese nombre que te sugirió Peinado
Barrios a la biblioteca. -Y si le pongo Biblioteca Simón Alberto Consalvi. –
Caramba, parece que la patología es contagiosa, pues te boto más rápido, tú a
mí no me hechas esa vaina. Soltó una reconfortante carcajada y dio por
terminada la conversación.
5.- A modo de conclusión
Para concluir, permítaseme expresar una modesta opinión: Creo
que Simón Alberto Consalvi ha sido el Canciller que más ha contribuido a crear
la base sólida en que se cimenta el prestigio de una Cancillería. En lo
material (fue él quien obtuvo la moderna construcción que le sirve de sede),
como en lo espiritual, esto es, en la formación de un idóneo personal de
carrera (en todos los años de su gestión se hicieron concursos, para
democratizar el ingreso) y en su mejoramiento profesional, a través de los
años. Pero, sobre todo esto, siempre ha sido un político y diplomático que ha
cultivado el arte de la decencia, en todas las formas en que esta palabra,
encierra el más noble y elevado significado de respeto a la dignidad y a la
condición de los seres humanos.
Descanse en paz Simón Alberto Consalvi, el más sobresaliente
Canciller del Siglo XX venezolano.
2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico
Simón Bolívar Primera Edición
Nota del editor del blog: Al
referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta
los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con
el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de
Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los
cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se
reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota
del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela
reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen
derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se
reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que
señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante
el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968
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